Principios de la Orden Sufi Naqshbandi
LOS ONCE PRINCIPIOS DEL SENDERO NAQSHBANDI
Los primeros ocho principios son de ‘Abd
ul-Khaliq Ghujduwani (1220) Los tres últimas premisas fueron agregadas
por Baha ad-din Naqshband (1390).
1. Estar conciente de la respiración/ conciencia del momento presente
(Hûsh dar dam)
“Cada respiración que se exhala desde el
interior debe ser emitida conciente y atentamente, de modo que la mente
no se pierda en el olvido”.
Bahâ’ud-dîn Naqshband dijo: “La base del
progreso en esta senda se fundamenta en la respiración. Cuanto más
capaz es uno de estar conciente de la propia respiración, más fortaleza
tiene su vida interior. El estado del momento presente de uno debe ser
observado en cada respiración, sin distraerse pensando en el pasado o en
el futuro. Mientras se inhala y exhala, el intervalo entre ambas
respiraciones debe ser observado, de modo que ni la inhalación ni la
exhalación ocurran descuidadamente”.
A medida que el buscador o peregrino
espiritual ejercita su vigilancia en el momento presente, por ejemplo
recordando su respiración, su atención se fijará y se concentrará en
cada respiración, hasta que esta se acabe.
Sa’d ud-dîn Kâshgarî agregó: “Hôsh dar
dam es acompañar la respiración atentamente sin caer en distracciones,
manteniendo el recuerdo de lo Real en cada inspiración que tomemos”.
El Sheikh Abul Janab Najmuddin al-Kubra
en su libro Fawatih al- Jamal (Las eclosiones de la belleza) escribió
sobre el Dhikr, recuerdo de Dios durante la respiración, y sobre el
secreto de la respiración: “La invocación fluye de la respiración de
todos los animales [y humanos], lo deseen o lo rehúsen; ascienda o
decaiga su aliento. En cada hálito se eleva y desciende el término “ha”,
que es el nombre de Dios. Waw, última letra vocalizada con el alif ‹en
el nombre huwa (Él) ‹es el nombre del espíritu; parte de los servidores
de la esencia y permite alcanzar la unión [con Dios]. El término ha [de
la respiración] es el mismo que se encuentra en el nombre Allâh. La
letra alif y la doble lam sirven para establecer y redoblar la
determinación, respectivamente.”
En el Rashahât ‘Ain al Hayât se lee que:
La ‘ha’ en el Divino nombre ‘Allâh’ es el mismísimo sonido que todos
nosotros realizamos en cada respiración. Las otras letras (deletreadas
en árabe: alif y lâm duplicada) representan un artículo definido
intensificado que sirve para enfatizar la Singularidad de Allâh. La
parte esencial del Divino Nombre es por esta razón la ‘ha’, la cual
automáticamente acompaña cada respiración de todo ser vivo. Toda la vida
depende en la constante pronunciación de ese noble Nombre. Y al
buscador de conocimiento profundo le es fundamental reconocer este hecho
sutil y mantener la conciencia de estar con Allâh en cada respiración.
Por mucho tiempo se ha pensado que el
alma se encontraba en la respiración. “Los primeros pensadores
visualizaban el alma sensorialmente como el cuerpo de respiración”.
Estar atento a cada respiración nos hace tornar concientes del alma y
del cuerpo interno, o esencia, el cual pertenece al momento presente.
En el sendero espiritual de los
Khwajagan, estar concientes durante la respiración es uno de los
principios más importantes. Los que recorren este camino, consideran que
es una gran trasgresión volverse inconsciente del respirar.
2. Presta atención a tu paso
(Nazar bar qadam)
Dirígete constantemente hacia tu objetivo.
Sa’d ud-din Kashghari agregó: “Vigilar
tus pasos significa que cuando el buscador espiritual se traslada de un
lado a otro debe atender solamente a la punta del pie que da el paso,
sin distraerse con aquello que no debiera mirar”. Cuando la atención del
principiante es atraída hacia los colores y formas fuera de sí mismo,
su estado de recuerdo lo abandona y se estropea, y él o ella pierden su
objetivo. Esto se debe a que al comienzo del viaje el buscador
espiritual no tiene el poder del “recuerdo del corazón”, entonces cuando
su vista cae sobre los objetos, su corazón pierde la conexión y su
mente se dispersa.
Vigilar el paso también puede referirse a
prestar atención a las circunstancias, sintiendo cuando es el tiempo
indicado para la acción, cuando es el tiempo de inacción y cuando es
necesario establecer una pausa. Algunos han dicho que Nazar bar qadam es
una expresión que se refiere a la sabiduría natural de la disposición
de uno.
Fakhr ud-Din Kashifi comentó: “Nazar bar
qadam alude al camino que el peregrino recorre a través de los estadios
de desapego de su existencia, y de abandono de su egocentrismo y
egoísmo.
De estas tres interpretaciones, la
primera se refiere a como debiera el principiante poner en práctica este
aforismo, la segunda se refiere a aquellos que se hallan a mitad de
camino y la tercera a es para los que están alcanzando su objetivo.
3. El viaje de retorno al Hogar
(Safar dar watan)
Tu viaje es hacia tu Hogar. Recuerda que
estás trasladándote desde el mundo de la ilusión hacia el mundo de la
realidad. El peregrino va desde el mundo de lo creado o creación, al
mundo del Creador.
El viaje de retorno al Hogar es la
transformación que saca al ser humano de su estado de sueño subjetivo
para que pueda cumplir su destino divino.
En el Rashahat-i ‘ayn al-haya dice: “[El
viaje se refiere al] recorrido que el buscador espiritual realiza
dentro de su propia naturaleza humana. En otras palabras, él o ella pasa
de las cualidades humanas hacia las cualidades angélicas, cambiando lo
censurable por lo loable”.
El sheikh Ahmad Sirhindî (1624) comentó:
“Esta expresión bendita [recorrer la tierra natal] significa viajar
dentro de uno mismo. La fuente del resultado yace en poner la [práctica]
final al principio, lo cual es una de las características del Sendero
Naqshbandi. Y a pesar de que este auto-recorrido también puede
encontrarse en otras tariqas, o escuelas de sufismo, en ellas esta
práctica se encuentra en la etapa final, después de haber ‘viajado por
los horizontes’ [refiriéndose a los versos del Corán (41:53): “Les
mostraremos Nuestros signos en los horizontes y en ellos mismos hasta
que sepan que Él es lo Real”.]
