sábado, 13 de enero de 2018

CÓMO MEDITAR

El objetivo principal de la meditación es concentrarse y poco a poco relajar la mente hasta liberar la conciencia. Según vayas progresando, notarás que puedes meditar en cualquier momento y en cualquier lugar, con lo cual lograrás la paz interior pase lo que pase a tu alrededor. El presente artículo te presentará los conceptos básicos de la meditación, lo que te permitirá comenzar tu viaje hacia la luz.
Parte 1 
Prepárate para meditar 
 Imagen titulada Meditate Step 1
El objetivo principal de la meditación es concentrarse y poco a poco relajar la mente hasta liberar la conciencia. Según vayas progresando, notarás que puedes meditar en cualquier momento y en cualquier lugar, con lo cual lograrás la paz interior pase lo que pase a tu alrededor. El presente artículo te presentará los conceptos básicos de la meditación, lo que te permitirá comenzar tu viaje hacia la luz.
Parte 1
Prepárate para meditar

1
Elige un ambiente tranquilo. La meditación debe practicarse en un lugar tranquilo y silencioso. Esto te permitirá enfocarte exclusivamente en esta tarea y evitará que los estímulos externos invadan tu mente. Busca un lugar donde no te interrumpan durante la meditación, ya sea durante 5 minutos o media hora. No es necesario que el lugar sea tan grande, el vestidor de tu habitación o incluso tu oficina pueden servir, siempre y cuando sea un lugar privado.
    • Para quienes recién empiezan en el mundo de la meditación, es muy importante evitar cualquier distracción externa. Apaga la televisión, el teléfono o cualquier aparato que haga ruido. Si pones música, elige canciones tranquilas, repetitivas y de armonías suaves, de modo que no te desconcentre. Otra opción es encender una pequeña fuente de agua, pues el sonido del agua corriendo puede ser muy relajante.
    • El espacio de meditación no tiene que ser completamente silencioso, por lo que no es necesario recurrir a unos tapones para los oídos. El sonido de la podadora de césped o de un perro ladrando no deberá evitar una adecuada meditación. De hecho, estar consciente de estos sonidos sin dejar que dominen tus pensamientos es un aspecto importante para lograr una meditación exitosa.
    • Muchas personas prefieren meditar al aire libre. Siempre y cuando no te sientes cerca de una carretera muy transitada o de algún sitio ruidoso, podrás sentir paz a la sombra de un árbol o sobre el césped en tu rincón favorito del jardín.

2
Ponte ropa cómoda. Uno de los principales objetivos de la meditación es tranquilizar la mente y bloquear los factores externos, cosa que podría ser difícil si no estás cómodo porque llevas puesta ropa ajustada o incómoda. Ponte ropa suelta y quítate los zapatos cuando medites.
    • Ponte un jersey o chaqueta si piensas meditar en un lugar frío. Si no lo haces, el frío que puedas sentir consumirá tus pensamientos y es probable que prefieras detener tu práctica rápidamente.
    • Si estás en tu oficina o en un lugar donde no te puedes cambiar de ropa fácilmente, haz un esfuerzo por estar lo más cómodo posible. Quítate los zapatos, tus calcetines y la chaqueta, abre el primer botón de tu camisa y quítate el cinturón.

3
Decide durante cuánto tiempo deseas meditar. Antes de comenzar, debes decidir durante cuánto tiempo meditarás. Si bien las personas que ya practican la meditación recomiendan tener sesiones de meditación de 20 minutos dos veces al día, las personas que recién comienzan pueden meditar lapsos cortos como 5 minutos una vez al día.
    • Además debes intentar meditar cada día a la misma hora: ya sea 15 minutos en la mañana al comenzar el día o 5 minutos a la hora de almuerzo. No importa la hora que elijas, pero intenta que la meditación sea una parte impostergable en tu rutina diaria.
    • Una vez que hayas decidido cuál será tu horario de meditación, cúmplelo. No te rindas simplemente porque sientes que no funciona. Te tomará tiempo y práctica meditar de forma exitosa. Por lo pronto, lo más importante es seguir intentando.
    • Aunque quieras tomar el tiempo de tu meditación, no te recomendamos ver constantemente el reloj. Puedes programar una alarma suave que te avise cuando tu práctica tenga que acabar o programa tu práctica para que finalice con cierto evento, por ejemplo, cuando tu compañero se levanta de la cama o cuando el sol empieza a iluminar cierta parte de la pared.

4
Realiza estiramientos. La meditación implica sentarse en cierto lugar durante un periodo de tiempo, así que es importante minimizar la tensión o presión antes de comenzar. Hacer estiramientos ligeros durante algunos minutos ayudará mucho a que te relajes y preparará tanto tu mente como tu cuerpo para la meditación. Además evitará que te concentres en algún punto de dolor en lugar de despejar tu mente.
    • Recuerda estirar el cuello y los hombros, especialmente si has estado sentado frente a una computadora, y no olvides estirar también la espalda baja. Estira las piernas, especialmente la zona interna de los muslos. Verás que te será muy útil cuando medites en la postura de loto.
    • Podrás encontrar más información sobre estiramientos aquí.



