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martes, 28 de febrero de 2017

RUTINA PARA REDUCIR CINTURA


DIETA PARA HOMBRES

Las 15 claves de la perfecta dieta masculina

Aunque Edgson ha diseñado la dieta de siete días con unos alimentos y raciones concretas, cree que la mejor dieta para los hombres debe diseñarse según una serie de normas, que resume en 15 puntos, los cuales pueden seguirse en la dieta de mantenimiento que sigue a su plan de acción de una semana.

1. Di no al pan

Y los sándwiches, los cereales, la pizza y la pasta. Edgson asegura que quitar estos carbohidratos de la dieta hace que nos sintamos más enérgicos.

2. Di sí a la proteína

Toda la proteína animal está permitida, porque contiene los ocho aminoácidos esenciales para nuestro cuerpo, que sólo podemos obtener a través de la dieta. También están permitidos los huevos y la casquería (que es una buena fuente de vitaminas B y D).

3. Come cada cuatro horas

Hay que evitar tener hambre, para no caer en la tentación. Por ello Edgson recomienda comer algo cada cuatro horas: frutos secos, barras de cereales, legumbres… Son comidas que contienen muchos minerales, como el magnesio, que se desgastan mucho cuando estamos sometidos a situaciones de estrés.

4. Los lácteos están permitidos

Los lácteos pueden consumirse en esta dieta, pero sólo en su forma natural, nunca azucarados. El queso debe consumirse con moderación. Los helados son el único lácteo que no está permitido, pues contienen siempre mucha azúcar.

5. Come pescado

Todo el pescado está permitido, incluso a diario, pero sólo se pueden tomar dos raciones de marisco a la semana, pues tiene mucho colesterol “malo”.

6. Elige vegetales que crecen sobre la tierra

Los vegetales que crecen sobre tierra tienen un menor índice glucémico que los que crecen bajo tierra, por lo que liberan su energía durante un periodo mayor. En la dieta no están permitidas las patatas, los nabos, las remolachas y las zanahorias. El resto de verduras deben tomarse a diario.

7. Come legumbres

Las legumbres son ricas en proteínas vegetales. Además de las judías, los garbanzos y las lentejas Edgson recomienda el consumo de quinoa, que se puede añadir a las ensaladas o como guarnición.

8. Potencia las ensaladas

Las ensaladas son la comida perfecta de esta dieta, pero es recomendable que vayan bien surtidas para que podamos tomarlas como plato único. La nutricionista recomienda añadir a las ensaladas algo de proteína (ya sea atún, pollo o pavo), frutos secos o queso, para evitar que nos quedemos con hambre.

9. Come manzanas, no plátanos

La fruta está limitada en la dieta, debido al azúcar que contiene. Lo más recomendable son las manzanas, las peras y los frutos secos. El plátano no debe comerse nunca, dado su alto índice glucémico.

10. Nunca comas en el chino

La comida asiática (india, tailandesa, vietnamita y china) está prohibida en esta dieta, pues suele contener grandes niveles de azúcares añadidos, aditivos y espesantes. El arroz no está permitido en ninguna de sus formas.

11. Bebe agua

Debes beber, como mínimo, dos litros de agua al día, sobre todo por la tarde, cuando la fatiga hace que te deshidrates más. Si tienes hambre fuera de las cuatro comidas del día, bebe agua: aunque parezca una perogrullada, mucha gente confunde hambre y sed. Los zumos están prohibidos, pues contienen demasiada azúcar. Los tés pueden ayudarte a beber más agua, pero no debes añadirles azúcar.

12. No tomes productos light

Muchos productos 'light' reducen la grasa añadiendo azúcar o sal, lo que no es recomendable para esta dieta. Para que no haya dudas, lo mejor es evitarlos.

13. Elije métodos de cocción adecuados

A la hora de cocinar puedes realizar los platos a la plancha, hervidos, tostados, horneados y al vapor. Nunca debes freír.

14. No bebas alcohol

Durante los siete días de dieta no debes beber nada de alcohol.

