Hace siete años sus padres pidieron la extremaunción porque lo daban por insalvable, pero una curación 'médicamente inexplicable' -gracias a los rezos a la nativa Kateri, según el chico- obraron el milagro.
Jake Finkbonner estaba tan cerca de morir tras haber sido infectado por la bacteria come-carne a través de un corte en el labio que sus padres pidieron la extremaunción y discutían si donar los órganos minúsculos de apenas cinco años de edad.
La curación en 2006 de Jake fue considerada médicamente inexplicable por el Vaticano, el "milagro" necesario para propulsar a la nativa americana del siglo XVII, Kateri Tekakwitha, a la santidad. Kateri será canonizada el domingo junto con otras seis personas, la primera nativa americana en recibir el honor.
Jake está totalmente convencido, al igual que la iglesia, que las oraciones de su familia y de la comunidad que ofrecen a Kateri fueron los responsables de su supervivencia.
Jake, quien ahora tiene 12 años e un jugador de baloncesto rápido y y corre croses, estará presente en la canonización, junto con cientos de miembros de su propia tribu Lummi del noroeste del estado de Washington y las reservas en los EE.UU. y Canadá, que han convergido en Roma para honrar a uno de los suyos. Con esta ceremonia la Iglesia Católica espera promover entre los nativos americanos la fe cristiana en medio de resentimiento continuo entre algunos de que el catolicismo fue impuesto durante la época colonial por los misioneros.
"Creo que todo el mundo tiene un propósito en esta tierra", dijo la madre de Jake, Elsa Finkbonner, esta semana poco después de que la familia llegara a Roma para la ceremonia. "Creo que Jake domingo definirá su propósito, y este es que Kateri sea santificada."
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