“Viajar por los horizontes” es
trasladarse de un lugar a otro. Al principio del camino espiritual,
puede significar dejar el hogar para encontrar a un maestro espiritual.
En generaciones pasadas, también se usó este principio cuando había
necesidad de romper con las ataduras a nivel de confort, lugar y hábito,
cuando el peregrino se había instalado, acostumbrado y familiarizado
con un lugar y su gente. Ellos elegían viajar para experimentar el
vaciamiento total.
Safar dar watan significa viajar dentro
de uno mismo, observándose, examinando las reacciones propias, y viendo
cómo estas actúan sobre uno.
Esto refleja la importancia que el sendero Naqshbandi pone en sobre los estados, estadios y procesos internos.
Sé un residente en lo externo y deja que tu corazón sea el que viaje. Viajar sin piernas es el mejor modo de viajar.
4. Soledad en la multitud
(Khalwat dar anjuman)
Hay dos tipos de recogimiento. Uno es el
recogimiento externo en el cual el peregrino, alejado de la gente,
medita en su cubículo hasta que se contacta con el mundo espiritual. Se
llega a este resultado porque los sentidos externos se retraen y los
sentidos internos se abren a la percepción de los signos del mundo
espiritual.
El segundo tipo de recogimiento es el
interno o esotérico, donde el caminante espiritual atestigua
internamente los secretos de lo Real mientras que externamente está
rodeado de gente. Khalwat dar anjuman es la segunda clase de retiro:
externamente estar con la gente, internamente con Dios.
En todas tus actividades externas permanece libre internamente. Aprende a no identificarte con nada ni nadie.
Khwaja Awliya Kabir, uno de los
diputados de ‘Abd ul-Khaliq Ghujduwani, explicó khalwat dar anjuman de
la siguiente forma, “el recogimiento entre la multitud o muchedumbre se
da cuando el estado de absorción en el recuerdo de Dios es tan constante
y completo que ‘uno podría caminar por el mercado sin escuchar una sola
palabra'”.
El buscador espiritual está
simultáneamente con su Señor y con la gente. Como dijo el Profeta, “yo
tengo dos aspectos: uno mira a mi Creador y el otro mira a la creación.”
‘Abd ul-Khaliq Ghujduwani era conocido
por decir: “Cierra la puerta a los rangos y abre la puerta a la amistad.
Cierra la puerta del khalwat (recogimiento externo) y abre la puerta a
sohbat (camaradería)”. Baha ad-din Naqshband agregaba en conexión con
este tema: “nuestro sendero es el de camaradería. El alejarse de la
gente corresponde al deseo de celebridad y el desastre reside en la
celebridad. La bondad se halla en la sociedad, y la sociedad en
compañerismo. Cada uno de estos dos aspectos debe recibir su atención
apropiada y no deben ser confundidos el uno por el otro. Nuestra
felicidad yace en el grupo y la compañía, con la condición de que la
auto-negación se encuentre dentro de cada uno”.
Cuando Baha ad-din llegó a Herat en su
viaje a la Meca, el amir Hussein organizó una reunión en su honor. En la
asamblea el amir le preguntó, “Ya que en su Presencia no hay ni dhikr
audible, ni travesías, ni audición de música y poesía, ¿cuál es su
camino? Baha ad-din contestó: “Las puras palabras del linaje de ‘Abd
ul-Khaliq Ghujduwani, que dicen que ‘debemos estar en estado de
abstracción en la multitud’ y nosotros seguimos su camino”. “¿Qué es la
abstracción entre la gente?” preguntó el amir. “Externamente es estar
con la gente mientras que internamente estamos con Dios”, dijo
Naqshband. El amir expresó sorpresa y preguntó si esto era de hecho
posible. Baha ad-din respondió que si no fuese posible Dios, el Más
Elevado, no lo habría indicado en el verso del Corán que describe a
aquellos que no se distraen del recuerdo de Dios ni siquiera cuando
están en el mercado público: “Seres humanos a quienes ni los negocios ni
las ganancias distraen del recuerdo de Allâh” [24:37]. Este es el
camino de la Orden Naqshbandi.
Ahmad Faruqi Sirhindî,
Mujaddid-i-alf-i-thani (el renovador del segundo milenio) dijo: “Retiro
entre la gente se deriva de viajar en la tierra natal, pues si el viaje
en la tierra natal se realiza apropiadamente, entonces el retiro en la
multitud también ocurrirá. El buscador viaja en su propia tierra, entre
las diversas gentes y lugares; y los distintos horizontes no encuentran
forma de entrar en el cubículo de meditación de su ser interior. El
tesoro se manifestará con dificultad al principio y sin dificultad al
final. Y en esta tariqa [este principio se practica] desde el comienzo
del camino espiritual, mientras que en otros senderos es la parte final.
Esto es así, porque el tesoro proviene de viajar dentro de uno mismo
(con presencia en el momento presente), lo que está al principio de este
sendero, mientras que viajar sobre los horizontes ocurre
simultáneamente. Es lo opuesto de otros senderos espirituales, los
cuales hacen del viaje sobre los horizontes al principio y el viaje
dentro de uno mismo, al final”.
En las palabras del al-Kharraz: “la
perfección no está en el exhibicionismo de poderes milagrosos, sino que
la perfección está en sentarse entre la gente, vender, comprar, casarse,
tener hijos; y aún así, nunca dejar la presencia de Allâh ni por un
instante”.
En constante comunión con el Amado
dentro de uno, y un extraño para el mundo. Aquellos dotados de tal
belleza son verdaderamente raros en este mundo.
5. Recuerdo de Dios
(Yâd kard)
Es la concentración en la Divina Presencia.
Para la Naqshbandiyya el recuerdo de Dios se practica en el dhikr silencioso.
Mantén a Dios, el Amado, siempre en tu corazón y deja que tu plegaria, el dhikr, sea la plegaria de tu corazón.