15. Todo el azúcar está prohibido

No sólo debes evitar añadir azúcar al café, además está vetada la miel, los zumos, la mermelada, los refrescos y todos los alimentos procesados que contengan azúcares añadidos. Si tu cuerpo te pide dulce a toda costa tienes como alternativa la canela, la nuez moscada, el anís, la vainilla y, claro está, todas las frutas permitidas.

Un ejemplo de dieta de siete días

lunes, 20 de febrero de 2017

MÉTODO PARA CONSERVARSE SANO

El decálogo de Takahashi

1. Nunca es tarde para empezar a cuidarse.

2. Practica deporte o algún tipo de ejercicio a diario.

3. Mantente activo, una buena forma física reduce los síntomas del envejecimiento.

4. Considera las tareas cotidianas como ejercicios.

5. El ejercicio fortalece el cuerpo y la mente.

6. Haz trabajar tu cerebro a diario, por ejemplo, con la lectura.

7. Camina cada día y utiliza las escaleras cuando sea posible.

8. Sé constante, es la clave para mantenerse sano.

9. Busca una meta sencilla y, cuando la consigas, busca otra.

10. Elige la actividad que te haga sentir mejor o que más te llene.
 'El método japonés para vivir 100 años' (Ed. Planeta).

miércoles, 8 de febrero de 2017

PARA RELAJARTE

 Sentimos que el tiempo no alcanza para nada, nos sentimos presionados y nos enfermamos por estrés. Te dejamos estos sencillos consejos para ayudarte
 
1. Disfruta cada día.

2. Levántate a tiempo para empezar el día sin apuros.

3. Deja un poco de tiempo extra para hacer las cosas o llegar a algún lugar.

4. Aprende a decir que no a proyectos que no pueden introducirse en tu horario de trabajo o que comprometerían tu salud mental.

5. Delega tareas a personas capaces.

6. Simplifica tu vida.

7. Recuerda que menos es más.

8. Ordena tu tiempo. Dale más tiempo a grandes cambios o proyectos difíciles.

9. Organízate de tal manera que cada cosa tenga su espacio.

10. Escribe las cosas.

11. Todos los días encuentra un momento para estar a solas contigo mismo/a y otro para estar a solas con Dios.

12. Haz suficiente ejercicio.

13. Aliméntate bien, con una dieta saludable y balanceado/a.

14. Bebe agua. Tu cuerpo se deshidrata cuando estás bajo estres, tensión ó ansiedad. Beber agua contribuye a la relajación.

15. Haz oración.

16. Descansa lo suficiente.

17. Toma un baño relajante.

18. Camina, ponte ropa cómoda y camina un rato. Una caminata al aire libre, de 10 a 30 minutos diarios, te ayuda a relajarte.

19. Lleva contigo algo para leer mientras esperas en colas.

20. Cultiva un hobbie o afición.

21. Sonríe.

22. ¡Ríe más fuerte!

23. Desarrolla una actitud tolerante; la mayoría de las personas tratan de hacer las cosas de la mejor manera posible.

24. Habla menos, escucha más.

25. Sé amable con las personas que no lo son; tal vez ellos lo necesitan más.

26. Rodeate de recuerdos lindos, enmarca tus fotos favoritas y colócalas en un sitio visible, pon frases positivas en lugares visibles.

27. Reduce el ritmo, aprende a disfrutar cada momento de tu vida.

28. Empieza a buscar amistad con gente feliz y no estresado/a.

29. Ve a dormir en el momento preciso. Duerme mínimo 7 horas

30. Todas las noches, antes de dormir, haz un examen de conciencia y un recuento de todas las cosas buenas que tuviste en ese día. Agradece a Dios, pide perdón por tus faltas y pídele que te dé un descanso reparador.
Pildoras.net

