miércoles, 15 de junio de 2016

PARA REDUCIR BARRIGA



La operación bikini se nos ha echado encima y si quiere lograr resultados para eliminar tripita en tiempo récord toca cambiar de hábitos. Con estos sencillos trucos conseguirá perder peso y lucir un vientre plano.

-Elimine el azúcar de su dieta. Intente consumir el mínimo de azúcar. La insulina se mantendrá en niveles bajos, y el glucagón alto. Esta es la hormona que mejor le ayudará a combatir el vientre hinchado.

-Haga cinco o más comidas al día. Es mejor comer muchas veces al día pero en pequeñas cantidades. Así, el organismo se mantendrá siempre activo y gastarás más calorías. Especialmente no abandone el desayuno, y así empezará el día con más fuerza, evitando los atracones.

-Coma proteínas sólo en la 'hora mágica'. Las comidas que contengan proteína deben ingerirse en esa hora que va desde las 15,00 a las 16,00 horas. Es un momento clave para estimular el metabolismo y equilibrar el nivel de azúcar en la sangre. Cuanto más bajo sea el nivel de azúcar en la sangre más baja mantendrá la insulina, y la insulina hace almacenar grasa en torno al abdomen. Comer cada tres o cuatro horas mantendrá en orden el azúcar en la sangre. No es buena idea dejar pasar cinco o seis horas entre cada comida.

¡Ojo con los antojos!

A los 30 minutos de ingerir un carbohidrato de alto índice glucémico se produce un pico de insulina. Esta hormona, segregada por el páncreas, tiene muchos efectos. Uno de ellos es retirar el exceso de glucosa en sangre y almacenarla en grasa.

-Masticar bien la comida. Es clave para mantener el vientre plano y prevenir las flatulencias. Hay que masticar mucho los alimentos porque la digestión empieza en la boca. Cuanto más fácil le deje la digestión al organismo menos gases y ácidos se segregarán durante el proceso.

Son pan para hoy... y hambre para mañana... Los alimentos de alto IG (como el azúcar) producen un efecto euforia por el incremento de glucosa. Pero el efecto rebote es muy brusco: sentirá una bajada brusca de energía haciendo que nos sintamos cansados y de mal humor.

-Beba dos litros de agua al día. Para evitar retener más líquidos, lo mejor que puede hacer es beber más de dos litros de agua al día, eso sí, incorporando este hábito poco a poco si no está acostumbrado. El agua no contiene calorías y su efecto saciante le ayudará a perder peso de manera más fácil.

-Aguas soborizadas y té. Olvídese del alcohol y las bebidas azucaradas. Además del agua, lo mejor es beber infusiones y aguas saborizadas con frutas o verduras, un sencillo hábito que ayuda a mantener la línea.

-Use sal marina. La sal muchas veces es la responsable de un abdomen inflamado. Use sal baja en sodio para marcar la diferencia. Tampoco es recomendable no consumir demasiada salsa de soja porque ésta siempre es muy salada y causa flatulencias.

-Aumente el consumo de fibra. Una dieta baja en fibra puede causar distensión abdominal y que estemos más hinchados en esta zona. Al consumir más frutas y verduras frescas que contengan fibra ayudaremos a eliminar rápidamente del organismo esos alimentos que puedan causarnos hinchazón.

-Evite cenar tarde. Debe ser la comida más ligera del día. Pero además, debe intentar cenar temprano. Las personas que cenan tarde consumen menos calorías.

-Haga ejercicio al menos tres veces por semana. El deporte es fundamental. Incluso aunque no pueda ir al gimnasio o correr, está demostrado que caminar a ritmo rápido tiene múltiples beneficios y quema casi tantas calorías como el 'running'. No obstante, a la hora de aumentar el ejercicio, los entrenamientos interválicos HIIT de alta intensidad han demostrado resultados abrumadores para reducir la grasa visceral que se acumula en el abdomen.