De acuerdo con Khwaja Ubaydullah Ahrar,
“el verdadero significado del dhikr es el reconocimiento de Dios
internamente. El propósito del dhikr es lograr esta conciencia”. El
objetivo del dhikr es mantener el corazón y la atención de uno
completamente concentrados en el amor y devoción en el Amado.
El dhikr no solo se repite como palabras, sino en el corazón.
El recuerdo de la lengua se transforma
en el recuerdo del corazón. Abdu’l-Qadir al-Gilani decía: “En el primer
estadio, uno repite el nombre de Dios con su lengua; luego cuando el
corazón se despierta, uno recita internamente. Al principio uno debiera
declarar en palabras lo que uno recuerda. Luego poco a poco, el recuerdo
se desparrama por todo el ser de uno‹descendiendo al corazón y luego
elevándose al alma; Aun más adelante, alcanza el reino de los secretos;
más adelante el reino de lo velado; de allí, a lo más recóndito de lo
velado”.
6. El regreso/ retornar
(Bâz gasht)
El retorno a Dios, es el viaje de una sola dirección. Es la búsqueda resuelta y firme de la Verdad divina.
Recuerda que tú perteneces a Algún Lugar y tú objetivo es alcanzar la Realidad.
El significado de baz gasht es el
retornar a Dios mostrando total entrega y acatamiento a Su Voluntad, y
alabándoLe con completa humildad. La razón, mencionada por el Profeta
Mahoma en su invocación, “ma dhakarnaka haqqa dhikrika ya Madhkar (“no
Te hemos Recordado como Tú Merecías ser Recordado), significa que el
buscador espiritual no puede llegar a la presencia de Dios en su dhikr
ni manifestar Sus secretos y atributos en el dhikr, sin Su ayuda, con
Dios recordándolo a él. Como lo indicó Bayazid Bistami (874): “Cuando Lo
alcancé, vi que Su Recuerdo de mí precedió mi recuerdo de Él”. El
buscador no puede hacer dhikr por sí sólo. Debe reconocer que Dios es el
que está haciendo el dhikr a través suyo.
“Bienamado, Tú y Tu aprobación son mi
objetivo y deseo.” Con esta actitud se libra uno de pensamientos impuros
y distracciones. Esto se relaciona con el sendero de la absorción. Se
cuenta que un sufí estaba preocupado por su falta de sinceridad y se
sentía avergonzado. Entonces su shaykh lo llevó a otro sufí sheikh que
practicaba el sendero de absorción, y este le dijo que la absorción y no
las nimiedades, lo liberarían de su problema. El buscador reconoció que
en su problema sobre su deshonestidad y su vergüenza, su querer y sus
necesidades lo habían hecho centrarse tanto en sí mismo que lo habían
separado del Amado.
De acuerdo a Khwaja Ahrar, el término
“retornar” significa que tenemos dentro de nosotros el objetivo de
nuestro esfuerzo. Las semillas de transformación han sido plantadas en
nosotros y debemos valorizarlas por encima de toda otra posesión.
7. Atención
(Nigâh dâsht)
Confronta todo pensamiento foráneo.
Estate siempre atento a lo que estás pensando o haciendo, de modo que
pongas el sello de tu inmortalidad en cada acontecimiento y en cada
instante de tu vida diaria.
Mantente en vela. Observa qué es lo que
atrae tu atención. Aprende a retirar tu curiosidad de objetos
indeseables. Este principio también es expresado como: “Sé vigilante en
el pensamiento y recuérdate a ti mismo”.
Nigah significa vista. El buscador
espiritual debe cuidar su corazón y protegerlo, frenando la entrada a
pensamientos equívocos. Las malas inclinaciones impiden que el corazón
se una con la Divinidad.
Sufismo es poder proteger el corazón de
pensamientos negativos y de bajas inclinaciones. Se considera a alguien
un sufí verdadero cuando consigue proteger su corazón de tendencias
negativas por un período de quince minutos. Quien consigue estos dos
objetivos conocerá su corazón, y quien conoce su corazón conocerá a su
Señor. El Profeta Mahoma dijo que, “quien se conoce a sí mismo conoce a
Su Señor”.
Sa’d ud-Din Kashgari dijo: “el buscador
debe, por una o dos horas, o por el tiempo de que fuese capaz, detener
su mente y evitar que entren pensamientos [excepto de Dios]”. Otra
descripción de Munahej ul-Sair dice que: “[Nigah dasht es] proteger el
conocimiento especial y la presencia, que resultan del dhikr noble, de
tal manera que el recuerdo de cualquier cosa que no sea lo Real no
encuentre el camino al corazón/mente”.
Otros han escrito que nigah dasht
también se refiere al tiempo del dhikr en sí mismo: “Nigah dasht es
cuando el buscador [espiritual] a la hora del dhikr es capaz de sostener
su mente/corazón en el significado de LA ILAHA ILLA ‘LLAH para que los
pensamientos no entren en su corazón, porque cuando hay pensamientos en
la mente, el resultado del dhikr, es decir, la presencia del
corazón/mente no se manifestará”. También se ha dicho, “Nigah dasht es
una expresión que significa: evitar la aparición de pensamientos cuando
uno esta ocupado con la [repetición] de la frase [LA ILAHA ILLA ‘LLAH]”.
Abdul Majid Il Khani explicó que el
significado de resguardar el corazón/mente de la llegada de pensamientos
hace que estos pierdan control sobre la mente. En conexión con esto,
Khwaja Ubaydullah Ahrar mencionó que “el significado de evitar
[pensamientos] en la mente no se refiere a que el buscador evite los
pensamientos al principio [de su práctica], sino que los pensamientos no
disturben la asistencia y presencia [requeridas para el dhikr]. [Los
pensamientos] podrían ser comparados con el cereal que ha caído en la
corriente de agua pero que no evita que el agua continúe su curso. ‘Abd
ul-Khaliq Ghujduwani dijo: “no es que los pensamientos nunca entren el
corazón/mente, sino que hay momentos en que entran y momentos en que
no”. Esta sentencia parece ser respaldada por la opinión de Khwaja ‘Ala
al-Din al-‘Attar quien dijo: “Tener éxito con los pensamientos es
difícil y hasta imposible. Yo evité pensamientos [en mi corazón/mente]
por veinte años, después de lo cual ellos continuaban apareciendo, pero
no encontraban cabida”.