martes, 8 de noviembre de 2016

HÁBITOS A CAMBIAR SI SE QUIERE SER MÁS FELIZ



Hábitos que debemos cambiar para ser más felices

1.     Rodearnos de gente negativa: No te dejes arrastrar a la espiral de negatividad a la que alguna gente quiere invitarte. Debes rodearte de gente inspiradora, de personas que te hagan ser cada día mejor. La vida es demasiado corta para perder el tiempo así.
2.      Comparar nuestra vida con la gente de las redes sociales: Normalmente, muchas de las cosas que vemos en nuestras redes sociales no son verdad o están maquilladas. No hace falta que abandones las redes sociales pero tampoco es bueno volverse adicto.
3.     Inmunidad: Con internet parece que nos hemos inmunizado ante las cosas que pasan. Sigue sorprendiéndote porque cada día pasan cosas extraordinarias.
4.     No socializar: Este comportamiento es una señal de que no eres feliz. Muchos estudios aseguran que aunque no vayas con ganas, socializar siempre es bueno para el estado de ánimo.
5.     Culpar: Si te dedicas a culpar de tus males a circunstancias o gente de tu alrededor aceptas que no tienes ningún control de tu vida, lo que afecta negativamente a tu estado de ánimo.
6.     Controlar: Tienes que controlar tu vida pero en su justa medida. A veces, podemos caer en el error de querer controlar demasiado, como actitudes de personas y comportamientos. Esto es imposible, por lo que al intentarlo nace una tristeza que no es buena.
7.     Quejarse: Si no paras de quejarte de lo mal que van las cosas, tu mente afirma los pensamientos negativos y los potencia. Siempre podemos quejarnos, pero existe una delgada línea entre hacerlo con fines terapéuticos o alimentando la negatividad.
8.     Impresionar: Impresionar a los demás por tus objetos materiales nunca ha sido una buena idea. Aunque surta efecto a corto plazo, te creará una ansiedad de mantener esa impresión que alejará a la felicidad de tu vida. Céntrate en las personas que tienes en tu círculo cercano y olvida las cosas materiales.
9.     Negatividad: Olvida las cosas malas que han pasado y no te preguntes el por qué. Acéptalo y da gracias por todas las cosas buenas que te han pasado. Deja a un lado la actitud pesimista.
10.  El descuido de fijar metas: Fíjate unas metas que te ayuden a mejorar día a día y a avanzar. Si te quedas estancado te preguntarás por qué las cosas nunca cambian.

martes, 18 de octubre de 2016

ENEMIGOS DE LA FELICIDAD

Los 7 grandes enemigos de la felicidad

Pero, ¿cuáles son habitualmente los principales enemigos de la felicidad? La psicóloga explica algunos factores clave:

•Control emocional. Es imprescindible saber gestionar las emociones, tomando conciencia de que las personas somos mucho más que las diferentes emociones que experimentamos en determinados momentos y, de esta forma, conseguir que las emociones no nos esclavicen y dominen nuestra vida. Por ejemplo, cuando estamos enfadados y sentimos ira destruimos y somos capaces de hacer cosas que en un estado de relajación jamás hubiéramos hecho.

•La ignorancia. Las personas inteligentes se tratan bien a sí mismos y en consecuencia tratan bien a los demás.

•Los pensamientos negativos o creencias limitadoras. Hay que aprender a detectar los pensamientos automáticos de nuestra mente y no darles crédito. Debemos observarnos a nosotros mismos y ser capaces de tomar ciencia de estos pensamientos para bloquearlos y poder desarrollar unos pensamientos nuevos que nos permitan vivir una vida más libre y creativa. Evitar pensamientos como el del alumno que suspende matemáticas y piensa que jamás será un buen estudiante. Si lo piensa se dará cuenta de que aunque no valga para las matemáticas podrá valer en otras facetas de la vida. Por suerte no todos valemos para lo mismo.

•El miedo. Es uno de los principales enemigos del ser humano, ya que nos paraliza. Cada vez que lo sintamos, podemos preguntarnos ¿qué es lo peor que me podría pasar si me atrevo a hacer aquello que deseo? Veremos que las consecuencias no son tan catastróficas como nuestra mente nos hace creer. Si además decidimos pasar a la acción, nos habremos dado el permiso de comprobar que rara vez se confirman nuestros máximos temores y, además, pronto descubriremos que somos capaces. El miedo se vence pasando a la acción y esto nos va a hacer que crezcamos en autoestima.

•No saber perdonar. Debemos reconocer que todos, como seres humanos, podemos sentir y sentimos pereza, celos, rabia u otras emociones destructivas. El primer acto para mejorar pasa por el reconocimiento de dichas emociones y el perdón de las mismas. Así el perdón al otro nos resultará mucho más fácil. Dejar de criticar y juzgar ahorra mucha energía.