Expansión.com

martes, 15 de marzo de 2016

TRAMPAS PSICOLÓGICAS QUE TE ARRUINAN LA VIDA



Guía para no complicarse el día a día y dejar de amargarse a propósito. En vez de detectar las pegas, aplique estos antídotos.
1.     La bola de cristal: dejarnos engañar por las expectativas: Laura es una persona sociable y le encanta estar en grupo. Cree que todos perciben la realidad de la misma manera que ella. ¿A todo el mundo le gusta estar con los demás? Hoy está indignada, el sábado no consiguió quedar con nadie porque todos tenían sus planes. «¿Por qué no me incluyen?». ¡No es justo! es la expresión final de una persona que ha caído en la trampa de las expectativas: los demás se tienen que comportar como ella espera porque es la única forma justa. El resultado es el enfado y la decepción constantes.
Antídoto: Las personas tenemos historias y experiencias diferentes por eso cambia lo que es justo para cada uno de nosotros. Admite que lo que es válido para ti no tiene por qué serlo para otros. Juega a «un día en la vida de otra persona». Ponte en los zapatos de otro e imagina la realidad a través de su mirada.
2.     Rendirnos antes de tiempo: Iván sólo tiene dos años y su juego de construcciones pone a prueba su seguridad en sí mismo. A la menor dificultad afirma «no puedo» y espera a que su madre le ayude. Esa presunta incapacidad acaba por convertirse en realidad cuando ella afirma: «No se le dan bien estas cosas». Abandonar a la primera dificultad es cómodo pero se paga un alto precio en autoestima y desconfianza en nuestras capacidades. Hoy en día le pasa a muchos jóvenes sobreprotegidos. Hay que intentarlo con ganas, ponerse a prueba y equivocarse.
Antídoto: Haz una lista de veinte posibles soluciones para obtener lo que quieres y prueba al menos cinco. Si no obtienes lo que quieres, sólo entonces pide apoyo para alcanzar tu objetivo. El aprendizaje de nuevas habilidades será tu recompensa. «La resignación es un suicidio cotidiano» (Honoré de Balzac).
3.     Intentar buscar explicación a todo lo que sucede: El filósofo Hegel decía que si la teoría no concuerda con los hechos, peor para los hechos. Para los que caen en esta trampa tienen que conseguir que la realidad tenga una explicación lógica. Piensan en los problemas en lugar de resolver problemas. Confunden pensar con hacer e incluso pueden acabar por tener parálisis en vez de darle al análisis. El conocimiento no siempre nos garantiza la felicidad. Si te ha dejado tu pareja de nada sirve saber que el motivo es que está con alguien que tiene 20 años menos que tú y prepara mejor la pizza.
Antídoto: Deja de pensarlo todo tanto y vuelve a ser un poco niño/a -esos locos bajitos-. Date permiso para hacer una cosa sin sentido durante esta semana, quizás algo que te gustaba hacer de niño: pisa charcos, lanza aviones de papel desde el balcón con tus hijos o dale la murga al público en un karaoke.
4.     Dar por verdadero y universal lo que sólo son tus sentimientos: Hay personas que caen en sus trampas proféticas. Si algo lo dicen sus tripas, entonces se convierte en una realidad indiscutible. Tener una intuición puede ser una fuente de conocimiento extra para tomar decisiones pero también puede dirigirnos hacia la profecía autocumplida, es decir, buscamos en la realidad sólo aquello que confirma nuestra intuición. El amor es uno de los mayores autoengaños en este sentido. Cuando el amor termina, nos preguntamos: ¿cómo es que no me di cuenta antes?
Antídoto: Lo importante es que la intuición se corrobore con hechos. Juega a ser un detectivesco Sherlock Holmes: ¿cuáles son los hechos? Diferencia tu hipótesis de lo que de verdad está pasando. «Me ha mandado sólo tres whatsapps» es un hecho. ¡Se está hartando! es la hipótesis de Juan, que no parece ayudar a llevar a buen puerto su relación.