8. Recuerdo continuo/invocación permanente
(Yâd dâsht)
Es la conciencia permanente de la
presencia de Dios. Es “la experiencia completa de contemplación Divina,
lograda mediante la acción del amor objetivo”.
Aquellos que caminan en el sendero,
mantienen que cuando el amor interno está siempre presente en los
intercambios de uno con el mundo, entonces uno ha logrado estar
consciente.
Este es el último estadio antes de la
completa transformación. El buscador espiritual toma conciencia de que
la pérdida de su “ego” será compensada por el amor objetivo. La entrega y
abnegación [del ego] que llevan a este estadio, cesan de perturbar al
buscador ante el descubrimiento de la felicidad ilimitada que la Verdad
le traerá.
Yad dasht se refiere a la duración de la
permanencia de la conciencia de lo Real en el sendero de “degustación”
[vivir en la multiplicidad de lo ilusorio]. En el Rashahat-i ‘ain
al-Hayyat dice: “Algunos han dicho que Yad dasht es una percepción, una
capacidad de atestiguar lo Real en el corazón a través del amor
esencial”.
Obeid Ullah Ahrar dijo: “Yad dasht es
una expresión que se refiere a la permanencia de la conciencia de la
Gloriosa Verdad”. Y agregó: “significa estar presente [en Dios] sin
desaparecer”.
Con respecto al significado del término
durante el período del dhikr en si, se ha dicho, “Yad dasht es la
permanencia en presencia del Nombrado, [del completo significado] de la
negación y afirmación durante el dhikr, en el corazón del practicante o
dhakir”.
Khwaja Ubaydullah Ahrar describió
consecutivamente, de la siguiente forma, del quinto al octavo principio:
“Yad kart (Recuerdo de Dios) se refiere al trabajo de invocar, de
recordar. Baz gasht (Retornar) significa volverse hacia la Gran Verdad
de modo que cuando dice el dhikr, el buscador sigue la repetición en su
corazón sintiendo, “¡Dios, tú eres mi único objetivo verdadero!”. Nigah
dasht (Atención) es mantener silenciosamente la conciencia [de lo Real],
y Yad dasht (Recuerdo continuo o Invocación permanente) es la
constancia o firmeza en [conservar la] nigah dasht (Atención)”.
9. Percepción del estado de la mente de uno/ Tiempo
(Wuqûf-i-zamâní)
Baha ad-din Naqshband dijo que este
conocimiento es el creador y guía del discípulo. Significa estar atento
al estado de la mente de uno en todo momento dado, y saber si dicho
estado debiera ser causa de gratitud o arrepentimiento.
Significa mantener el cálculo de los
estados temporales de uno. Es distinguir la presencia, huzur, de la
ausencia, ghaflat. Baha ad-din describe esto como un “autodominio” o
“atención”. Él agregó que siempre se debería estar agradecido cuando uno
retorna a un estado de presencia.
En Wuquf-i-zaman, el buscador espiritual
se mantiene constantemente consciente de sus cambios de estado. Baha
ad-din Naqshband explicó: “Wuquf-i-zaman es el verdadero trabajo del
viajero en el Sendero: mantenerse atento a su estado y saber si esto es
razón para dar gracias o para arrepentirse, dando gracias durante el
sentimiento de júbilo, y arrepintiéndose cuando hay sequedad espiritual o
contracción”.
Él también afirmó: “La base del trabajo
del buscador espiritual se establece en la conciencia de tiempo
[practica], chequeando a cada instante si el que percibe la respiración,
respira con presencia o con olvido”.
Maulana Yaqub Charkhi, en su Explicación
de los nombres de Allâh, dijo: “Khwaja [Naqshband] enseñó que en el
estado de qabz (contracción) uno debería buscar el perdón de Dios,
mientras que en el estado de bast (expansión) uno debiera dar gracias.
La observación detallada de estos dos estados constituye
“wuquf-i-zamani”. Wuquf-i-zamani en el sendero Naqshbandi es equivalente
al término “mohasseba”(mantener la cuenta de/ la observación detallada)
usado por otros sufíes.
Jami en Resalah-i-nuria, dijo:
“Wuquf-i-zamani es un término que significa llevar la cuenta de los
tiempos que uno pasa en [estado de] dispersión (tafriqah) o de
recogimiento (jam’iyyat).”
10. Conciencia de número
(Wuqûf-i-adadí)
Es un término que significa observar el
número de repeticiones del dhikr. Jami dijo: “Wuquf-i-adadi es la
observación del número de dhikrs y de su resultado positivo o no”. De
acuerdo con Baha ad-din Naqshband, “la observación del número de
repeticiones del dhikr del corazón es para reunir los pensamientos, o
actividad mental, que están dispersos”.
De acuerdo a Khwaja ‘Ala al-Din
al-‘Attar, “lo importante no es el número de repeticiones sino la calma y
la conciencia con que uno las hace”.
Para Baha-ad din Naqshband, esta conciencia es el primer estadio de entrada al mundo espiritual.
Podría también interpretarse que, para
los principiantes, leer sobre los logros y los estados de conciencia
alcanzados por aquellos avanzados en esta práctica podrían ser útiles,
porque leyendo sobre el estado de cercanía [con Dios] de otro, uno
adquiere una cierta cualidad de inspiración interna.
Para los discípulos avanzados, esta
técnica, la cual facilita los estadios iniciales de adquisición de
intuición interna y aspiración, da una conciencia de la unidad en la
diversidad:
Esta diversidad y expansión no es sino un espectáculo, El Uno se manifiesta en el Todo.
Si la miras con los ojos abiertos, verás
que la diversidad, no es sino unidad. Para nosotros no hay duda [de
esto], aunque la haya en algunas mentes. A pesar de que la apariencia
está en números, la sustancia es tan sólo una.
