Vivir el Zen es vivir en la realidad presente, con atención, y para vivirlo se siguen 4 principios básicos que vienen a ser la base ética de la filosofía. No son preceptos ni mandamientos obligatorios al igual que los religiosos; son principios, guías para enmarcarnos en una conducta correcta. Si hiciéramos la equivalencia a la Gestión, estaríamos hablando de las “políticas del Zen”.
Si no son obligatoriios ¿con cuánta asertividad podemos ceñirnos a ellos y quién nos controla que lo hagamos? ¿Hay premios o castigos por no hacerlo? La respuesta es que cada cual ajusta su comportamiento a lo que entiende por correcto, y que nadie controla más que uno mismo y no hay ni premios ni castigos. Si la conducta se ajusta a lo que cada cual entiende como algo correcto, la paz interior que eso genera es suficiente premio para adoptar la manera Zen de mirar la vida y gozar de sus beneficios.
Los 4 principios son:
1.- Todos tenemos una misión en esta vida: lograr la felicidad personal. Cada cual será feliz a su modo y de acuerdo a lo que defina por felicidad. Los extremos no son aceptables, el hacer o no hacer obligatorios no son aceptables ni siquiera funcionales, no sirven como plan de vida. El objetivo supremo en la vida es lograr la felicidad personal y para eso el hombre tiene un cuerpo y una mente desarrollables en pos de tal fin.
2.- El desarrollo personal nace del autoconocimiento. Si no sabemos quiénes somos ni lo que queremos, jamás lograremos caminar hacia la felicidad personal. A su vez, el autoconocimiento sin la correspondiente aceptación de lo que somos tampoco sirven. La aceptación es la que abre la puerta al cambio y a la mejora personal. La aceptación tiene la capacidad de liberar la voluntad, a través de la cual podemos crear y manejar la realidad en la que deseamos vivir. Cada cual es el arquitecto de su propia realidad, y al mismo tiempo su obrero de mantenimiento.
3.- El autoconocimiento y la aceptación no estarán completos sin el amor. El conocernos y aceptarnos nos lleva a amarnos. Si somos capaces de amarnos a nosotros mismos, entonces recién seremos capaces de amar a los demás. El hombre necesita del amor para senrtirse completo y realizado. Sin amor, no hay creación ni experiencias válidas porque todas deben estar guiadas por el deseo de servir, a uno mismo y a los demás seres sintientes. Amor no es apego, amor es servir.
4.- La conducta encuadrada en el amor debe tener como plataforma el respeto, a los seres sintientes y al entorno. La naturaleza, la sostenibilidad, la conservación deben ser los marcos en los que se desenvuelve la acción del hombre Zen. Su comportamiento debe estar impregnado de respeto, hacia si mismo y hacia el resto del Universo.
Analizando esos 4 principios es más fácil comprender el espíritu creativo que guió y guía a los empresarios en este mundo, y el sentido de misión que los motiva a crear un mundo nuevo a través de sus acciones. El ejemplo más cercano y conocido es la vida de Steve Jobs, CEO de Apple Computer.
Al mismo tiempo, es más fácil comprender el entramado conceptual que subyace en los movimientos de la Calidad y en las metodologías del kaizen para trabajar y producir con productividad..
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