viernes, 4 de abril de 2014

SUFISMO PERSA: LA POBREZA ESPIRITUAL

Debes saber que la pobreza espiritual (faqr)13, es un estado extremadamente exaltado en el camino hacia Dios el Todopoderoso. Por eso los derviches son hombres de alto rango espiritual. Dice Dios, el Exaltado: “La caridad es para aquellos que toman con el fin de satisfacer a Dios y no pueden obtenerlo del mundo porque están muy ocupados en el recuerdo de Dios pero, aquellos que no están pendientes de su culto, se imaginan que son ricos” 2:273.
En el Corán también se dice: “Allah menciona el ejemplo de dos personas, una de las cuales es el esclavo de alguien y no es libre para actuar, y el otro es un siervo de Dios que no trabaja, pero obtiene su sustento de Él” (Cor. 16:75). De nuevo Dios dice: “Ellos son los que mantienen sus cuerpos durante la noche separados de sus lechos mientras permanecen absorbidos en la adoración y en soledad piden a Dios por Su ayuda y sustento” (Cor. 32:16). El santo Profeta (s) ha dicho: “Oh Señor, haznos vivir desprendidos, morir desprendidos y levantarnos el día del Juicio entre los desprendidos”.
 
 
 
Hay muchos versos como estos que se podrían mencionar, pero que son bien conocidos. El desprendimiento aquí indica la independencia de todo aquello que no sea Dios mismo. Durante los tiempos del Profeta (s), los fuqara (los pobres) eran los muhayirin (emigrantes que huyeron de Meca) que se sentaban en la mezquita en Medina y se dedicaban al servicio (ubudiya) del Todopoderoso, y a disfrutar de la compañía del Profeta (s), sin hacer nada para ganarse la vida, porque confiaban plenamente en Dios. Esta es la razón por la cual el Profeta (s) fue amonestado por el Todopoderoso con las siguientes palabras: “No te alejes de aquellos que permanecen ocupados en el Recuerdo de Dios día tras día, y no codician nada excepto Su Bondad” (Cor. 6:52). De nuevo dijo: “No les retires la mirada. ¿Acaso buscas la grandeza del mundo?” (Cor. 18:28). Esta es la razón por la cual  el Profeta (s), solía decirles: “¡Por mi padre y mi madre! Fue gracias a ellos que mi Señor me amonestó”.
 
Esto demuestra que el faquir es tenido en gran estima por el Todopoderoso. El camino del renunciamiento es un gran honor, el honor de dejar todos los medios externos e internos de provisión y disponer toda la confianza en el Proveedor (ar-Razzaq). Así, el faqr se transforma en fajr (orgullo), y los ascetas se sienten afligidos cuando lo pierden y felices cuando lo recuperan. Lo aman fervientemente y bajan los ojos ante todo lo demás con profundo desprecio.
La pobreza espiritual tiene dos signos (alama): externo e interno. El externo es la pobreza y la privación; el interno es el control y el honor. Aquel que está en la región exterior se encuentra en un estado de penuria, y tan pronto como se convierte en rico pierde la Realidad (haqiqa). Pero quien la realiza da la espalda a todo lo que no sea el Señor, y después de llegar al fana (extinción) en el Ser Divino, llega al estado de baqa (subsistencia) en el Ser Eterno.
Un maestro ha dicho: “Aquel que sólo conoce la pobreza espiritual en su forma (rasm) no conoce nada excepto el nombre. Por eso un asceta es el que no posee nada y no pierde nada. Ni es rico en la abundancia ni pobre en la pobreza. Ni la riqueza ni la necesidad hacen ningún impacto sobre él. De hecho, es feliz en la necesidad. Los maestros, por eso, han dicho: ‘Cuanto más sufre el derviche, más alto vuela’. La abundancia es una maldición para él, pues cuanto más posee más es poseído. Los amigos de Dios florecen en la riqueza espiritual y los Secretos Divinos mejor que en este mundo, infestado de corruptos, porque la riqueza evita que atiendan al Amado".
Una vez un rey le dijo a un derviche: “Pídeme lo que quieras y se te dará”. “Yo no pido nada a nadie que es esclavo de mis esclavos”, le contestó, a lo que el rey le preguntó: “¿Cómo puede ser eso?” Le dijo: “Mis esclavos son la avaricia y la lujuria, y tú eres el esclavo de ambos”. El Profeta (s) dijo: “La pobreza es un honor solo para los honorables”. Que quiere decir que aquello que es un honor para los honorables es una desgracia para aquellos que no lo son. El honor del faquir está justificado cuando sus miembros está alejados de cometer faltas y su corazón lejos de ser turbado. Ni el ser físico se inmuta ante la desgracia, ni su alma se afectada por el infortunio y las preocupaciones. Externamente está absorto en la gratitud tanto como internamente está inmerso en las bendiciones divinas, así que su alma concupiscente finalmente se transforma en el alma angelical y se somete a la Divinidad. En esta excelsa posición, nada en el universo puede igualar su grandeza ni ningún ser humano se puede comparar con él. Porque ni la pobreza mundana lo vuelve pobre, ni las riquezas del mundo rico. Todo el universo no pesa para él ni el peso de un ala de mosquito en su pobreza; ¡deviene en tal grandeza que ni tan siquiera el universo entero puede contenerlo!
 