5
Siéntate en una posición cómoda. Como se mencionó antes, es muy importante que estés cómodo mientras meditas, por lo que es esencial que encuentres la mejor posición. Generalmente, la meditación se practica sentándose sobre un cojín en el suelo, en posición de loto o medio loto. A menos que tus piernas, cadera y espalada baja sean muy flexibles, la postura de loto tiende a doblar la espalda baja y evita que haya un equilibrio en el torso por la parte de la columna. Elige una postura que te permita tener el equilibrio necesario para que permanezcas derecho.
    • Sin embargo, puedes sentarte sin cruzar las piernas, sobre un cojín, una silla o una banca de meditación. Tu pelvis deberá estar lo suficientemente inclinada hacia adelante para que tu columna esté centrada sobre las dos zonas óseas de tus glúteos. Este punto sostendrá tu peso. Para inclinar la pelvis en la posición adecuada, siéntate en el borde delantero de un cojín grueso o coloca algo de aproximadamente 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) de grosor debajo de las patas posteriores de una silla. Las bancas de meditación generalmente están hechas con un asiento inclinado. Si tu banca no es inclinada, coloca algo debajo para inclinarla hacia adelante aproximadamente 1 cm (1/2 pulgada).
    • Los más importante es que estés cómodo, relajado y que tu torso esté equilibrado de modo que tu columna soporte todo tu peso desde la cintura.
    • Inclina la pelvis hacia adelante. Luego, comenzando desde la parte baja, coloca las vértebras de tu columna de forma que descansen una sobre otra y soporten todo el peso de tu torso, cuello y cabeza. Se necesita práctica para encontrar la posición que te permita relajar el torso casi completamente y solo un leve esfuerzo para mantener tu equilibrio. Cuando sientas tensión, relaja esa zona. Si no puedes relajarla sin dejar la postura, verifica la alineación de tu postura e intenta retomar el balance de tu torso de modo que el área afectada se relaje.
    • La posición tradicional de las manos consiste en colocar las manos sobre tu regazo, con las palmas hacia arriba, con la mano izquierda encima de la derecha. Sin embargo, también puedes dejar reposar las manos sobre las rodillas o dejarlas sueltas a ambos lados. Elige la posición que prefieras.
6
Cierra los ojos. La meditación puede realizarse con los ojos abiertos o cerrados, aunque como principiante lo mejor sería que intentes meditar con los ojos cerrados. Esto bloqueará cualquier estímulo visual externo y evitará que te distraigas, ya que estarás enfocado en la tranquilidad de tu mente.
    • Una vez que te acostumbres a la meditación, podrás probarla con los ojos abiertos. Esto puede ser muy útil si sientes que vas a quedarte dormido, que te concentras demasiado con los ojos cerrados o si vienen imágenes desagradables a tu mente (lo que les sucede a muy pocas personas).[1]
    • Cuando mantengas los ojos abiertos, deberás hacerlo “suavemente”, es decir, sin enfocarte en nada en particular. Sin embargo, no deberás entrar en trance o quedarte con la mirada pegada a algo. El objetivo es sentirse relajado, pero alerta.[2]
Parte 2
Prácticas de meditación
1
Sigue tu respiración. Lo más básico y universal de todas las técnicas de meditación es la respiración. La meditación con respiración es un gran punto para empezar tu práctica. Elige un punto sobre tu ombligo y enfócate en ese punto con la mente. Siente cómo crece y se encoge tu abdomen al inhalar y exhalar. No hagas un esfuerzo consciente para cambiar tu patrón de respiración, solo respira normalmente.
    • Intenta enfocarte únicamente en tu respiración. No pienses en tu respiración ni la evalúes de alguna manera (por ejemplo, pensar que una respiración fue más corta que la anterior). Simplemente intenta conocerla y estar consciente de ella.[1]
    • Algunas imágenes mentales que pueden ayudarte son: imaginar una moneda colocada en el punto sobre tu ombligo subiendo y bajando con tu respiración, una boya flotando en el océano subiendo y bajando al ritmo de tu respiración o una flor de loto posada sobre tu vientre, abriendo sus pétalos cada vez que tomas aire.
    • No te preocupes si tu mente comienza a divagar, eres todavía principiante y como en todo, llegar a ser bueno para meditar requiere de práctica. Solo haz un esfuerzo para volver a concentrarte en tu respiración e intenta no pensar en nada más. Elimina todo pensamiento y despeja tu mente.
2
Despeja tu mente.
    • Para meditar, debes centrarte en una cosa como máximo.
    • Si eres un principiante, podría ser de utilidad que te concentres en una cosa, como un mantra o un objeto visual. Los practicantes más avanzados podrían tratar de despejar su mente por completo.
3
Repite un mantra. La meditación con repetición de un mantra es otra forma común de meditación, que consiste en repetir un mantra (un sonido, palabra o frase) una y otra vez hasta que cree un silencio en tu mente y te permita entrar a un estado de meditación profunda. El mantra puede ser cualquiera que elijas, siempre y cuando sea fácil de recordar.
    • Algunos mantras buenos para comenzar son: uno, paz, calma, tranquilidad y silencio. Puedes utilizar la palabra “om”, que significa “yo soy” en sánscrito, o la frase “sat, chit, ananda”, que significa “existencia, conciencia, gozo”.
    • En sánscrito, la palabra “mantra” significa “instrumento de la mente”. El mantra es un instrumento que crea vibraciones en la mente, las cuales te permiten desconectarte de tus pensamientos y entrar en un estado profundo de conciencia.[3]
    • Al meditar, repite una y otra vez el mantra en silencio y deja que la palabra o frase susurre en tu mente. No te preocupes si tu mente divaga, simplemente retoma la concentración y vuelve a repetir la palabra.[4]
    • A medida que entres a un grado de conciencia más profundo, repetir el mantra podría dejar de ser necesario.
4
Concéntrate en un objeto visual simple. De modo similar al mantra, puedes utilizar un objeto visual simple para llenar tu mente y poder alcanzar un nivel de conciencia más profundo. Esta es una forma de meditación con los ojos abiertos, que mucha gente considera más sencilla cuando encuentra algo en qué enfocar la mirada.
    • El objeto visual puede ser el que desees, incluso a muchas personas les agrada mirar la llama de una vela. Otros posibles objetos son los cristales, las flores y las imágenes o estatuas de divinidades como Buda.
    • Coloca el objeto a la altura de los ojos, de modo que no tengas que esforzar el cuello y la cabeza para verlo. Mira solo el objeto hasta que tu visión periférica comience a atenuarse y el objeto absorba tu visión.
    • Una vez que estés totalmente concentrado en el objeto, sin otro estímulo que llegue a tu cerebro, deberás sentir una sensación de profunda serenidad.[5]
5
Practica la visualización. Esta es otra conocida técnica de meditación, que consiste en crear un lugar tranquilo en tu mente y explorarlo hasta llegar a un estado de completa calma. Puede ser cualquier lugar que te agrade, pero no tiene que ser totalmente real, puede ser único y personalizado.
    • El lugar que visualices puede ser cálido, una playa de arena fina, una pradera llena de flores, un bosque tranquilo o incluso una habitación cómoda con una chimenea. Deja que el lugar que elijas sea tu santuario.
    • Una vez que hayas entrado a tu santuario, explóralo. No es necesario que “crees” tu entorno, ya está ahí. Permite que se presente en tu mente.
    • Da a tu visualización sonidos y aromas de tu entorno, siente la refrescante brisa en tu rostro o el calor de las llamas calentando tu cuerpo. Disfruta del espacio todo el tiempo que desees, permitiendo que se expanda naturalmente y que se torne más real. Cuando estés listo para concluir, respira profundamente unas cuantas veces y abre los ojos.
    • Recuerda que puedes volver al mismo lugar la siguiente vez que medites con visualizaciones o simplemente puedes crear un nuevo lugar. Cualquier espacio que crees será único para ti y será un reflejo de tu personalidad.[6]
6
Explora tu cuerpo. Este procedimiento implica enfocarse en cada parte del cuerpo individualmente y relajarla de forma consciente. Esta es una técnica de meditación sencilla que te permite relajar la mente mientras relajas el cuerpo.
    • Cierra los ojos y elige un punto inicial en tu cuerpo, generalmente son los dedos de los pies. Concéntrate en la sensación que percibas en los dedos de los pies, haz un esfuerzo consciente por relajar cualquier músculo que esté contraído y libera toda tensión o presión. Una vez que tus dedos estén completamente relajados, ve a los pies y repite el proceso de relajación.
    • Continúa con el procedimiento por todo el cuerpo, yendo hacia arriba, desde los pies, pasando por las pantorrillas, las rodillas, los muslos, los glúteos, la cadera, el abdomen, el pecho, la espalda, los hombros, los brazos, las manos, los dedos, el cuello, el rostro, las orejas y la parte superior de la cabeza. Tómate todo el tiempo que desees.
    • Una vez que hayas completado la relajación de cada parte de tu cuerpo, concéntrate en tu cuerpo como un todo y disfruta de la sensación de calma y relajación que has logrado. Enfócate en tu respiración durante algunos minutos antes de concluir tu meditación.[7]
7
Prueba la meditación del chakra del corazón. El chakra del corazón es uno de los siete chakras, o centros de energía ubicados en el cuerpo. El chakra del corazón se localiza en el centro del pecho y está relacionado con el amor, la compasión, la paz y la aceptación. La meditación del chakra del corazón consiste en ponerse en contacto tus sentimientos y enviarlos al mundo.
    • Para comenzar, cierra los ojos y frota las palmas de las manos una contra otra para conseguir calidez y energía. Luego, coloca tu mano derecha en el centro de tu pecho, sobre tu chakra del corazón, y coloca la mano izquierda encima.
    • Respira profundamente y a medida que exhalas, di la palabra “yum”, que es la vibración relacionada con el chakra del corazón. Mientras lo haces, imagina que tu pecho irradia una energía verde brillante en la palma de tus manos.
    • La energía verde es el amor, la vida y todas las emociones positivas que sientas en ese momento. Cuando estés listo, aleja las manos de tu pecho y deja que la energía se libere de las palmas de tus manos, enviando tu amor a tus seres amados y al mundo.
    • Siente tu cuerpo desde dentro. ¿Puedes sentir el campo de energía en tu cuerpo, especialmente en tus brazos y piernas? Si no lo sientes, no hay problema, pero reflexiona: ¿cómo podemos mover las distintas partes del cuerpo? Es el campo energético que fluye en nuestro interior. Centrar tu atención en ese campo energético no solo te ayudará a anclarte en el presente, sino también te ayudará a conectarte con tu ser y el río de vida dentro de ti.
8
Prueba la meditación al caminar. Este tipo de meditación es una forma de meditación alternada que consiste en observar el movimiento de los pies e ir tomando consciencia de la conexión entre tu cuerpo y la tierra. Si planeas llevar a cabo sesiones largas de meditación sentado, te recomendamos hacer una pausa con una meditación caminando.
    • Elige un lugar tranquilo para practicar tu meditación al caminar, donde haya la menor cantidad de distracciones posible. El espacio no tiene que ser muy amplio, pero deberás poder caminar por lo menos siete pasos en línea recta antes de tener que voltear. Si es posible, quítate los zapatos.
    • Mantén la cabeza erguida, la mirada hacia el frente y las manos juntas frente a ti. Da un paso lento con el pie derecho. Olvídate de toda sensación en el pie e intenta concentrarte en el movimiento. Después de dar el primer paso, detente por un momento antes de dar el siguiente paso. Solo un pie deberá estar en movimiento cada vez.
    • Cuando llegues al final del camino, detente completamente con los pies juntos. Luego, gira sobre el pie derecho y da la vuelta. Continúa caminando en dirección contraria, con los mismos movimientos pausados de antes.
    • Mientras practiques la meditación caminando, intenta concentrarte únicamente en el movimiento de tus pies, del mismo modo que te concentraste en el movimiento de tu respiración durante la meditación con respiraciones. Intenta despejar tu mente y concentrarte en la conexión entre tus pies y la tierra.[1]
Parte 3
La meditación en tu vida diaria
1
Practica la concentración en tu vida diaria. La meditación no tiene que limitarse a las sesiones en las que la practicas, también puedes practicar la concentración que esta implica en tu vida diaria.
    • Por ejemplo, en momentos de tensión, intenta tomarte unos cuantos segundos para enfocarte únicamente en tu respiración y despejar tu mente de cualquier pensamiento o emoción negativos.
    • También puedes practicar esta concentración mientras comes, siendo consciente de la comida y de las sensaciones que experimentas mientras comes.
    • Sin importar lo que hagas en tu vida diaria, ya sea que estés sentado frente a una computadora o barriendo el piso, intenta concentrarte en los movimientos de tu cuerpo y cómo te sientes en ese momento. Esto significa vivir conscientemente.[8]
2
Lleva un estilo de vida saludable. Un estilo de vida saludable puede contribuir a que realices sesiones de meditación más efectivas y con mayores beneficios. Así que intenta comer sano, hacer ejercicio y dormir mejor. Además debes evitar ver mucha televisión, beber o fumar antes de meditar, ya que estas actividades pueden nublar tu mente y no permitirán que logres el nivel de concentración necesario para una buena meditación.[9]
3
Lee libros espirituales. Aunque no es para todos, algunas personas consideran que leer libros espirituales y escrituras sagradas puede ayudarlas a entender con mayor profundidad la meditación y a esforzarse a encontrar la paz interior y el entendimiento espiritual.
    • Algunos libros con los que puedes comenzar son: La mente despierta: Cultivar la sabiduría en la vida cotidiana del Dalai Lama, La naturaleza de la realidad personal de Jane Roberts y Meditación: la primera y la última libertad de Osho.
    • Si deseas, puedes tomar algunos mensajes de sabiduría que te impacten de algún texto espiritual o sagrado y reflexionar sobre este durante tu siguiente meditación.
4
Asiste a clases de meditación. Si no estás seguro de cómo comenzar cuando meditas en casa, asistir a clases de meditación guiada con un profesor experimentado puede ser una buena idea.
    • Existen clases de la mayoría de los tipos de meditación, pero también puedes ir a un retiro espiritual donde tendrás la oportunidad de probar diferentes tipos de meditación y ver cuál es el mejor para ti.
5
Intenta meditar a la misma hora todos los días. Es importante que hagas un esfuerzo por realizar tu práctica de meditación a la misma hora cada día. De este modo, la meditación se convertirá rápidamente en parte de tu rutina y sentirás sus beneficios con mayor profundidad.
    • Las primeras horas de la mañana son las mejores para meditar, antes de que tu mente se sumerja en la tensión y las preocupaciones del día.
    • No te recomendamos meditar justo después de comer, ya que podrías sentirte incómodo, lo que interferirá en tu concentración.