–Debiera mencionarse que la inspiración
interior, ese entendimiento que aproxima al caminante espiritual a
enseñanzas más elevadas, viene a través de la gracia divina y no a
través de los descubrimientos de la mente. “El conocimiento viene por la
Gracia. La diferencia entre Inspiración divina y Conocimiento divino es
que el Conocimiento divino llega mediante la internalización de la luz
de la Esencia y atributos divinos, mientras que la Inspiración divina se
logra mediante la receptividad a los significados internos y a aquellos
tipos de instrucciones que se manifiestan dentro del practicante”.
11. Conciencia del corazón
(Wuqûf-i-qalbí)
Se trata de cuando el corazón se vuelve
consciente de Dios. Esto marca el despertar del Amor divino. El
individuo comprende que la existencia [de su ego] es un obstáculo para
su transformación final y ya no teme sacrificarlo porque ve por sí mismo
que ganará infinitamente más de lo que pierde.
Wuquf-i-qalbi ha sido descrito como
teniendo dos significados. Uno de ellos, es que el corazón del buscador
espiritual durante el dhikr percibe y se torna consciente de la Verdad.
Sobre este punto Khwaja Ubaydullah Ahrar ha dicho: “Wuquf-i-qalbi es
cuando la presencia y conciencia del corazón hacia la Más Elevada Verdad
[Realidad] se siente de tal modo que el corazón no siente necesidad de
nada excepto de lo Real”. Este significado es similar a aquel de yad
dasht o recuerdo continuo.
La conciencia del corazón se experimenta
cuando el corazón del caminante descansa en el Amado, como si nada ni
nadie más existiese.
Otra interpretación es que hay
conciencia del corazón en sí. En otras palabras, el buscador espiritual
durante el tiempo de dhikr está atento al corazón físico, el cual es el
“asiento de la sutileza”, y esto le evita volverse inconsciente, o
distraerse, durante la recitación del dhikr.
Baha ad-din Naqshband no consideraba
necesario suspender la respiración durante el dhikr como se hace en
otras tariqas, aunque creía que esa práctica podía ofrecer algunos
beneficios; como tampoco consideraba esencial la conciencia de tiempo,
wuquf-i-zamani, o la conciencia de número, wuquf-i-adadi. Sin embargo,
de acuerdo al Qodsîyyah, él afirmaba que, “la observancia de
Wuquf-i-qalbi, práctica de la conciencia del corazón, es la más
importante y necesaria siendo la síntesis y esencia del la intención del
dhikr”.
Como un ave fecundada, pósate
cuidadosamente sobre el huevo de tu corazón,porque de este huevo nacerá
tu embriaguez, tu auto-abandono,la risa estrepitosa y tu unión final.
La descripción de los Once Principios es una compilación de variadas fuentes, incluyendo:
–Hasan Shushud. Masters of Wisdom of
Central Asia, [Los maestros de sabiduría de Asia Central], Moorcote,
Yorkshire: Coombe Springs Press, 1983.
— Molana Fakhreddin Vaaez Kashefi.
Rashahat-i ‘ayn al-hayat, Trickles from the Source of Life, [Gotas de la
fuente de vida], Volume I, Nuryani Charitable Foundation, Tehran.
— Ahmad Tâhirî `Irâqî (editor y
comentarista). Introducción a Qodsîyyah, Holy Sayings of Baha ad-din
Naqshband, [Dichos de Baha ad-din Naqshband], Tehran, 1975.
— J. G. Bennett. The Masters of Wisdom [Los maestros de sabiduría], Santa Fe, New Mexico: Bennett Books, 1990.
–Muhtar Holland (traductor) Rashahat
‘Ain al Hayat, Beads of Dew from the Source of Life, Histories of the
Khwajagan the Masters of Wisdom [Historias de los Khwajagan, maestros de
sabiduría], Ft.Lauderlale, Florida, Al-Baz Publishing, Inc., 2001.
–Najmudin Kubra. Fawatih al-jamal [Eclosiones de la belleza], Madrid, España, Editorial Sufi, 2004.
LOS ONCE PRINCIPIOS DEL SENDERO NAQSHBANDI, dichos de otro modo.
1. Conciencia de la Respiración :
Sé consciente de cada instante. No dejes
que tu atención se asombre por la duración de un solo suspiro. Tente
presente a ti mismo y en todas las situaciones. Respiración consciente
(hosh dar dam) significa “mente” (hosh) y “respiración” (dam).De acuerdo
a Abdul Khaliq al-Ghujdawani significa:El seguidor sabio debe estar
atento a su respiración, que entra y sale, con lo cual mantiene siempre
su corazón en la Presencia Divina. Cada respiración que es inhalada y
exhalada con Presencia esta viva y conectada con la Presencia Divina.
Cada respiración inhalada y exhalada con desatención está muerta,
desconectada con la Presencia Divina.Ubayd Allah al-Ahrar dijo:La misión
más importante para el seguidor en esta Orden es ser consciente de su
respiración, y aquel que no pueda salvaguardarla, se le dirá, que “se
perdió a sí mismo”.Shah Naqshband dijo:Esta Orden esta construida sobre
la respiración. Por eso es un deber para todos estar conscientes de la
respiración en el momento de la inhalación y de la exhalación y aun más,
ser conscientes en el intervalo entre la inhalación y la
exhalación.Sheikh Abul Janab Najmuddin al-Kubra dijo en su libro,
Fawatih al-jamal:El dhikr esta fluyendo en el cuerpo de toda criatura
viviente a través de la necesidad de la respiración – incluso
involuntariamente – como un signo de obediencia, que es parte de su
creación. A través de su respiración, el sonido de “Huwa” del Nombre
Divino de Dios se realiza en cada exhalación e inhalación, y es un signo
de la Esencia No Visible que sirve para enfatizar la Unicidad de Dios.
