La mente es casi siempre impura y casi siempre trae pensamientos sin
aspiración. Incluso si no lo hace, aun así la mente es víctima de la duda, la
envidia, la hipocresía, el miedo y otras cualidades no divinas. Todas las cosas
negativas atacan a la mente primero. Puede que la mente las rechace por un
minuto, pero ellas vuelven a llamar a su puerta. Esta es la naturaleza de la
mente. El corazón es muchísimo más puro. El afecto, la devoción, la entrega y
otras cualidades divinas están ya presentes en el corazón. Por eso el corazón es
mucho más puro que la mente. Incluso si tienes miedo o envidia en el corazón,
aún así emergerán las buenas cualidades del corazón.
Pero también, puede que el corazón no sea totalmente puro, porque el ser
vital se encuentra cerca del corazón. El vital inferior, que se ubica cerca del
ombligo, tiende a subir y a tocar el Centro del corazón. Debido a su influencia
y su proximidad, hace al corazón impuro. Pero al menos el corazón no es como la
mente, que abre a sabiendas sus puertas a las ideas impuras. El corazón es mucho
mejor que la mente. Y lo mejor es el alma. El alma es todo pureza, luz, dicha y
divinidad.
Ejercicios para purificar la mente
1. Convirtiéndote
en el alma
2. La llama interna
3. Purificando el aliento
4. Dios me quiere, yo necesito a Dios
5. Afirmando el control sobre la mente
6. Échalos fuera
7. Ahogando los pensamientos malos
2. La llama interna
3. Purificando el aliento
4. Dios me quiere, yo necesito a Dios
5. Afirmando el control sobre la mente
6. Échalos fuera
7. Ahogando los pensamientos malos
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