6
Piensa que la meditación es un viaje. El propósito de la meditación es calmar la mente, lograr la paz interna y con el tiempo alcanzar una dimensión espiritual mayor, con frecuencia simplemente entendida como el ser.
    • Sin embargo, es importante tomar en cuenta que puede tomar años de práctica lograr el nivel de conciencia que experimentan los yoguis y los monjes. Esto no es tan importante.
    • La meditación es un viaje, similar a escalar una montaña, donde cada paso que des en el sendero a la iluminación te llevará más cerca a la cima.
    • Cuando comiences, no deberás sentirte muy preocupado por la calidad de meditación. Siempre y cuando te sientas más calmado, más feliz y con más paz al final de la práctica, sabrás que tu meditación fue exitosa.[10]
Consejos
  • No permitas que tu voz interna se escabulla y entre en tu mente. Obsérvala, no la asocies con tu meditación.
  • Es fácil perder la noción del tiempo cuando se medita. Estar preocupado por el tiempo puede ser un elemento distractor durante la meditación. Algunas personas consideran mejor programar una alarma para que suene cuando termine el tiempo de meditación. Elige una alarma suave. Si es muy ruidosa, el aviso que anticipa el final podría distraerte.
  • Cuando no estés meditando, haz un esfuerzo por ser gentil tanto respecto a tu humor como a tus pensamientos. Notarás que te sentirás más calmado, feliz, con la mente más ágil durante los días que meditaste y notarás que estas cualidades decrecen cuando no medites.
  • No esperes resultados inmediatos. El propósito de la meditación no es convertirte en un maestro zen de la noche a la mañana. La meditación funciona mejor cuando se realiza por sus propios beneficios, sin buscar solamente los resultados.
  • Meditar durante largos periodos de tiempo ha demostrado tener muchos resultados favorables y su práctica continua vale la pena. Algunos de los beneficios son: incrementa la consciencia y concentración, reduce la tensión, proporciona un estado de ánimo más calmado y relajado, mejora la memoria e incrementa la materia gris (neuronas) en varias partes del cerebro.
  • Opta por lo que funcione mejor para ti. Lo que funciona para algunos puede incluir algunas técnicas que no funcionen para ti. No dejes que eso te desanime. Recuerda, ¡relájate!
  • Si deseas meditar y te sientes exhausto, cansado, adolorido o simplemente tenso, al punto que intentas meditar pero no puedes, intenta hacer algo relajante. Da un paseo o sal a correr, luego date un baño. Esto ayudará a que liberes las tensiones. Luego, vuelve a intentarlo.
  • Con una buena postura, te será más fácil respirar, ya que tus pulmones tendrán más espacio. De hecho, notarás cómo la mayoría de los músculos del torso te ayudan a respirar mejor, desde el músculo en la base de la pelvis, hasta los músculos del cuello, centrados en el músculo principal para la respiración, el diafragma. Los músculos trabajarán un poco para ayudar al diafragma. Si lo notas, es una buena señal de que estás en la postura adecuada. La postura adecuada es fácil y cómoda. Casi podrás sentir que estás flotando.
  • Si te cuesta meditar durante el periodo de tiempo que elegiste, prueba meditar por un tiempo durante lapsos menores. Casi cualquier persona puede meditar durante un par de minutos sin que le sobrevengan pensamientos que lo interrumpan. Entonces, a medida que las aguas de tu mente se calmen, poco a poco prolongarás tus sesiones de meditación, hasta que logres el periodo de tiempo deseado.
  • Algunos beneficios de la meditación no son tan perceptibles para la mayoría de las personas, por ejemplo, poder dormir, luchar contra las adicciones o combatir las perturbaciones mentales (que es más perceptible en personas que han pasado más de mil horas meditando, como los monjes budistas) con mayor facilidad.
  • Recuerda que debes meditar totalmente descalzo sin zapatos y sin calcetines.
nes.