5.     Seguir rituales creyendo que influirán en nuestro destino: Todos necesitamos vivir con la ilusión de que las cosas serán diferentes. Si soy bueno, todo saldrá bien, piensan los niños. El problema es alimentar la ilusión separándose del principio de realidad o creer que podemos influir en el destino con rituales mágicos más allá de la lencería roja de Nochevieja. Esto nos lleva a grandes desilusiones. Otro pensamiento mágico es la necesidad de control, el tener todo previsto y verificado como forma de evitar y calmar la angustia. El intento de control lleva a la pérdida de autocontrol.
 Antídoto: Mantén a raya la tendencia a ensoñar. Una expectativa elevada hace que el camino sea hermoso pero el destino decepcionante. Ponte un objetivo y cada día da un pequeño paso hacia esa meta. Sólo valora aquello que efectivamente hayas conseguido. La realidad es tu amiga.
6.     Aplazar, procrastinar: «Ojalá pudiera disponer de un equipo de enanitos que ejecutaran todo lo que yo pienso», dice Manuel. Sus intenciones no se corresponden con sus acciones. Tiene una tendencia irracional a retrasar su trabajo. Deja para mañana lo que puede, prefiere acabar luego lo que ha empezado hoy. Es una persona bloqueada para la acción que aplaza sus buenos planes hasta el futuro con la esperanza de encontrar el mejor momento. La pérdida de tiempo innecesaria es un problema que genera caos, sufrimiento y baja productividad.
Antídoto: Regla de los dos minutos: si tienes dos minutos, levántate y hazlo, repitiendo mentalmente: «Ahora es el mejor momento para llevar a cabo lo que quiero». Haz una jerarquía de tareas: comienza por las que más te gustan. Aprende a manejar el tiempo: programa objetivos a corto plazo y si es necesario fragmenta las tareas largas.
7.     Evitar aquello que tememos: Cada vez que Nani quiere salir de casa a comprar materiales para sus juguetes artesanos le surge una gran sensación de inseguridad. El trabajo le encanta pero no se siente muy segura aún. Decide quedarse en casa cocinando hasta que se le pase el miedo. Hace meses que ha dejado de salir y ha engordado 10 kg. Mirar para otro lado es el factor básico de la conducta fóbica. Evitar todo lo que tememos al principio nos hace sentir seguros pero luego aumenta nuestra sensación de inseguridad. Lo que al principio ayuda, al final daña.
Antídoto: Estar dispuestos a afrontar la realidad para después decidir si seguir adelante o no. Pon en práctica la máxima de los valientes, haz cada día al menos una cosa que temas. Evita evitar. Arriesga con prudencia y descubrirás que tienes más recursos de los que imaginas y más confianza en ti mismo.
8.     Tener pareja o amigos que nos humillan o desprecian: Lola ha conseguido un buen grado de autoestima. Se cuida, trabaja en lo que le gusta, tiene amigas fieles y divertidas, cuida de su hija y de sí misma a la perfección. Todo se complica cuando se mete en una relación. En lugar de buscar parejas, encuentra personas necesitadas que acaban por exigirle ayuda constantemente. Pierde su autoestima en cuanto se relaciona y pronuncia su frase fatídica: «¡Pobrecillo!». Muchas investigaciones avalan que las relaciones pueden influir en la prevención o empeoramiento de enfermedades digestivas, cardiovasculares, piel, migrañas, adicciones, etc. Tenlo en cuenta.
Antídoto: Imagina un círculo en el que incluyes a tu pareja, tus amigos, familiares, hijos, compañeros e incluso personas con las que tienes dificultades. Será tu círculo de afecto, donde visualizas que tienes relaciones armoniosas con todo aquel que entra en el círculo. No olvides incluirte a ti mismo.