Por lo tanto, es necesario estar presente con esa respiración para
comprender la Esencia del Creador. El nombre ‘Allah’, que abarca los
Noventa y Nueve Nombres y Atributos, consiste de cuatro letras alif,
lam, lam y la ha (Allah). La gente de Sufismo dice que la Esencia
Absoluta No Visible de Dios, Exaltado y Todopoderoso, es expresada por
la ultima letra vocalizada con el alif, “Huwa”. La primer lam es para la
identificación. La segunda lam es para darle énfasis. Salvaguardar la
respiración de la distracción los llevará a la completa Presencia. La
completa Presencia los llevará a la visión total. La visión total los
llevará a la completa manifestación de los Noventa y Nueve Nombres y
Atributos de Dios. Dios los guía hacia la manifestación de Sus Noventa y
Nueve Nombres y Atributos y todos Sus otros Atributos, porque se dice,
“Los Atributos de Allah son tan numerosos como las respiraciones de los
seres humanos”. Todos deben saber que resguardar la respiración de la
desatención es difícil para los seguidores. Por lo tanto, ellos deben
salvaguardarla pidiendo perdón, porque el pedir perdón la purificará y
la santificará y preparará al seguidor para la real manifestación de
Dios en todos lados.
2. Vigila tu Paso :
Mantén tu atención delante de ti a cada
paso que das. Conciencia de las acciones. Significa que el seguidor
mientras camina debe mantener sus ojos en sus pies. Donde el este por
poner sus pies, sus ojos deben estar allí. El no debe mirar aquí o allá,
derecha o izquierda o frente a él, porque visiones innecesarias pondrán
velos a su corazón. La mayoría de los velos del corazón son creados por
las imágenes que son transmitidas desde sus ojos hacia su mente durante
su vida diaria. Estas pueden perturbar su corazón con turbulencia a
causa de los diferentes tipos de deseos que han sido marcados en su
mente. Estas imágenes son como velos en el corazón. Ellas bloquean la
Luz de la Presencia Divina. Es por lo que los santos sufíes no le
permiten a sus seguidores, que ya han purificado sus corazones a través
de constante dikhr, mirar otra cosa que a sus pies. Sus corazones son
como espejos, reflejando y recibiendo cada imagen fácilmente. Esto puede
distraerlos y llevar impurezas a sus corazones.Entonces al seguidor se
le ordena bajar su mirada para no ser asaltado por las flechas de los
demonios. Bajar la mirada también es un signo de humildad. La gente
orgullosa y arrogante nunca miran sus pies. También es una indicación de
que uno esta siguiendo las pisadas del Profeta (la paz sea con él),
quien nunca miraba a la derecha o izquierda cuando caminaba, sino que
solía siempre mirar sus pies, moviéndose rápidamente hacia su destino.
También es un signo de un estado elevado, cuando el seguidor no mira a
ningún lado salvo hacia su Señor. Como aquel que trata de llegar a su
destino rápidamente, el buscador de la Presencia Divina de Dios, no mira
ni a la derecha ni a la izquierda, no mira a los deseos de este mundo,
sino que solo busca la Presencia Divina.Imam ar-Rabbani al-Faruqi
dijo:La mirada precede al paso y el paso sigue la mirada. La ascensión a
un estado superior es primera con la visión, seguida por el paso.
Cuando el paso llega al nivel de la elevación de la mirada, entonces la
mirada será alzada a otro estado, al cual el paso la seguirá
alternadamente. Luego la mirada será alzada incluso más alto y el paso
la seguirá en su momento. Y así, hasta que la mirada llega a un estado
de perfección en la que tire al paso. Nosotros decimos, ‘Cuando el paso
sigue la mirada, el discípulo ha alcanzado el estado de aptitud para
aproximarse a las pisadas del Profeta, la paz sea con él. De modo que
las pisadas del Profeta (la paz sea con él) son consideradas el origen
de todos los pasos.’Shah Naqshband dijo, “Si miramos los defectos de
nuestros amigos, nos quedaremos sin amigos, porque nadie es perfecto.”
3. Viaje al Hogar :
Recuerda que estas viajando desde el
mundo de la creación hacia el mundo del Creador. Se relata que el
Profeta (la paz sea con él) dijo, “Yo voy hacia mi Señor, desde un
estado a un estado mejor, y desde una estación a una superior.” Se dice
que el seguidor debe viajar desde el deseo por lo prohibido, hacia el
deseo por la Presencia Divina.La Orden Sufí Naqshbandi divide ese viaje
en dos categorías. La primera es el viaje externo y la segunda es el
viaje interior. El externo es el viaje desde una tierra a otra, buscando
por un guía perfecto que los lleve y dirija hacia su destino. Esto le
permite moverse hacia la segunda categoría, el viaje interno. Los
seguidores, una vez que han encontrado un guía perfecto, les esta
prohibido ir hacia otro viaje externo. En el viaje exterior hay muchas
dificultades que los principiantes no pueden soportar sin caer en
acciones prohibidas, porque ellos son débiles en sus devociones.La
segunda categoría, el viaje interno, requiere que el seguidor deje sus
modales vulgares, y los cambie por modales dignos de alabanza, y que
saque de su corazón todos los deseos mundanos. Él será elevado desde un
estado de impureza hacia un estado de pureza. En ese momento ya no
estará en necesidad de más viaje interno. Habrá limpiado su corazón,
haciéndolo puro como agua, transparente como cristal, pulido como un
espejo, mostrando las realidades de todos los temas esenciales para su
vida diaria, sin ninguna necesidad de acción externa de su parte. En su
corazón aparecerá todo lo que es necesario para su vida y para aquellos
alrededor de él.
4. Soledad en la Multitud :
En todas las actividades exteriores
mantente interiormente libre. Aprende a no identificarte a ti mismo con
cualquier cosa. La habilidad de remover la conciencia de lo exterior, y
luego volver a conectarla.La reclusión (khalwat), significa estar
exteriormente con gente mientras uno se mantiene interiormente con Dios.
También existen dos tipos de reclusión. La primera es la reclusión
externa, y la segunda es la reclusión interna.La reclusión externa
requiere que el seguidor se retire a un lugar privado sin gente.