•Aceptación. Debemos intentar transformar y mejorar todo lo que depende de nosotros mismos y aprender a aceptar las situaciones que llegan y que no depende de nosotros. Por ejemplo, aceptar una ruptura por parte de la otra persona. La aceptación siempre entendida como un acto de madurez y no de resignación.
•Reconocer las voces del ego y la conciencia (al ángel y al demonio). Debemos aprender a reconocer a estas dos voces y saber desde donde queremos contestar, desde nuestros instintos más básicos o desde los valores más elevados como la misericordia o la empatía. Es una decisión personal.
Según la psicóloga, para que el cambio ocurra solo nos necesitamos a nosotros mismos. «Si las claves de la felicidad ya viven en nosotros, ¿porque no trabajar en conquistarlas en vez de conformarnos con los mecanismos aprendidos? Locura es pretender que las cosas cambien si seguimos comportándonos de la misma manera.

  (Tomado de ABC)

miércoles, 15 de junio de 2016

PARA REDUCIR BARRIGA



La operación bikini se nos ha echado encima y si quiere lograr resultados para eliminar tripita en tiempo récord toca cambiar de hábitos. Con estos sencillos trucos conseguirá perder peso y lucir un vientre plano.

-Elimine el azúcar de su dieta. Intente consumir el mínimo de azúcar. La insulina se mantendrá en niveles bajos, y el glucagón alto. Esta es la hormona que mejor le ayudará a combatir el vientre hinchado.

-Haga cinco o más comidas al día. Es mejor comer muchas veces al día pero en pequeñas cantidades. Así, el organismo se mantendrá siempre activo y gastarás más calorías. Especialmente no abandone el desayuno, y así empezará el día con más fuerza, evitando los atracones.

-Coma proteínas sólo en la 'hora mágica'. Las comidas que contengan proteína deben ingerirse en esa hora que va desde las 15,00 a las 16,00 horas. Es un momento clave para estimular el metabolismo y equilibrar el nivel de azúcar en la sangre. Cuanto más bajo sea el nivel de azúcar en la sangre más baja mantendrá la insulina, y la insulina hace almacenar grasa en torno al abdomen. Comer cada tres o cuatro horas mantendrá en orden el azúcar en la sangre. No es buena idea dejar pasar cinco o seis horas entre cada comida.

¡Ojo con los antojos!

A los 30 minutos de ingerir un carbohidrato de alto índice glucémico se produce un pico de insulina. Esta hormona, segregada por el páncreas, tiene muchos efectos. Uno de ellos es retirar el exceso de glucosa en sangre y almacenarla en grasa.

-Masticar bien la comida. Es clave para mantener el vientre plano y prevenir las flatulencias. Hay que masticar mucho los alimentos porque la digestión empieza en la boca. Cuanto más fácil le deje la digestión al organismo menos gases y ácidos se segregarán durante el proceso.

Son pan para hoy... y hambre para mañana... Los alimentos de alto IG (como el azúcar) producen un efecto euforia por el incremento de glucosa. Pero el efecto rebote es muy brusco: sentirá una bajada brusca de energía haciendo que nos sintamos cansados y de mal humor.

-Beba dos litros de agua al día. Para evitar retener más líquidos, lo mejor que puede hacer es beber más de dos litros de agua al día, eso sí, incorporando este hábito poco a poco si no está acostumbrado. El agua no contiene calorías y su efecto saciante le ayudará a perder peso de manera más fácil.

-Aguas soborizadas y té. Olvídese del alcohol y las bebidas azucaradas. Además del agua, lo mejor es beber infusiones y aguas saborizadas con frutas o verduras, un sencillo hábito que ayuda a mantener la línea.

-Use sal marina. La sal muchas veces es la responsable de un abdomen inflamado. Use sal baja en sodio para marcar la diferencia. Tampoco es recomendable no consumir demasiada salsa de soja porque ésta siempre es muy salada y causa flatulencias.