9.     'Parlanchineo': Contar todo y a todos porque así padecemos menos: Carmen le cuenta a todo el mundo -le pregunte o no- sus problemas con sus compañeras. No deja espacio para su intimidad ni para la de su familia y amigos. Lo cuenta todo. El poder de la palabra está sobrevalorado. Abrirse y hablar siempre viene bien, se dice. Todos hemos sufrido a alguna de esas personas que no paran de contarte su vida, hasta agotar nuesta paciencia. Hablan para escucharse y lograr convencerse a sí mismos. ¿Con quién me voy a desahogar? En particular hablar de obsesiones y miedos con todo el mundo no ayuda porque nos sirve para validarlas y alimentarlas. Es como añadir leña al fuego.
Antídoto: El arte de callar y escuchar. Aprender a distinguir lo que hay que contar y lo que es bueno callar. No conviertas las orejas de los demás en tu cubo de basura: nunca sobrepases los 20 minutos de desahogo. Saber soportar el peso de nuestros problemas sin descargarlo sobre el que tenemos al lado es síntoma de madurez.
10.  Dar más importancia a la felicidad de los otros que a la nuestra: Ser una persona amable no parece un problema. ¿Por qué ha de ser negativo querer que los demás sean felices? Las personas complacientes suelen ocuparse de los demás a expensas de sus necesidades porque temen las reacciones negativas. Al evitar las situaciones difíciles no aprenden a resolver conflictos y se convierten en víctimas de personas tóxicas que intimidan o manipulan. Complacer a los demás es sólo una forma de tener miedo. Una conducta de evitación que merma la autoestima porque esconde una personalidad dependiente que busca la aprobación de los demás y deja de oír la voz interior que quiere cuidar de uno mismo.
Antídoto: Ante una petición de otro, toma tiempo para pensar si te conviene. Prueba a hacer propuestas diferentes. Aprende a decir «lo que yo quiero» frente a «lo que tengo que hacer». Recuerda que en algunos momentos está muy bien no ser tan amable.
11.  Compararnos con los demás para demostrarnos que somos menos: Luis se compara con lo que él mismo hacía antes, con otras personas a su alrededor, con lo exnovios de sus parejas y ¡siempre sale perdiendo! Es un chico agraciado e inteligente pero en su mente tiene instalada la comparación automática que le produce sentimientos absurdos de culpa y preocupación. No te compares si va a servir para rechazarte y juzgarte. No mires al pasado para sentir vergüenza. La comparación no ayuda a avanzar por mucho que hayamos crecido con ella desde niños.
Antídoto: Eres único y diferente. Vive en el ahora. Repite todas las veces que puedas que te aceptas como eres hoy mientras haces cambios en tu vida. Mírate al espejo y dedícate una sonrisa afectuosa y afirma que tu prioridad es cuidar de ti. Busca cada día tres cosas positivas que te hayan hecho sentir bien contigo mismo.
12.  Ayudar a toda costa: «Si un individuo es capaz de amar productivamente también se ama a sí mismo; si sólo sabe amar a los demás no sabe amar en absoluto» (E. Fromm). El amor supone la capacidad de amar y ser amado. Mari cuando se siente peor llama a alguien que necesite ayuda, de esta manera se olvida un buen rato de sus problemas. Una relación sana es flexible, unas veces, tú ofreces apoyo y otras descubrirás al otro cuidando de ti. Resolver todos los problemas de nuestros allegados no sirve de ayuda porque significa impedirles que desarrollen la confianza en sus propios recursos personales.
Antídoto: Deja de apadrinar. Cuando estés pensando en ayudar a otra persona que no te lo ha pedido plantéate ¿qué es lo que podría hacer para mí mismo en este preciso momento? Disfruta más, busca durante un tiempo compartir experiencias lúdicas y no sólo estar disponible cuando hay problemas en tu entorno.
ISABEL SERRANO ROSA