Quedándose solo, se concentra y medita en el dikhr Allah, el recuerdo de
Dios, para llegar a un estado en el que el dominio espiritual se hace
manifiesto. Cuando encadena sus sentidos externos, sus sentidos internos
estarán libres de alcanzar el dominio espiritual. Esto lo llevará a la
segunda categoría: reclusión interna.La reclusión interior significa
reclusión entre la gente. El corazón del seguidor debe estar presente
con su Señor y ausente de las creaciones mientras se mantiene
físicamente presente entre ellos. Se dice,El seguidor estará tan
profundamente envuelto en el dikhr silencioso en su corazón que, aunque
entre en una multitud de personas, no escuchará sus voces. El estado de
dikhr lo subyugará. La manifestación de la Presencia Divina lo envolverá
haciéndolo inconsciente de todo salvo de su reclusión, como se mencionó
en el Santo Corán, ‘Gente a quienes ni los negocios ni los beneficios
los distraen de la reunión con Dios’ [24:37]. Esta es el camino de la
Orden Naqshbandi.La principal reclusión de los Sheikhs de la Orden
Naqshbandi es la reclusión interna. Ellos están con su Señor y
simultáneamente están con la gente. Como el Profeta (la paz sea con él)
dijo, “Yo tengo dos lados: uno mira hacia mi Creador, y uno mira hacia
la creación.” Shah Naqshband enfatizó lo bueno de las reuniones cuando
dijo, “Nuestro Camino es la compañía, y todo lo bueno está en la
reunión.”Se dice que el creyente que puede mezclarse con la gente y
cargar con sus dificultades es mejor que el creyente que se mantiene
lejos de la gente. Sobre ese punto delicado Imam Rabbani dice,Debe
saberse que al comienzo el seguidor usará la reclusión externa para
aislarse a sí mismo de la gente, alabando y concentrándose en Dios,
Todopoderoso y Exaltado, hasta que alcanza un nivel superior. En ese
momento será aconsejado por su Sheikh, en las palabras de Sayyid
al-Kharraz, ‘La Perfección no se encuentra en la exhibición de poderes
milagrosos, sino que la perfección es sentarse entre la gente, comprar y
vender, casarse y tener hijos; y sin embargo nunca dejar la presencia
de Dios ni siquiera por un momento.’
5. Recuerdo :
Recuerda a tu Amigo (Dios). Que la
plegaria de tu boca sea la plegaria de tu corazón. El termino de Abdul
Khaliq fue yad kard. Yad (recuerdo) es dhikr y kard es hacer el dhikr.
La acción del dhikr es la esencia o el corazón del recuerdo. El seguidor
debe recitar el dhikr a través de la negación y afirmación con su
lengua hasta que alcance el estado de contemplación en su corazón. Ese
estado será logrado recitando todos los días la negación (la ilaha) y la
afirmación (ill-Allah) con la lengua, entre 5000 y 10000 veces,
removiendo del corazón los elementos que lo llenan de herrumbre y lo
manchan. Este dhikr lustra el corazón y lleva al seguidor al estado de
manifestación. Debe mantener ese dhikr diario, tanto con el corazón o
con la lengua, repitiendo Allah, el Nombre de la Esencia de Dios que
abarca todos los otros nombres y Atributos, o a través de la negación y
afirmación diciendo la ilaha ill-Allah. Este dhikr diario llevará al
seguidor a la presencia perfecta del Uno que es glorificado.El dhikr a
través de la negación y afirmación, de acuerdo a la manera de los
maestros Sufíes Naqshbandi, requiere que el seguidor cierre sus ojos,
cierre su boca, apriete sus dientes, presiones su lengua hacia el
paladar, y mantenga su respiración. Deberá recitar el dhikr con el
corazón, con la negación y afirmación, comenzando con la palabra la
(“no”). Alza esta “la” desde debajo de su ombligo hasta su cerebro.
Cuando la palabra “la” llega al cerebro dice la palabra ilaha (“dios”),
se mueve desde el cerebro hacia el hombro izquierdo, y golpea el corazón
con ill-Allah (“excepto Dios”). Cuando esa palabra golpea el corazón,
su energía y calor se desparraman a todas las partes del cuerpo.El
seguidor que ha negado todo lo que existe en este mundo con las palabras
la ilaha, afirma con las palabras ill-Allah que todo lo que existe ha
sido aniquilado en la Presencia Divina. El seguidor repite esto con cada
respiración, inhalando y exhalando, siempre haciéndolo ir al corazón,
de acuerdo al numero de veces prescrito por su Sheikh. El seguidor
eventualmente alcanzará el estado donde en una respiración podrá repetir
la ilaha illa-Allah veintitrés veces. Un Sheikh perfecto puede repetir
la ilaha ill-Allah un numero infinito de veces en cada respiración. El
significado de esta práctica es que el único objetivo es Allah y que no
hay otro objetivo para nosotros. La comprensión de la Presencia Divina
como Única Existencia, despierta en el corazón del discípulo el amor al
Profeta (la paz sea con él) y al mismo tiempo dice, Muhammadur Rasul
Allah (“Muhammad es el Profeta de Dios”), que es el corazón de la
Presencia Divina.
6. Regreso :
Este es un estado en el que el seguidor,
que recita dhikr a través de la negación y la afirmación, llega a
comprender la frase del Santo Profeta, “Oh mi Dios, Tu eres mi Objetivo y
Tu Placer es mi propósito.” La recitación de esta frase aumentara en el
discípulo la conciencia de la Unicidad de Dios, hasta que alcance el
estado en el que la existencia de toda la creación se desvanece de sus
ojos. Todo lo que ve, donde quiera que mire, es el Uno Absoluto. Los
discípulos Naqshbandi recitan este tipo de dhikr para extraer de sus
corazones el secreto de la Unidad, y para abrirse a sí mismos a la
Realidad de la Única Presencia Divina. El principiante no puede dejar
este dhikr si todavía no ha aparecido este poder en su corazón. Debe
seguir recitándolo imitando al Sheikh, porque el Profeta (la paz sea con
él) ha dicho, “Quienquiera que imite un grupo de personas, pertenecerá a
ellos.” Y quienquiera que imite a su maestro, algún día encontrará este
secreto abierto a su corazón.El significado de la palabra regreso (baz
gasht) es el retorno a Dios, Exaltado y Todopoderoso, mostrando completa
sumisión a Su Voluntad, y completa humildad entregándole toda alabanza.