Controversia sobre el faqr y gina
Las opiniones de los mashaij del Islam están divididas en la cuestión del faqr (pobreza) y el gina (posesión) y cual es superior. Como el único Autosuficiente (Gani) real es Dios Mismo y todos los atributos de perfección son suyos, Shaij Yahia bin Muadh Razi, Ahmad bin Hawari, Arit. Al-Muhashibi, Abu Abbas bin AtaRu waym y Abdul Hasan bin Shamaun de los mutaqaddimin (los antiguos) y Shaij al-Masaij Abu Said Abul Jair Menhi de los mutaajirin (actuales) son de la opinión que la posesión es mejor que la no posesión. Argumentan que siendo el gina un Atributo Divino está por encima del faqr, y si esta cualidad es poseída por el hombre debe ser necesariamente superior. Mi respuesta a esto que el atributo humano de posesión es solo común con el Atributo Divino de posesión en nombre y no en su realidad, en tanto los atributos humanos son mortales y los Divinos eternos, no se puede plantear que ambos sean comunes o iguales.
 
 
 
Yo, Ali bin Uzman al-Yallabi afirmo que, como el gina es un Atributo Divino no puede ser aplicado al hombre y como el faqr es una cualidad humana no puede ser aplicada a Dios, quien es denominado poseedor (gani) metafóricamente (mayaz) no lo es en realidad (haqiqa). Otra prueba de esto es que como el hombre está sometido a las causas en sus posesiones y solo Dios es el productor de las causas, Su gina no está sujeta a ninguna causa. Así es que es inútil pensar que los atributos divinos son comunes al hombre. Es así que no habiendo ningún sharik (asociado) a la Esencia Divina, no puede haber asociado en Sus Atributos.
Si la asociación no es válida en los atributos, tampoco lo es en los nombres. Cuando dices que alguien es gani, es solo formalmente. Dios es gani en el sentido de que Él es Autosuficiente y no depende de nada más. Él hace lo que es Su Voluntad. No hay nadie que se puede oponer a Él o disputar Su Autoridad. Todos los poderes de expansión y contracción Le pertenecen y puede hacer que dos opuestos se encuentren. Él siempre ha sido así y siempre lo será. Pero, comparado con Él, el gina del hombre (independencia) está basado en algún éxito de la vida, como la seguridad ante el daño o la felicidad de la contemplación (mushahada) de la Belleza Divina, todo lo cual es relativo y están sujetos al deterioro, regresión y perdida, dando lugar a la humillación y degradación. Es pues así que el gina es real respecto de Dios y relativo respecto del hombre, como Allah ha dicho en el Corán: “El hombre es pobre y depende de Allah, que es gani y alabado”35:15. Y también: “Allah es rico (gani) y vosotros necesitados (fuqara)”47:37.
Algunos incultos dan preferencia a los ricos sobre los pobres a causa de su riqueza y poder. Por gina entienden abundancia, fortuna y lujo, y lo argumentan con el  verso que dice “Si sois agradecidos os daré más” 14:17. Dios ha ordenado que seamos agradecidos con Él por la abundancia en el verso “Allah está con aquellos que son pacientes” 2:153. Allah ha aconsejado la paciencia en la adversidad, de lo que sigue que la abundancia es mejor que la adversidad y, por ello, los ricos son superiores a los pobres. Olvidan que la abundancia trae consigo la despreocupación (gafla) y la adversidad deviene en proximidad a Dios; Allah dice “Acercaros a los pacientes”. Cuando, de acuerdo a la promesa de Dios, la gratitud trae más riqueza, lo que trae realmente es la despreocupación, que es duplicada. No saben que la gina que los mashaij prefieren al faqr, no es el gina que los hombres comunes llaman gina, que es la consecución de riqueza, sino que el gina de los santos es por efecto del Dador de Riqueza. Y dista entre los dos un mundo; entre la consecución de la unión (wasla) y la de la despreocupación (gafla). Shaij Abu Said (ra) ha dicho “El faqir es rico por Allah (Al faqiru huwal gani biLlah)”. La riqueza con Allah significa la beatitud perpetua y la perplejidad de la Visión Divina (mushahada).
 