-Aumente el consumo de fibra. Una dieta baja en fibra puede causar distensión abdominal y que estemos más hinchados en esta zona. Al consumir más frutas y verduras frescas que contengan fibra ayudaremos a eliminar rápidamente del organismo esos alimentos que puedan causarnos hinchazón.

-Evite cenar tarde. Debe ser la comida más ligera del día. Pero además, debe intentar cenar temprano. Las personas que cenan tarde consumen menos calorías.

-Haga ejercicio al menos tres veces por semana. El deporte es fundamental. Incluso aunque no pueda ir al gimnasio o correr, está demostrado que caminar a ritmo rápido tiene múltiples beneficios y quema casi tantas calorías como el 'running'. No obstante, a la hora de aumentar el ejercicio, los entrenamientos interválicos HIIT de alta intensidad han demostrado resultados abrumadores para reducir la grasa visceral que se acumula en el abdomen.

Expansión.com

martes, 15 de marzo de 2016

TRAMPAS PSICOLÓGICAS QUE TE ARRUINAN LA VIDA



Guía para no complicarse el día a día y dejar de amargarse a propósito. En vez de detectar las pegas, aplique estos antídotos.
1.     La bola de cristal: dejarnos engañar por las expectativas: Laura es una persona sociable y le encanta estar en grupo. Cree que todos perciben la realidad de la misma manera que ella. ¿A todo el mundo le gusta estar con los demás? Hoy está indignada, el sábado no consiguió quedar con nadie porque todos tenían sus planes. «¿Por qué no me incluyen?». ¡No es justo! es la expresión final de una persona que ha caído en la trampa de las expectativas: los demás se tienen que comportar como ella espera porque es la única forma justa. El resultado es el enfado y la decepción constantes.
Antídoto: Las personas tenemos historias y experiencias diferentes por eso cambia lo que es justo para cada uno de nosotros. Admite que lo que es válido para ti no tiene por qué serlo para otros. Juega a «un día en la vida de otra persona». Ponte en los zapatos de otro e imagina la realidad a través de su mirada.
2.     Rendirnos antes de tiempo: Iván sólo tiene dos años y su juego de construcciones pone a prueba su seguridad en sí mismo. A la menor dificultad afirma «no puedo» y espera a que su madre le ayude. Esa presunta incapacidad acaba por convertirse en realidad cuando ella afirma: «No se le dan bien estas cosas». Abandonar a la primera dificultad es cómodo pero se paga un alto precio en autoestima y desconfianza en nuestras capacidades. Hoy en día le pasa a muchos jóvenes sobreprotegidos. Hay que intentarlo con ganas, ponerse a prueba y equivocarse.
Antídoto: Haz una lista de veinte posibles soluciones para obtener lo que quieres y prueba al menos cinco. Si no obtienes lo que quieres, sólo entonces pide apoyo para alcanzar tu objetivo. El aprendizaje de nuevas habilidades será tu recompensa. «La resignación es un suicidio cotidiano» (Honoré de Balzac).
3.     Intentar buscar explicación a todo lo que sucede: El filósofo Hegel decía que si la teoría no concuerda con los hechos, peor para los hechos. Para los que caen en esta trampa tienen que conseguir que la realidad tenga una explicación lógica. Piensan en los problemas en lugar de resolver problemas. Confunden pensar con hacer e incluso pueden acabar por tener parálisis en vez de darle al análisis. El conocimiento no siempre nos garantiza la felicidad. Si te ha dejado tu pareja de nada sirve saber que el motivo es que está con alguien que tiene 20 años menos que tú y prepara mejor la pizza.
Antídoto: Deja de pensarlo todo tanto y vuelve a ser un poco niño/a -esos locos bajitos-. Date permiso para hacer una cosa sin sentido durante esta semana, quizás algo que te gustaba hacer de niño: pisa charcos, lanza aviones de papel desde el balcón con tus hijos o dale la murga al público en un karaoke.
