Gi, Yu, Jin, Rei. Makoto, Meiyo y Chuugi son las leyes que todo
samurái debe cumplir. El bushidō o camino del guerrero es una serie de
enseñanzas que se inculcan durante al menos los últimos mil años entre
la clase dirigente japonesa.
Desde hace varios siglos, las siete claves que lo componen se han convertido en el código de ética de los samuráis.
Si un samurái rompía de forma afrentosa alguna de las siguientes
leyes de vida, podía recobrar su honor practicando el seppuku (suicidio
ritual). A continuación, las siete claves del código de ética samurái.
Gi – Justicia – decisiones correctas
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero
no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un
auténtico samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se
refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
Yu- Coraje
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una
tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor
heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de
forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es
inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
Jin – Benevolencia
Mediante el entrenamiento intenso el samurái se convierte en rápido y
fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que
debe ser usado en bien de todos. Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros
en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su
camino para encontrarla.
Rei – Respeto, Cortesía
Los samurái no tienen motivos para ser crueles. No necesitan
demostrar su fuerza. Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin
esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un
samurái recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino
también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza
interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.
Makoto – Honestidad, Sinceridad absoluta
Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho.
Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que
hará. No ha de “dar su palabra”, no ha de “prometer”, el simple hecho
de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son
la misma acción.
Meiyo – Honor
Es la virtud más importante de todas. El auténtico samurái sólo tiene
un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que toma y
cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién es en realidad. No puede
ocultarse de sí. En caso de quedar mancillado, la única forma de
restaurarlo es mediante el Seppuku o suicidio ritual.
Chuugi – Lealtad
Haber hecho o dicho “algo”, significa que ese “algo” le pertenece. Es
responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un
samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos
de los que es responsable, permanece fieramente fiel. Para el guerrero,
las palabras de un hombre son como sus huellas: puedes seguirlas donde
quiera que él vaya.
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