 
 
Otro asunto es que la mushahada depende del velo (hiyab). Así que, cuando un hombre de mushahada está velado por la abundancia, la pregunta es, “¿Está en necesidad del velo o no?” Si contestas que no, entonces es pobre y no rico. Si contestas afirmativamente, es un absurdo porque a nadie le gusta estar velado. Más aún, uno no puede decir que es rico con Dios a no ser que uno se asimile en los Atributos Divinos alcance el fana fi-Llah y encuentre una nueva vida en el baqa bi-Llah. Así tenemos que mientras retenga actitudes humanas, el verdadero gina no es posible. El gina real es incompatible con los seres mortales, asentados en la mutabilidad y el deseo. El gani es aquel que descansa en el baqa bi-Llah, y ni siquiera entonces puede ser llamado gani, porque se ha dicho: “El gani es aquel que Allah ha hecho gani”. En esta sentencia el sujeto (fa’al) es Allah y el hombre el objeto (maf’ul). El sujeto es siempre autosuficiente y autosubsistente y el objeto está sometido al sujeto para su existencia. En otras palabras, la subsistencia en el alma humana es mortal y la subsistencia en Dios es la negación del ego y la propia extinción que es la perfección.
Yo, Ali bin Suman al-Huywiri, afirmo que ambos atributos, el gina y la ausencia de gina son inaplicables al hombre mientras retenga su individualidad, y no puede ser llamado gani. Cuando niega su propio ser y resurge su individualidad en el Ser Divino en el momento del fana, no queda ya nadie al que se le pueda llamar gani o carente de gani. Esto demuestra que el atributo de gina es Divino y el faqr es un atributo humano. Todos los mashaij y la mayoría de los ulemas mantienen que el faqr es superior al gina, porque tanto Dios como el Profeta (s) han establecido su superioridad, y el consenso de la umma apoya también este punto de vista.
Cuentan que una vez Yunaid e ibn Ata estaban discutiendo este asunto. Ibn Ata argumentaba a favor del gina diciendo que el día de mañana en el día del juicio, los ricos serían llamados directamente sin la mediación de nadie, para dar cuentas de su riqueza; y esto es un gran honor aunque las cuentas se pidiesen con reproches. Yunaid contestó que si los ricos son castigados los fuqara perdonados. ¿Y no es mejor el perdón  que la responsabilidad? Pero soy de la opinión de que en una relación de amor (con Dios) tanto el perdón como el reproche son objetables. Uno no es un amigo para ser perdonado por las faltas de omisión o para ser castigado por las faltas cometidas. Ambos están sujetos a un interrogatorio, los ricos por no ser agradecidos y los pobres por no haber sido pacientes. Pero, en el amor, el amigo ni quiere nada ni es preguntado. Como dice el proverbio: “Aquel que dice que el hombre es emir (amir) se equivoca, porque es funesto llamar a un hombre amir cuando el Todopoderoso lo llama faqir, aunque sea un rey”. Los ricos son conocidos por la caridad (sadaqa) y los pobres por la sinceridad (sidq). El hombre de sadaaq nunca podrá superar al hombre de sidq, aunque en realidad, tanto el faqr de Hadrat Sulaiman al-Farsi y la riqueza del Profeta Salomón son iguales antes los ojos de Dios. Dios dice tanto de Salomón, que era conocido por riqueza, como del Profeta Ayub, que era conocido por su pobreza, que eran excelentes siervos (niam al-‘abd). Y es gracias a la Gracia Divina que el faqr del Sulaiman al-Farsi equivalía a la riqueza del Profeta Salomón.
Abul Hassan al-Qushairi y el faqr y el gina
El maestro Abul Hassan al-Qushairi (ra) me dijo una vez, “Las opiniones en el asunto del faqr y el gina están divididas, pero el hecho real es que los que apoyan tanto una posición como la otra, abandonan la opción de elegir; sea como sea, dejo todo a Dios. Creo que Él elige para mí mejor que lo que yo puedo elegir para mí mismo. Si Él me hace gani, hago que no sea motivo para ser velado (gafil). Si me  hace faqir, trato de no mostrarme codicioso y descontento”. Esto muestra que tanto el gina como el faqr son dones Divinos (ni´mat) pero ambos pueden pervertirse; el gani por la despreocupación, y el faqr por la codicia. El verdadero faqr es el desprendimiento de todo aquello que no sea Dios y gina es la ligación a algo distinto de Dios. Pero cuando el faqir se desliga de todo otro que Dios, el es superior al gani (rico). El verdadero gina (posesión) no es la riqueza, ni el faqr la ausencia de riqueza. Pero, en tanto en cuanto, Dios es el dueño de todo, tan pronto como el buscador renuncia a su dominio y recoge el faqr, se libra tanto del faqr y como del gina es emancipado.
Los secretos del Faqr y el Gina
Los mashaij del Islam han expuesto los secretos del faqr y gina en sus dichos, como voy a tratar de mostrar aquí. Uno de los santos de los tiempos actuales (mutajirin) ha dicho: “El faqr no es la renuncia de las posesiones, es la renuncia de la aspiración”. Así el faqir no es aquel cuyas manos están vacías de posesión, pero sí el que su corazón está vacío de aspiraciones. Si Dios te da una propiedad y la guardas, eres gani. Si renuncias a ello, entonces eres gani interiormente. Pero el faqr real, ni es conservar la riqueza ni dejarla ir, porque ambos acciones interfieren con el decreto (taqdir) de Dios. Y el faqr es no abstenerse de ambos, ni guardar (hifz) ni renunciar (taik).
Shaij Yahya Muadh Razi (ra) dijo, “El signo del faqr es el miedo de su ausencia”. Esto significa que el verdadero faqir es el que se encuentra en las penumbras del estado de wilayat (proximidad), en la visión y unidad (con Dios) y está siempre aprensivo y nervioso por miedo a perderlo, pues la expropiación o deprivación es la cosa que los Amigos de Dios más temen.
 