4.     Dar por verdadero y universal lo que sólo son tus sentimientos: Hay personas que caen en sus trampas proféticas. Si algo lo dicen sus tripas, entonces se convierte en una realidad indiscutible. Tener una intuición puede ser una fuente de conocimiento extra para tomar decisiones pero también puede dirigirnos hacia la profecía autocumplida, es decir, buscamos en la realidad sólo aquello que confirma nuestra intuición. El amor es uno de los mayores autoengaños en este sentido. Cuando el amor termina, nos preguntamos: ¿cómo es que no me di cuenta antes?
Antídoto: Lo importante es que la intuición se corrobore con hechos. Juega a ser un detectivesco Sherlock Holmes: ¿cuáles son los hechos? Diferencia tu hipótesis de lo que de verdad está pasando. «Me ha mandado sólo tres whatsapps» es un hecho. ¡Se está hartando! es la hipótesis de Juan, que no parece ayudar a llevar a buen puerto su relación.
5.     Seguir rituales creyendo que influirán en nuestro destino: Todos necesitamos vivir con la ilusión de que las cosas serán diferentes. Si soy bueno, todo saldrá bien, piensan los niños. El problema es alimentar la ilusión separándose del principio de realidad o creer que podemos influir en el destino con rituales mágicos más allá de la lencería roja de Nochevieja. Esto nos lleva a grandes desilusiones. Otro pensamiento mágico es la necesidad de control, el tener todo previsto y verificado como forma de evitar y calmar la angustia. El intento de control lleva a la pérdida de autocontrol.
 Antídoto: Mantén a raya la tendencia a ensoñar. Una expectativa elevada hace que el camino sea hermoso pero el destino decepcionante. Ponte un objetivo y cada día da un pequeño paso hacia esa meta. Sólo valora aquello que efectivamente hayas conseguido. La realidad es tu amiga.
6.     Aplazar, procrastinar: «Ojalá pudiera disponer de un equipo de enanitos que ejecutaran todo lo que yo pienso», dice Manuel. Sus intenciones no se corresponden con sus acciones. Tiene una tendencia irracional a retrasar su trabajo. Deja para mañana lo que puede, prefiere acabar luego lo que ha empezado hoy. Es una persona bloqueada para la acción que aplaza sus buenos planes hasta el futuro con la esperanza de encontrar el mejor momento. La pérdida de tiempo innecesaria es un problema que genera caos, sufrimiento y baja productividad.
Antídoto: Regla de los dos minutos: si tienes dos minutos, levántate y hazlo, repitiendo mentalmente: «Ahora es el mejor momento para llevar a cabo lo que quiero». Haz una jerarquía de tareas: comienza por las que más te gustan. Aprende a manejar el tiempo: programa objetivos a corto plazo y si es necesario fragmenta las tareas largas.
7.     Evitar aquello que tememos: Cada vez que Nani quiere salir de casa a comprar materiales para sus juguetes artesanos le surge una gran sensación de inseguridad. El trabajo le encanta pero no se siente muy segura aún. Decide quedarse en casa cocinando hasta que se le pase el miedo. Hace meses que ha dejado de salir y ha engordado 10 kg. Mirar para otro lado es el factor básico de la conducta fóbica. Evitar todo lo que tememos al principio nos hace sentir seguros pero luego aumenta nuestra sensación de inseguridad. Lo que al principio ayuda, al final daña.
Antídoto: Estar dispuestos a afrontar la realidad para después decidir si seguir adelante o no. Pon en práctica la máxima de los valientes, haz cada día al menos una cosa que temas. Evita evitar. Arriesga con prudencia y descubrirás que tienes más recursos de los que imaginas y más confianza en ti mismo.
8.     Tener pareja o amigos que nos humillan o desprecian: Lola ha conseguido un buen grado de autoestima. Se cuida, trabaja en lo que le gusta, tiene amigas fieles y divertidas, cuida de su hija y de sí misma a la perfección. Todo se complica cuando se mete en una relación. En lugar de buscar parejas, encuentra personas necesitadas que acaban por exigirle ayuda constantemente. Pierde su autoestima en cuanto se relaciona y pronuncia su frase fatídica: «¡Pobrecillo!». Muchas investigaciones avalan que las relaciones pueden influir en la prevención o empeoramiento de enfermedades digestivas, cardiovasculares, piel, migrañas, adicciones, etc. Tenlo en cuenta.