martes, 1 de marzo de 2016

EL ALUMNO Y EL MAESTRO


“Cuando el Alumno Está Preparado, Aparece el Maestro”




“Cuando el Alumno Está Preparado, Aparece el Maestro”.
Un antiguo proverbio Zen dice:

“CUANDO EL ALUMNO ESTE PREPARADO APARECERA EL MAESTRO”

Examinemos las cuatro palabras clave de este proverbio zen

*ALUMNO. Sé un alumno. Permanece abierto y dispuesto a aprender de todos y cada uno. Ser alumno significa tener espacio interior para un nuevo saber. Cuando estás verde creces y cuando estás maduro te pudres. Cuando sepas de corazón que cada persona… que encuentras en la vida tiene algo que enseñarte, podrás aprovechar al máximo lo que esta te ofrezca.

*PREPARADO. Sé un alumno dispuesto. Como alumno, sabes que todos y todo pueden de algún modo ser tus maestros. Como alumno dispuesto, ansías lo que todos y todo pueden ofrecerte. El “giro equivocado” que te lleva a un lugar nuevo e inesperado es una oportunidad para crecer. Preparado significa dispuesto. Disposición genuina y auténtica. Cuando estés asi dispuesto, descubrirás a tu propio maestro personal.

*MAESTRO. El maestro está en todas partes. La ayuda que necesitas será facilitada por el universo en cuanto conviertas tu preparación en disposición. En cuanto estés dispuesto, encontrarás maestros en cada rincón de tu vida.El maestro puede muy bien ser un alma experimentada dispuesta a ayudarte y guiarte hacia los milagros que buscas. Esa alma sabia ha estado siempre a tu disposición. Es tu disposición la que hace que el maestro pueda ayudarte.Los maestros aparecen bajo diversas formas. El tuyo puede ser una cinta que alguien ha dejado “por accidente” en tu coche. Tú maestro puede también ser un libro o un artículo que te haya recomendado un amigo o puede ser tu asistencia a una conferencia… El maestro puede ser un niño que te coge de la mano y te hace una pregunta en la que tú no habías pensado hasta ese momento, y la respuesta que le das al niño es la respuesta que te das a ti mismo. Tu maestro puede ser invisible y aparecer en forma de un pensamiento que viene a tu mente en un momento tranquilo de contemplación, y te anima a seguir una dirección determinada. Cuando tú, el alumno, estés preparado y dispuesto, el maestro aparecerá. Sólo tienes que echar un vistazo en derredor, mirar con ojos nuevos y preguntarte en silencio: “¿quién es mi maestro?”.

*APARECERÁ. El maestro hace su aparición en todo y en todos cuantos lugares te encuentras. No existen en realidad los accidentes. El universo tiene un propósito. Si el maestro estaba allí y tú lo has pasado por alto, ello formaba parte de la perfección en ese momento en concreto. El maestro estaba allí antes que tú, pero no estaba allí para ti. Aquello era entonces y esto es ahora. Hoy, cuando estás dando un propósito a tu vida y adquiriendo la capacidad de hacer aparecer milagros en tu vida, reconocerás al maestro.”

Wayne Dyer.

martes, 26 de enero de 2016

EL CÓDIGO SAMURAI

 El credo del samurai:
No tengo parientes, Yo hago que la tierra y el cielo lo sean.
No tengo hogar, Yo hago que el shintao lo sea.
No tengo poder divino, Yo hago de la honestidad mi poder divino.
No tengo medios, Yo hago mis medios de la docilidad.
No tengo poder mágico, Yo hago de mi personalidad mi poder mágico.
No tengo cuerpo, Yo hago del estoicismo mi cuerpo.
No tengo ojos, Yo hago del relámpago mis ojos.
No tengo oídos, Yo hago de mi sensibilidad mis oídos.
No tengo extremidades, Yo hago de la rapidez mis extremidades.
No tengo leyes, Yo hago de mi auto-defensa mis leyes.
No tengo estrategia, Yo hago de lo correcto para matar y de lo correcto para restituir la vida mi estrategia.
No tengo ideas, Yo hago de tomar la oportunidad de antemano mis ideas.
No tengo milagros, Yo hago de las leyes correctas mis milagros.
No tengo principios, Yo hago de la adaptabilidad a todas las circunstancias mis principios.
No tengo tácticas, Yo hago del vacío y la plenitud mis tácticas.
No tengo talento, Yo hago que mi astucia sea mi talento.
No tengo amigos, Yo hago de mi mente mi amiga.
No tengo enemigos, Yo hago del descuido mi enemigo.
No tengo armadura, Yo hago de la benevolencia mi armadura.
No tengo castillo, Yo hago de mi mente inamovible mi castillo.
No tengo espada, Yo hago de mi no mente mi espada.