jueves, 4 de enero de 2018

LA DIETA LEGIONARIA

Las claves de la dieta legionaria

Pautas de alimentación de la Brigada de la Legión:

Desayuno: Dos veces, al levantarse, yogur y fruta (plátano); a media mañana, infusión /café, tostada y fruta (naranja).

Comida: Ensalada, un plato (si son dos, no llenos), postre (fruta, yogur) y agua.

Merienda: Infusión / leche / actimel; fruta / barrita.

Cena (no justo antes de acostarse): verdura hervida / ensalada; algo a la plancha

Generalidades: Cinco comidas diarias; más fruta y verduras; alcohol (cerveza) no a diario, esporádico; aumento del consumo de agua (1,25 a 2 litros día); evitar fritos y alimentos muy procesados (salchichas, croquetas, bollería); comer despacio (no menos de 20 minutos); pienso en lo que hago (comiendo no veo la televisión).

Entrenamiento: 
Fase genérica, 12 semanas (conseguir la fuerza suficiente para acometer siguientes fases); 

Fase acondicionamiento, 12 semanas (aumentar la fuerza y resistencia); 

Fase específica, 12 semanas (alcanzar el mayor estado de forma física); 

Fase mantenimiento, 12 semanas (mantener el desarrollo alcanzado y recuperar la forma física).

 La Legión declara la guerra sin cuartel a la obesidad

lunes, 1 de enero de 2018

DESEOS PARA EL NUEVO AÑO

"Te deseo que te animes a mirarte, y que te ames como eres.
 
Que tengas el suficiente amor propio para pelear muchas batallas, y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar.
 
Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables, y que hay otras, que si corres del lugar de la queja, podrás cambiar.
 
Que no te permitas los "no puedo" y que reconozcas los "no quiero".
 
Te deseo que escuches tu verdad, y que la digas, con plena conciencia de que es sólo tu verdad, no la del otro.  Que te expongas a lo que temes, porque es la única manera de vencer el miedo.
 
Que aprendas a tolerar las "manchas negras" del otro, porque también tienes las tuyas, y eso anula la posibilidad de reclamo.
 
Que no te condenes por equivocarte; no eres todopoderoso.
 
Que crezcas, hasta donde y cuando quieras.
 
No te deseo que el 2018 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir"

 

domingo, 1 de octubre de 2017

DECÁLOGO DE LA SERENIDAD

1.    “Solo por Hoy” trataré de pasar el día sin esperar resolver el problema de toda mi vida en un momento.

2.    Solo por Hoy” seré agradable. Me mostraré lo mejor que pueda. Vestiré apropiadamente, hablaré en voz baja, actuaré cortésmente, no haré crítica alguna, no le encontraré faltas a nada, y trataré de no superar ni dirigir a nadie más que a mí mismo.