Antídoto: Imagina un círculo en el que incluyes a tu pareja, tus amigos, familiares, hijos, compañeros e incluso personas con las que tienes dificultades. Será tu círculo de afecto, donde visualizas que tienes relaciones armoniosas con todo aquel que entra en el círculo. No olvides incluirte a ti mismo.
9.     'Parlanchineo': Contar todo y a todos porque así padecemos menos: Carmen le cuenta a todo el mundo -le pregunte o no- sus problemas con sus compañeras. No deja espacio para su intimidad ni para la de su familia y amigos. Lo cuenta todo. El poder de la palabra está sobrevalorado. Abrirse y hablar siempre viene bien, se dice. Todos hemos sufrido a alguna de esas personas que no paran de contarte su vida, hasta agotar nuesta paciencia. Hablan para escucharse y lograr convencerse a sí mismos. ¿Con quién me voy a desahogar? En particular hablar de obsesiones y miedos con todo el mundo no ayuda porque nos sirve para validarlas y alimentarlas. Es como añadir leña al fuego.
Antídoto: El arte de callar y escuchar. Aprender a distinguir lo que hay que contar y lo que es bueno callar. No conviertas las orejas de los demás en tu cubo de basura: nunca sobrepases los 20 minutos de desahogo. Saber soportar el peso de nuestros problemas sin descargarlo sobre el que tenemos al lado es síntoma de madurez.
10.  Dar más importancia a la felicidad de los otros que a la nuestra: Ser una persona amable no parece un problema. ¿Por qué ha de ser negativo querer que los demás sean felices? Las personas complacientes suelen ocuparse de los demás a expensas de sus necesidades porque temen las reacciones negativas. Al evitar las situaciones difíciles no aprenden a resolver conflictos y se convierten en víctimas de personas tóxicas que intimidan o manipulan. Complacer a los demás es sólo una forma de tener miedo. Una conducta de evitación que merma la autoestima porque esconde una personalidad dependiente que busca la aprobación de los demás y deja de oír la voz interior que quiere cuidar de uno mismo.
Antídoto: Ante una petición de otro, toma tiempo para pensar si te conviene. Prueba a hacer propuestas diferentes. Aprende a decir «lo que yo quiero» frente a «lo que tengo que hacer». Recuerda que en algunos momentos está muy bien no ser tan amable.
11.  Compararnos con los demás para demostrarnos que somos menos: Luis se compara con lo que él mismo hacía antes, con otras personas a su alrededor, con lo exnovios de sus parejas y ¡siempre sale perdiendo! Es un chico agraciado e inteligente pero en su mente tiene instalada la comparación automática que le produce sentimientos absurdos de culpa y preocupación. No te compares si va a servir para rechazarte y juzgarte. No mires al pasado para sentir vergüenza. La comparación no ayuda a avanzar por mucho que hayamos crecido con ella desde niños.
Antídoto: Eres único y diferente. Vive en el ahora. Repite todas las veces que puedas que te aceptas como eres hoy mientras haces cambios en tu vida. Mírate al espejo y dedícate una sonrisa afectuosa y afirma que tu prioridad es cuidar de ti. Busca cada día tres cosas positivas que te hayan hecho sentir bien contigo mismo.
12.  Ayudar a toda costa: «Si un individuo es capaz de amar productivamente también se ama a sí mismo; si sólo sabe amar a los demás no sabe amar en absoluto» (E. Fromm). El amor supone la capacidad de amar y ser amado. Mari cuando se siente peor llama a alguien que necesite ayuda, de esta manera se olvida un buen rato de sus problemas. Una relación sana es flexible, unas veces, tú ofreces apoyo y otras descubrirás al otro cuidando de ti. Resolver todos los problemas de nuestros allegados no sirve de ayuda porque significa impedirles que desarrollen la confianza en sus propios recursos personales.
Antídoto: Deja de apadrinar. Cuando estés pensando en ayudar a otra persona que no te lo ha pedido plantéate ¿qué es lo que podría hacer para mí mismo en este preciso momento? Disfruta más, busca durante un tiempo compartir experiencias lúdicas y no sólo estar disponible cuando hay problemas en tu entorno.
ISABEL SERRANO ROSA

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