LAS SIETE REGLAS DEL SAMURAI




Introducción

El Bushido, que literalmente significa "El Camino del Guerrero", se desarrolló en Japón entre las eras Heian y Tokugawa (S.IX-XII). El Bushido era el código, la ley, que regía las vidas de los samuráis, una clase de guerreros similares militarmente a los caballeros medievales europeos, pero radicalmente distintos a ellos en sus vidas cotidianas, fuera de la guerra. Los samuráis seguían un ceremonial específico cada día de su vida, así como en la guerra.

martes, 29 de diciembre de 2015

LA MATANZA DEL SEPTIMO DE CABALLERÍA

Territorio EEUU (gris); territorio indio (verde)
Territorio EEUU (gris); territorio indio (verde)
Edaf  










 Wounded Knee. 125 aniversario
 Una unidad heroica cuyos soldados no titubeaban cuando se les ordenaba lanzarse a la carga contra un grupo innumerable de indios. Gracias a los largometrajes de Hollywood, así es como vemos en la actualidad al popular Séptimo de Caballería. Un regimiento norteamericano que fue creado a mediados del siglo XIX para –en plena expansión hacia el Oeste de los Estados Unidos a costa de la tierra de los nativos- defender las fronteras entre los estados de los «blancos» y los de los «pieles rojas». Sin embargo, y a pesar de que la pequeña pantalla nos ha transmitido que esta unidad era un ejemplo del respeto hacia los indígenas, la realidad era bien distinta. Y es que, sus soldados cometieron todo tipo de excesos contra este pueblo. El 29 de diciembre de 1890 se sucedió, precisamente, uno de los más famosos cuando un destacamento de estos jinetes asesinó a sangre fría a casi 300 siouxs -la mayoría mujeres y niños desarmados- cerca del arroyo de Wounded Knee, en Dakota del Sur. El acto suscitó tal vergüenza que fue «vendido» por el gobierno como una batalla decisiva para detener una presunta revolución. 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

PARA ESTAR EN FORMA

“El ejercicio es clave”, recuerda Marcos Flórez, director de la web de entrenadores personales a domicilio Estarenforma.com. En efecto, hay infinidad de publicaciones científicas que avalan la necesidad de ejercicio para, entre otras muchas cosas, cuidar el corazón. “Se ha demostrado una influencia positiva en la demencia en edades avanzadas, reduce el riesgo de diabetes tipo 2 (no insulino-dependiente, la más común), y los investigadores del Centro de Regulación Genómica de Barcelona aseguran que podría aumentar la salud del corazón mejorando la fuerza de las células cardíacas…”, enumera Flórez.
¿Cuánto ejercicio hacer? “Desde la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard afirman que realizar 150 minutos semanales es beneficioso, pero hacer 300 lo es aún más. Pero menos de 150 también es bueno. El Colegio Americano de Medicina Deportiva recomienda entre 150 y 300 de ejercicio moderado o entre 60 y 180 de alta intensidad”, concluye.
1. Caminar, carrera suave, nadar o bici
Comience caminando 10 minutos. Haga 30 segundos de cualquiera de los siguientes ejercicios y altérnelos con 5 minutos de caminar, carrera suave, nadar o 5 minutos de bicicleta hasta completar una rutina de 30 minutos.
2. Sentadilla (pulse sobre la imagen para ver el vídeo)
De pie, con los pies apuntando ligeramente hacia fuera y separados la misma distancia que hay entre las caderas. Haga como si fuera a sentarse, pero cuando las caderas estén a la altura de las rodillas, vuelva a subir. Mantenga los talones en el suelo.
3. Sentadilla con piernas separadas (pulse sobre la imagen para ver el vídeo)
Repita el mismo movimiento que en el ejercicio anterior, pero separe las piernas el doble y haga que las puntas de sus pies apunten ligeramente hacia fuera. Ayúdese a mantener el equilibrio colocando los brazos estirados al frente.
4. Desplazamiento con paso atrás (pulse sobre la imagen para ver el vídeo)
Apoye las manos en las caderas y separe ligeramente los pies. Comience dando un paso atrás con una de las piernas mientras flexiona la de apoyo. No deje que su rodilla toque el suelo y vuelva a la posición inicial. Cambie de pierna.

martes, 24 de noviembre de 2015

sábado, 21 de noviembre de 2015

LOS ENEMIGOS DEL HOMBRE

Los verdaderos enemigos del hombre son seis:
1.- lujuria
2.-ira
3.-avaricia
4.-embriaguez
5.-soberbia

6.-desesperanza

El triunfo sobre ellos hace mucho más fácil vencer a los demás.

   Ghandi

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