3.    “Solo por Hoy” seré feliz. Esta verdad que dijo Abraham Lincoln: “Casi todo el mundo es tan feliz como se propone”. Hoy la pondré en práctica.

4.    “Solo por Hoy” me ajustaré a lo que es, sin tratar de amoldar todo de acuerdo con mis deseos. Tomaré la “suerte” como venga y me acoplaré a ella.

5.    “Solo por Hoy” trataré de fortalecer mi mente. Estudiaré. Aprenderé algo útil. No seré un apático mental. Leeré algo que requiera esfuerzo, pensamiento, y concentración.

6.    “Solo por Hoy” ejercitaré mi alma de tres formas: le haré un bien a alguien sin esperar recompensa y sin que nadie lo sepa; si alguien se enterara, esto no contaría. Haré por lo menos dos cosas que no quiera hacer, solo como un ejercicio. No le demostraré a nadie que mis sentimientos han sido heridos, puedo estarlo, pero hoy no lo demostraré.

7.    Solo por Hoy” puedo proponerme hacer algo que me espantaría si creyera tener que seguir haciéndolo durante toda la vida.

8. Solo por Hoy” tendré un programa a seguir. Quizá no lo siga con exactitud, pero lo tendré. Me salvaré de dos plagas: la prisa y la indecisión.  

9.  “Solo por Hoy” me tomaré media hora de calma para mí mismo, y estaré sin     tensión. En algún momento durante esa media hora, trataré de tomar una     mejor perspectiva de mi vida.Si soy religioso pensaré en que la Providencia divina cuida de mí.

10. “Solo por Hoy” no tendré miedo. Trataré especialmente de no sentir miedo a disfrutar de lo que es bello, y creer que del mundo he de recibir de acuerdo a lo que le dé.

(A.A.)


sábado, 30 de septiembre de 2017

GERONIMO

Gerónimo
Nacido en Arizona en 1829, su verdadero nombre era Goyahkla ("el que bosteza") , y fue un chamán de los apaches del Oeste, también llamados chiricahuas.  Pero, ¿por qué era conocido como el jefe Gerónimo? ¿Qué acontecimientos le convirtieron en un personaje distinguido?

Todo empezó cuando un grupo de militares mexicanos hizo una incursión al campamento apache donde habitaba con  sus iguales y asesinaron a todas las mujeres, niños y ancianos que encontraron a su paso, entre ellos su esposa y sus tres hijos. Aquel doloroso episodio hizo que Goyahkla jurase venganza eterna.

A partir de ese día, el indio fue convirtiéndose paulatinamente en una pesadilla para el ejército de México y los colonos del norte de Arizona, a los que atacaba y saboteaba de forma incansable. Además, siempre lograba escapar de quienes querían echarle de su tierra, riéndose a la par de aquellos que le tenían por hombre muerto.


Fue en mitad de este contexto cuando empezó a ser conocido como Gerónimo, puede que debido a los gritos de los mexicanos invocando a su patrón, San Gerónimo, mientras huían de las ofensivas del chamán.

Lejos de conformarse con hacer la vida imposible a los mexicanos, también se cebó con el ejército norteamericano, protagonizando una década de fugas y persecucciones propias de una película de acción. Llegaron a perseguirle hasta 5.000 soldados norteamericanos y 3.000 mexicanos, y los periódicos le mostraban como el villano más temible y detestable de la nación.

Pero a pesar de su condición de líder, Gerónimo no llegó a ser nunca jefe de los apaches, aunque sí un hombre respetado al que le atribuyeron poderes de adivinación, clarividencia e interpretación de los signos de la naturaleza. De hecho, él mismo llegó a asegurar que no existía bala capaz de matarle, lo que hacía que los suyos llegasen a pensar en su posible inmortalidad.


Tras rendirse y ser trasladado junto a 450 apaches a Florida y un año después a Alabama, fue reubicado en Oklahoma, donde se convirtió al Cristianismo y construyó su autobiografía.  Deseaba volver a Arizona, hasta el punto de pedir en persona al presidente Roosevelt que devolviese a su pueblo a su tierra natal, intento que resultó fallido. Finalmente, el terrorífico Goyahkla murió en Oklahoma con más de 80 años debido a una caída desde su caballo.



martes, 26 de septiembre de 2017

PARA SER EFECTIVO

Stephen R. Covey es el autor de Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, libro publicado en 1989 que ha vendido más de 25 millones de copias. Con la llegada de internet, podemos ser mucho más efectivos que entonces. Tanto, que siete hábitos nos parecerán pocos. ¿Por qué conformarnos con un número tan bajo? 

Si de verdad somos efectivos, seguro que podemos con más. Diez veces más, al menos.

O eso parece si leemos artículos sobre productividad: hay decenas de consejos para rendir aún más en el trabajo, como si eso fuera bueno. Aunque algunas de estas recomendaciones son incompatibles entre sí, enumeramos las 79 que nos parecen mejores. Si consigues aplicar al menos 55, te conviertes en Tony Stark. Los primeros siete, por cierto, son los de Covey. 

Comencemos por los clásicos.

1. Sé proactivo. Resulta que Covey es uno de los culpables de la popularización de este término. Se refiere a tomar la iniciativa y no esperar órdenes.

2. Empieza a trabajar con un objetivo en la mente.

3. Establece prioridades, diferenciando lo urgente de lo importante.

4. Piensa en el win-win, es decir, en estrategias que puedan beneficiar a todas las partes implicadas. Covey, eres millonario, pero has hecho mucho daño.

5. Primero comprende y luego sé comprendido. Hay que aprender a comunicar.

6. Sinergiza. Ya tardaba en aparecer este término, con el que habla de aprovechar las posibilidades de un equipo bien organizado.

7. Afila la sierra. Se refiere a seguir aprendiendo, no a afilar literalmente una sierra, cosa que sería, paradójicamente, una pérdida de tiempo. A no ser que uno sea carpintero, claro. En ese caso, el consejo se puede seguir también al pie de la letra.

8. Madruga.

9. Sin apretar al snooze, que te despiertas peor.


11. Las mañanas merecen un capítulo aparte. Si no sabes cómo aprovecharlas, te recomendamos un artículo de Verne con todo las 54 cosas que deberías hacer antes de las 8.

12. Haz una lista de las cosas que tienes que hacer.

13. Con tres objetivos muy claros.

14. No basta con ponerse objetivos diarios. Hay que establecerlos para cada hora.

15. También necesitaremos una lista semanal y una mensual.

16. Haz otra lista al final del día con al menos ocho objetivos para el día siguiente, según el New York Times.

17. Pero no las apuntes en papel. Nada de papel.

18. No, espera, mejor en papel.

19. Toma nota de todas tus ideas. Si es necesario, lleva una libreta encima siempre. Llena de listas. Igual necesitas una lista con todas tus listas.