Esta es la razón que el santo Profeta mencionó en su invocación,
“”Nosotros no Te recordamos como Tu mereces ser recordado, Oh Dios.” El
seguidor no puede llegar a la Presencia de Dios en su dhikr, y no puede
manifestar los secretos y atributos de Dios en su dhikr, si es que no
recita el dhikr con el Apoyo de Dios y estando bajo el Recuerdo de Dios.
Como Bayazid dijo, “Cuando llegue a El vi que Su recuerdo de mí
precedía mi recuerdo de Él.” El seguidor no puede recitar dhikr por sí
mismo. Debe reconocer que es Dios el que esta haciendo dhikr a través de
él.
7. Atención :
Significa que el seguidor debe vigilar
su corazón y cuidarlo impidiendo que malos pensamientos entren en él,
porque impedirán la unión con lo Divino. Es reconocido en la Orden
Naqshbandi, que si un seguidor salvaguarda su corazón de malas
inclinaciones por quince minutos es un gran logro. Por esto será
considerado un real sufí. Sufismo es el poder para proteger al corazón
de malos pensamientos y de bajas inclinaciones. Quienquiera que logre
estos dos objetivos conocerá su corazón, y quien conozca su corazón
conocerá a su Señor. El Santo Profeta (la paz sea con él) ha dicho, ”
Quien se conoce a sí mismo conoce a su Señor.” Un Sheikh Sufí dijo,
“Porque protegí a mi corazón por diez noches, mi corazón me ha protegido
por veinte años.”Abu Bakr al-Qittani dijo,”Yo fui el guardián de la
puerta de mi corazón por cuarenta años, y nunca la abrí para nadie
excepto a Dios, Todopoderoso y Exaltado, hasta que mi corazón no conocía
a nadie salvo a Dios Todopoderoso y Exaltado.”Abul Hasan al-Kharqani
dijo, “Durante cuarenta años Dios ha estado mirando a mi corazón y no ha
visto a nadie excepto a El Mismo. Y no hay lugar en mi corazón para
otro que no sea Dios.”
8. Reunión :
Se refiere a cuando el que recita el
dhikr protege a su corazón con la negación y afirmación en cada
respiración sin abandonar la Presencia de Dios, Todopoderoso y Exaltado.
Requiere que el seguidor mantenga su corazón continuamente en la
Presencia divina de Dios. Esto le permite comprender y manifestar la Luz
de la Única Esencia de Dios. Entonces apartara tres de cuatro
diferentes formas de pensamiento: pensamientos egoístas, malos
pensamientos y pensamientos angélicos, manteniendo y afirmando solamente
la cuarta forma de pensamiento, pensamientos veraces. Esto llevara al
seguidor al más alto estado de perfección descartando todas sus
imaginaciones y abrazando solo la realidad que es la Unicidad de Dios,
Todopoderoso y Exaltado.
9. Conciencia del Tiempo :
Vigilar la propia tendencia al olvido.
El seguidor debe saber cuanto tiempo ha empleado en moverse hacia la
madurez espiritual y debe darse cuenta a que lugar ha llegado en su
viaje hacia la Presencia Divina. El seguidor debe progresar con todas
sus fuerzas. Debe utilizar todo su tiempo para alcanzar su único
objetivo, arribar a la estación del Amor Divino y la Presencia Divina.
Debe ser consciente que de todos sus esfuerzos y de todas sus acciones,
Dios es testigo del más pequeño detalle. El buscador debe llevar la
cuenta de sus acciones y sus intenciones todos los días y todas las
noches, y analizar sus acciones cada hora, cada segundo, y cada momento.
Si ellas son buenas, agradece a Dios por eso. Si son malas, debe
arrepentirse y pedir perdón a Dios.Shah Naqshband lo explico
diciendo:”Deben ser conscientes de ustedes mismos. Si estaban siguiendo
la Ley Divina entonces deben agradecer a Dios, sino deben pedir perdón.”
“Lo que es importante para un seguidor en ese estado es mantener seguro
hasta el menor periodo de tiempo. Tiene que permanecer en guardia de sí
mismo, y juzgar si estaba en la presencia de Dios o si estaba en la
presencia de su ego, en cada momento de su vida. Deben evaluar como
utilizan cada momento: con Presencia o en Negligencia.”
10. Conciencia de los Números :
El seguidor que esta recitando el dikhr
debe ser consciente del numero exacto de repeticiones que comprenden el
dikhr silencioso del corazón. Mantener la cuenta del dikhr no es por la
cuenta en si misma, sino para proteger al corazón de malos pensamientos,
y que se concentre mas en el esfuerzo por alcanzar lo antes posible la
repetición prescrita por el Sheikh. El pilar del dikhr a través del
numero de repeticiones, es llevar al corazón a la Presencia del Uno
quien es mencionado en ese dikhr y seguir contando, uno por uno, y darse
cuenta que todos estamos en necesidad de ese Uno cuyos signos aparecen
en toda creación.Shah Naqshband dijo:”La observación de los números
durante el dikhr es el primer paso en el estado de adquisición del
conocimiento celestial.”Esto significa que contar lleva a reconocer que
solo Uno es necesario para la vida. Todas las ecuaciones matemáticas
necesitan el numero Uno. Toda la creación esta en necesidad del Uno.
11. Conciencia del Corazón :
Significa dirigir el corazón del
seguidor hacia la Presencia Divina, donde solo vera a su Amado.
Significa experimentar Su manifestación en todos los estados. Ubaydullah
al-Ahrar dijo: “El estado de conciencia del corazón es el estado de
estar presente en la Presencia Divina de tal manera que no se puede
ningún otro salvo a Él.” En tal estado uno concentra el lugar del dikhr
dentro del corazón porque este es el centro de poder. Todos los
pensamientos e inspiraciones, buenos y malos, se sienten y aparecen uno
tras otro, alternándose, moviéndose entre luz y oscuridad, en constante
revolución, dentro del corazón. Se requiere el dikhr para controlar y
reducir la turbulencia del corazón.
La descripción de los Once Principios es un extracto de:
-The Naqshbandi Sufi Way. History and Guidebook of the Saints of the Golden Chain. by Shaykh Muhammad Hisham Kabbani.
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