20. No digas “sí” todo el rato y a todo el mundo. ¿De acuerdo? ¿Cómo que "sí"? ¿Pero qué estábamos diciendo?

21. Cuando digas “no”, dilo con elegancia. En francés, por ejemplo.

22. Di no a las distracciones. Siempre. La web Entrepreneur es tajante con las distracciones. Aunque es muy difícil evitarlas. Por ejemplo, aquí está el Tetris online.

23. Pero da un paseo de cinco minutos cada hora, como recomienda el New York Times.

24. O levántate de la silla cada dos horas, según CNN.

25. Lee algo nuevo cada día, sigue Entrepreneur, que añade que:

26. Tienes que saber cuándo descansar.

27. De hecho, tómate más descansos.

29. Dedica un tiempo concreto del día al correo electrónico, pero desactiva las notificaciones.


31. Pero acábalas. ¿Cómo? Pues siendo efectivo, qué preguntas tienes.

JEFE: Jaime, ¿has acabado aquello que te dije?
JAIME: Qué va, paso. Es que no me gusta.

33. Sigue la regla 80/20: el 20% de tus acciones producirán el 80% de los resultados, añaden Entrepreneur y Forbes, hablando de la famosa Ley de Pareto.

34. Piensa a lo grande, dice Inc.

35. Piensa a largo plazo, dice Inc en el mismo artículo.

36. Cuida tu cuerpo.
37. Aprende a delegar. Esta es fácil, pero solo en parte. Yo quería delegarle el resto de la lista a un compañero, pero se ha negado.

38. No acumules tareas pendientes, dice también Entrepeneur. Esta me gusta mucho porque básicamente consiste en decir que para ser efectivo hay que ser efectivo.

39. Encuentra tu propia voz y haz que tu voz inspire a otros para que encuentren la suya, recomiendan en Vida Positiva. Mi voz está en dentro de la boca. Buscad ahí.

40. Recompensa a los empleados que más se esfuerzan con cursillos de formación. ¡Socorro!

41. Monitoriza el workflow o, en español, ve mirando que las cosas se hagan porque en cuanto uno se despista, aquí nadie da un palo al agua, que estáis todo el día con el Facebook.

42. Haz lo más difícil lo antes que puedas, aconseja Fast Company.

43. Olvida la multitarea.

44. O no, que aquí dicen que hay una forma inteligente de aplicarla. Hay tareas que son compatibles, como “leer un mail o tomar notas mientras esperas que te pasen con alguien al teléfono”.

45. Bloquea las webs que te distraigan, sobre todo las redes sociales. Pero no Verne, ojo cuidado con eso.

46. Aprende de tus errores.

47. Hay que conocer la diferencia entre lo importante y lo urgente, como apunta Fast Company y ya decía Covey. Ejemplo: puede que sea muy importante lo que te ha dicho tu jefe que hagas, pero corregir a alguien en Twitter es URGENTE. Hay gente retuiteando a lo loco.

48. Este hilo de Quora va más lejos. Hay que distinguir entre lo 1) importante y urgente, 2) importante, pero no urgente, 3) no importante, pero urgente y 4) ni importante ni urgente. El orden en el que tienes que resolver estos asuntos es 1, 3 y luego 2, lo que a su vez contribuye a reducir el volumen de 1 y 3. Creo que con 4 se refieren a tus hijos.

49. Aprovecha el tiempo todo el rato, aconseja Fast Company. ¿Que han retrasado tu vuelo media hora? Pues ponte a contestar mails. Coincide el HuffPost: ¿tienes dos minutos libres? Aprovéchalos, vago.

50. Trabaja más que nadie, dice Life Hack. A lo mejor hay gente más lista que tú, pero les puedes ganar en sufrimiento.

51. Pero no seas envidioso, añaden.

52. Pero resulta que puedes procrastinar. Eso lo decíamos en Verne, que también hemos aportado lo nuestro a este tema (disculpas).

53. Los correos electrónicos han de ser cortos y concisos: no hay necesidad de enviar un párrafo cuando una frase es suficiente. No solo se pierde tu tiempo sino el del destinatario, apuntan en Club-MBA. ¿Palabras? ¡Palabra! ¡Suficiente! ¿Más? ¡Innecesario! ¡Una! ¡Ya! ¿Más? ¡No! ¡Hombre! ¡Concisión!

54. Usa atajos de teclado. Piensa que cada vez que en Word aprietas crtl + g en lugar de pinchar en el iconito del diskette te estás ahorrando, qué sé yo, igual un segundo entero. Si lo haces 70 u 80 veces ya te da para contestar a uno o dos correos electrónicos.

55. Pide a tus jefes que te den más trabajo. Según esta web, es la clave para tener más energía.

56. Pero tienes que trabajar 52 minutos y descansar 17, para seguir los ritmos de atención de tu cerebro. Ojalá al revés.

57. Aunque aquí dicen que trabajes 25 minutos y hagas pausas de 5. Ojalá al revés también.

58. Es más, trabaja de acuerdo con tus ritmos circadianos.

59. Y siéntate con lo que en inglés se llama “power poses”, posturas de autoridad.
60. Medita.

61. Ve solo a reuniones que tengan un objetivo claro. Es decir, a ninguna.

62. Vale, tienes que comer. Pues aprovecha y come cosas buenas para el cerebro. Según este texto de Quora, arándanos, frutos secos, semillas, verduras de hojas verdes, aguacates y chocolate negro. Imaginamos que no todo a la vez. Aunque ¿por qué no? Un superbatido superefectivo para tu cerebro.

63. Este mismo texto recomienda beber café “estratégicamente”, es decir, cuando bajan tus niveles de cortisol: entre las 9:30 y las 11:30 de la mañana y las 13:30 y 17:00. Los que nos despertamos antes y necesitamos café nada más salir de la cama lo tenemos complicado.

64. No comas “demasiado azúcar”. Al parecer, lo ideal son 25 gramos de glucosa.

65. Por tanto, aprende a contar gramos de glucosa.

66. Antes de comer, corre 30 minutos.


68. Deja huecos en tu agenda. “A veces una reunión se alarga. A veces solo necesitas tiempo para pensar”, aclara Fast Company. A veces, añado, el jefe te busca y te has escondido en el baño.

69. Renuncia a objetivos y tareas que sean una pérdida de tiempo. Tienes permiso para dejar de leer este artículo, pero aún nos queda mucho por aprender.


71. Trabaja menos, dice Fast Company en otro artículo que también propone lo siguiente:

72. Ignora el móvil.

73. Es más, déjalo a 6 metros.

74. Y tampoco lo tengas cerca cuando duermes, dice Business Insider.

75. Lleva cada día la misma ropa, como Mark Zuckerberg. (Nota importante: diferentes prendas iguales, no las mismas prendas cada día).

76. Sal a la calle. El sol estimula tu productividad.

77. Quéjate a tus jefes, pero ofrece una solución al problema. Ejemplo: “Está todo mal. Hay que prenderle fuego al edificio y huir a Suiza”.

78. ¿El día solo tiene 24 horas? Así piensan LOS DÉBILES. Business Insider nos recuerda que esa forma de pensar es una trampa. Hay que pensar en semanas de 168 horas. Efectivamente, están incluyendo el fin de semana.

79. Recuerda que vas a morir. La idea de Life Hack es que tengamos en cuenta que nuestro tiempo en la Tierra es limitado y que lo mejor es aprovecharlo a fondo para hacer realidad todos los sueños de nuestros jefes.

sábado, 23 de septiembre de 2017

lunes, 18 de septiembre de 2017

CONSEJOS PARA UN SAMURAI ACTUAL

Por eso me ha parecido que podría ser muy útil compartir contigo las frases que me hicieron reflexionar sobre problemas cotidianos y compartirlos contigo, así que ahí van 27 frases del Camino del Samurai que te enriquecerán:

1. “Al dar consejo, debéis discernir primero si la otra persona está dispuesta a aceptarlo o no”.

2. “Los espectadores ven más que los jugadores”.

3. “Escuchar a otros hablar y leer libros es necesario para mantenerse cercano a las enseñanzas de la generación previa”.

4. “Si os adentráis en el camino inexplorado, al final aparecerán infinitos secretos”.

5. “No sé nada acerca de cómo superar a otros. Sólo conozco el modo de superarme a mí mismo”.

6. “Aquellos que nunca han cometido un error están en peligro”.

7. “Si vuestro ojo es lo suficientemente capaz de ver buenas cualidades en otros que aparentemente son inferiores a vosotros, entonces ellos pueden ser vuestros maestros”.

8. En una fiesta: “Hay demasiados ojos presentes en la fiesta. Debéis ser cautos”.

9. En relación a las distracciones: “no podréis desarrollar la mayoría de las habilidades y destrezas adquiridas”

10. “En caso de enfermedad u otros problemas vuestro aparente amigo se mantiene apartado de vosotros. Entonces puede considerarse un cobarde”.

11. “Los samurais calculadores…piensan en la muerte como una pérdida y en la vida como una ganancia…es por ello que se convierten en cobardes”.

12. “Es necesario enfrentarse a los problemas con coraje y júbilo…si la marea sube, el barco sube también”.

13. “Decidíos mientras respiráis siete veces”.

14. “Si se piensa demasiado se llegan a conclusiones comunes y banales”.

15. “Aquellos a los que les gusta ser de ayuda para otros, seguramente son apreciados”.

16. “El modo de sobresalir por encima de los otros es hacer que los otros hablen de vosotros y os juzguen”.

17. “Cuando escuchéis a otros hablar, escuchadlos seriamente…permitidles hablar libremente y sin interrupción”.

18. “Yo conozco el don de la victoria siempre. Sólo he aprendido a no dejar pasar el momento adecuado”.

19. “En este mundo que cambia tan rápidamente, no es necesario agarrarse ni al pesar ni al placer”.

20. “Los hombres pequeños son muy ruidosos; causan alboroto, discuten y parlotean”.

21. “Podéis trabajar libremente y de un modo efectivo sin ningún tipo de empujón“.

22. “Si estáis tratando de resolver un problema del que sois un experto, cuanta mayor sea la dificultad del problema, más se agudizarán y aumentarán vuestros talentos”.

23. “Ganar es vencer a tu propio lado. Vencerse a uno mismo es superar el cuerpo con la mente”.

24. “Cuando estéis discutiendo es mejor que digáis: responderé más tarde después de haberlo considerado mejor“.

25. “Con la prudencia seréis presos de dudas y tendréis muchas dificultades para tomar una decisión definitiva”.

26. “Sólo aquellos que han cometido algunos errores pueden asimismo acometer grandes tareas”.

27. “Es mejor que no habléis más de lo necesario. Y decid cuantas menos palabras mejor y en buen orden. Muy  menudo caéis en desgracia cuando habláis descuidadamente y, por casualidad, reveláis vuestra vergüenza”.
 Juan Jódar 

Nobuo Koromoto

CÓMO SER UN SAMURAI



Los samuráis poderosos fueron muy mortales con sus katanas, su arco o su naginata (hacha), además de que fueron muy disciplinados y muy entregados a su causa. Si bien es cierto que la clase de los guerreros samuráis se disgregó desde 1870, sigue siendo posible ver algunas resonancias del sentido del deber de estos guerreros y de su código bushido en Japón (además de en otros lugares).[1] Ser como un samurái en la época moderna no es fácil, pero puedes comenzar a vivir según las virtudes de los samuráis y desarrollar tus talentos para utilizarlos para bien con ayuda de la disciplina y de un buen sentido del deber.

Vivir como un samurái


1

Practica el gi (la integridad). Tradicionalmente, los samuráis vivieron según el código moral y ético conocido como bushido. Si bien es cierto que los samuráis han desaparecido, las virtudes centrales del código bushido siguen describiendo una vida honorable y moral que se puede seguir perfectamente en la actualidad. La primera de estas virtudes es la integridad.[2] Un samurái siempre se esfuerza por hacer lo correcto, incluso (y en especial) cuando es difícil. Un samurái escoge el camino que es mejor para un bien mayor cuando se le presenta decisiones difíciles, incluso si no es lo mejor para sí mismo.

  • Un ejemplo moderno: Kate por casualidad comete un error cuando postula para la universidad en línea. En lugar de brindar su correcta calificación promedio de la preparatoria de 3.5, escribe 3.9. Kate luego nota su error, pero solo después de que envió la solicitud. A pesar de que el error la hace ver como una mejor candidata, y está muy segura de que nadie lo notará, envía un correo electrónico al Departamento de Admisiones para comunicar su error para asegurarse de que se le juzgue justamente para preservar su honor.

2

Practica el yuuki (el coraje). Los samuráis no huyen de hacer actos difíciles (incluso si son imposibles). Se presentan con un rostro fuerte y se esfuerzan para desempeñar su deber incluso si se enfrentan a unas circunstancias intensas y a unas probabilidades poco probables. Ten en cuenta que esto no quiere decir que un samurái nunca tiene miedo. Todas las personas se asustan. En lugar de ello, un samurái sigue esforzándose para completar la labor que tiene que hacer.

  • Un ejemplo moderno: Joe tiene miedo de volver al campo de fútbol después del medio tiempo. Su equipo está perdiendo, los jugadores del otro equipo lo insultan después de cada juego y él sabe que su entrenador lo avergonzará en los casilleros por las intercepciones que ha lanzado en el primer cuarto de tiempo. Después de un corto momento de reflexión, él regresa al campo con la cabeza erguida. En su mente, su objetivo es tener el mejor segundo tiempo a pesar de su miedo y de las probabilidades difíciles que enfrenta.

3

Practica el jin (la amabilidad o la benevolencia). Si bien es cierto que los samuráis se recuerdan en la actualidad principalmente por su fiereza en el campo de batalla, en sus vidas diarias, fueron de todo menos crueles. El samurái ideal era un acompañante cálido con sus amigos (aunque siempre fue digno), sus familiares y los desconocidos; trataba a las personas que conocía con amor y compasión. En la actualidad, puedes seguir la virtud del jin al esforzarte al máximo para vivir una vida llena de amabilidad humana, incluso cuando te topas con personas que no se lo merezcan en especial.

  • Un ejemplo moderno: el nuevo estudiante en la escuela es una persona rara, no habla con nadie, no parece tener una buena higiene y actúa nerviosamente cuando tiene que hablar en frente de las personas. Shawn lo ve sentándose solo en una esquina de la cafetería y decide sentarse a su lado y esforzarse para entablar una conversación. Ya sea que el nuevo estudiante resulte ser el tipo de persona que simplemente es tímida o una persona que es tan extraña como todas las personas han dicho que es, sigue mereciéndose la misma compasión que Shawn le daría a cualquiera de sus amigos.

4

Practica el rei (la cortesía y la etiqueta). Lo creas o no, los samuráis se esforzaban por ser unos caballeros perfectos en sus interacciones diarias y se esforzaban para ser mortales en el campo de batalla. Esta virtud difiere del jin (la amabilidad) en el hecho de que describe un conjunto preciso de costumbres y comportamientos sociales que constituían la cortesía en Japón en ese tiempo. Si bien es cierto que puede ser poco práctico participar en las ceremonias de té del periodo feudal de Japón, puedes practicar el rei al actuar según las nociones modernas de la cortesía y la etiqueta de los caballeros y las damas.

  • Un ejemplo moderno: por alguna razón, al cajero en la tienda de comestibles no le agrada Kim. Siempre que pasa por la caja, él frunce el ceño y no dice nada más que "¿Quieres algo más?". Kim no está segura si al cajero no le agrada la manera en que se ve, ya sea que dijo un comentario con el que no concordó en el pasado o si el problema se trata de otro tema totalmente diferente. A pesar de esto, ella decide saludarlo con una sonrisa y con una conversación cortés todos los días. Quizás algún día, él aprenderá a actuar de la misma forma.

5

Practica el makoto (la honestidad). Un samurái debía ser honesto en sus palabras y en sus acciones. El código bushido dictaba que siempre se debía decir la verdad, no se debía mentir intencionalmente y nunca se debía actuar intencionalmente de una manera para hacer trampa o engañar a una persona. Actuar de esta forma era demostrar respeto por las leyes de la naturaleza del universo y del cosmos, y nunca actuar de manera deshonesta. Por ello, el samurái debía actuar de esta forma.[3]

  • Un ejemplo moderno: después del trabajo, uno de los compañeros de trabajo de la oficina de Sandeep le dice que recibirá una llamada de su novia, a quien Sandeep ha conocido. Le pide a Sandeep que le diga que los dos fueron al bar de la localidad a beber anoche y se quedaron ahí hasta que se cerró. Sandeep, quien estuvo en casa con su familia, se disculpa y se rehúsa cortésmente. Su compañero se frustra, pero Sandeep no se rinde. Él no mentirá intencionalmente, en especial no para ayudar a alguien a salirse con la suya por un tema inmoral.

6

Practica el meiyo (el honor). Un samurái valoraba su honor por encima de casi todo, incluso algunas veces por encima de su vida. Los samuráis se esforzaban para que se les admirara y se les elogiara por su fortaleza, competencia y virtud. Normalmente, ser deshonrado no podía suceder ya que cuando se les ponía en una posición en la que se enfrentaban con un fracaso mayor (como perder su daimyo en una batalla importante), no era poco común que cometieran suicidio al hacer un seppuku (un ritual de destripamiento) para preservar su honor.[4] A pesar de que las prácticas como seppuku son muy extremas para el mundo moderno, las personas que quieran vivir como un samurái deben ser cuidadosas de la manera en que viven su vida afecta su honor y su reputación.

  • Un ejemplo moderno: cuando Isabella llega a casa de clases un día, encuentra una invitación a una fiesta de disfraces en una hermandad prestigiosa en la que ha tratado de hacer amigas. A pesar de que al principio se sintió encantada, sus esperanzas se estrellan cuando ve que las organizadoras de la fiesta han escogido una temática racista. A pesar de que se muere por participar en la comunidad griega de la universidad, decide faltar a la fiesta e ir a otra en una hermandad menos prestigiosa. Ella no querría que su reputación se manchara al asociarse con una situación sucia.

7

Practica el chugi (la lealtad). Los samuráis no eran nada más que personas fieles a sus señores, sus clanes y sus temas. Se esperaba que un samurái siguiera las órdenes de su daimyo con obediencia absoluta. Los samuráis incluso firmaban contratos de sangre con su daimyo, en los que juraban lealtad a todo el linaje de su señor.[5] Si bien es cierto que este tipo de lealtad extrema está fuera de lugar en la era moderna, sigue siendo posible practicar el chuugi al ceñirse a las personas en tu vida que te dan honor en los momentos de dificultad, como tus amigos, tus familiares y las personas que depende de ti.

  • Un ejemplo moderno: Tim y su hijo siempre han tenido una relación difícil. Cuando Tim trata de ayudar a su hijo a tomar las decisiones correctas en su vida, los dos siempre han terminado en una discusión alterada. Ahora, su hijo se casará con una mujer que a Tim no le agrada. A pesar de sus reservas extremas, Tim decide estar al lado de su hijo en su boda ya que es su hijo y lo amará sin importar lo que pase.
A pesar de que los samuráis son guerreros, no pelean a menos que absolutamente no tuvieran otra opción. Los samuráis verdaderos no utilizan su poder a la ligera.

Temas sugeridos

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Sic transit gloria mundi

trucos blogger