 
Jawaya Ruwayn dijo: “El ascetismo es la preservación del corazón de los deseos y el alma de la privación, para realizar las acciones con firmeza”. No divulga los Secretos Divinos que le son revelados y esconde lo que le desciende de los dones Divinos externamente, y ningún estado de sobrecogimiento lo puede desviar de la sharia. El signo de su elevación por encima de su humanidad (bashriya) es que llega a los páramos de la inmortalidad y todas sus acciones devienen en acciones Divinas. Este estado es también un don de Dios.
Bishr al-Hafi dijo: “La estación más elevada (maqam) es ejercitar la paciencia  (sabr) desde el faqr hasta la tumba (qabr)”. Cuando el asentamiento en el faqr llega, es erróneo dar mucha importancia a las propias obras piadosas. Lo que Bishr al-Hafi quiere no es menospreciar las acciones piadosas, sino poner el énfasis en el hecho de que el faqr es superior a todo y que por eso se debe sujetar a ello por todos los medios.
Shaij al-Shibli dijo: “El faqir es aquel que no es rico con nada excepto con Dios”. Esto es así porque un asceta no puede descansar en ninguna estación excepto en la unión con Dios. No tiene otra ambición que unirse con Dios. Esta es la interpretación evidente. El verdadero significado es que Dios es tu riqueza y cuando no estás con Él, eres, por lo tanto, pobre. Pero hay otra interpretación que es también más profunda que esta; es que cuanto te des cuenta de la presencia de Dios, te perderás en el Ser Divino, perderás tu existencia humana y te transformarás en rico (tawangar) en el verdadero sentido. En otras palabras, tu ser terrenal es un velo entre tu y la riqueza de Dios.
Shaij al-Shibli (ra) indica algo más profundo todavía, “El faqir es aquel que no está complacido nunca con nada”. Esto es parecido a lo que ha dicho Shaij AbduLlah al-Ansari (ra): “Nuestra agonía no tiene fin. Ni podemos ganar el objeto de  nuestro deseo, ni nuestra humanidad puede llegar a ser completamente aniquilada en el fana, tanto en este mundo como en el otro, porque la igualdad es necesaria para la completa aniquilación en Dios y su unión, cuando Dios y el hombre son diferentes, lo que no puede llegar a ignorarlo, porque el derviche nunca puede ignorarLo. El viaje por delante es arduo y el destino es imposible de alcanzar”. Él es el Amado, el Inalcanzable mediante el esfuerzo humano y el Inabarcable por su trascendencia. Es la trascendencia la que de nuevo bloquea el camino al absoluto fana y absoluto baqa, por lo que es imposible tanto para el fani ser lo suficiente baqi para disfrutar de la unión con Dios, ni para el baqi ser lo suficientemente fani para rechazar la proximidad (qurb) con el Amado. Los amantes se enfrentan a inimaginables dificultades, pero encuentran la satisfacción en embarcarse en la vía de Dios por su propia voluntad, paso a paso, estación a estación, recorriendo los diferentes estados de proximidad, aunque el Todopoderoso es el Trascendente y está más allá de cualquier atributo humano e idea.
Abu Hassan Nuri dijo: "El faqir es el que está satisfecho con nada y desprendido cuando obtiene algo". Otra versión es: "Está satisfecho con la pérdida y preocupado con la abundancia". Esto significa que se contenta cuando no tiene y da todo a los desfavorecidos cuando recibe. Es realmente maravilloso permanecer satisfecho en la necesidad y repartir todo cuando se tiene. Pero esta afirmación tiene dos significados profundos más; uno es que la aceptación de la necesidad es rida (satisfacción con la Voluntad Divina), y el desprendimiento cuando se tiene algo es signo de amor. Aquel que se encuentra satisfecho (radi) con la gracia de Dios ansía un grado de proximidad (qurb), pero el amante renuncia al manto de la amistad (jilat), porque es un signo de separación. El segundo significado es que esta satisfacción en la necesidad es la espera de la recompensa subsiguiente. Pero cuando obtiene algo, da todo aquello que no es Dios, porque no puede desear nada que no sea Dios. Esto se parece a aquello que el maestro de los maestros Abul Qasim Yunaid bin Muhammad ibn al-Yunaid (ra) dijo: "El faqr es limpiar el corazón de toda 'otra divinidad que Dios'" Así que en tanto en cuanto el corazón esté ocupado en quehaceres mundanos, el faqr no es posible. Dijo Shibli, "El faqr es un océano de calamidades y todas la calamidades soportadas en la búsqueda de Dios están llenas de bendiciones y honor". Pero no es el honor de aquellos que no son derviches. Es un honor cuando el derviche deja de prestar atención a las aflicciones y busca al origen de estas aflicciones. Date cuenta, de cuál es este honor. Es la cercanía total (waqt). ¿Qué es la cercanía? Es amor incondicional (mahabbat). ¿Y qué es amor? Es la visión total (mushahada) del buscador que está cara a cara con la Belleza Divina. Pero es una visión sin vista y una escucha sin oídos. Así de honorable es el verdadero  afligido, porque es la desgracia la que le trae cara a cara con Dios, y es la fortuna quien le aleja de Él. La aflicción causada por el faqr es el signo de la Presencia Divina y el confort en la prosperidad el signo de separación de Él. Así que puedes hacerte una idea de lo que es el honor real, si estar con Él o sin Él. Como la desgracia trae consigo la Visión Divina emparejada con el Amor Divino, es bienvenida en cualquier forma que venga.
Dijo Yunaid, "Los que preferís el faqr, debéis saber que toda vuestra estima y honor viene de la gracia del Todopoderoso. Os corresponde a vosotros ahora comportaros con Él correctamente en privado". Esto significa que cuando la gente te ame y te respete por la bondad de Dios, te corresponderá a ti comportarte de igual manera con Él. Si el respeto que la gente tiene por ti no es el que esperabas, tampoco debes desesperarte, porque tú también te comportas con Dios muy por debajo de lo que Él merece. El hombre que cae más bajo es aquel que a los ojos de la gente es un amigo de Dios y realmente no lo es. Los bienaventurados son aquellos que, siendo para la gente amigos de Dios, efectivamente lo son. Pero mejores todavía son aquellos que para la gente no son amigos de Dios y realmente lo son. El primero es como un médico que no conoce su profesión y hace que la enfermedad vaya a peor. Cuando él mismo cae enfermo no se puede curar y necesita de otra persona. El segundo es aquel médico que conoce bien su profesión y se cura tanto a sí mismo como a sus enfermos. La tercera categoría es la de aquellos que no son distinguidos como amigos de Dios, pero son Amigos de Dios en realidad. Es como un médico que no es conocido como tal y vive independientemente de ello, mantiene su propia salud a través de la dieta, las bebidas sanas y un ambiente propicio y no cae enfermo. Pero nadie conoce lo que hace.
Algunos sufís actuales mantienen que "el faqr no existe o no tiene existencia". Esto es difícil de explicar, porque algo que no posee existencia, no existe, lo que equivale a decir que el faqr, del cual tantos maestros han discutido, no tiene realidad.  Lo que realmente significa es que no es el faqr lo que no existente, sino que el faqr es el nombre de la ausencia de posesión. He tenido la oportunidad de estar entre aquellos que no se tomaban este dicho en serio y otros que creían en él, pero no lo llegaban a comprender.
De hecho, ambos grupos estaban confundidos. Uno lo tomaba como cierto en su ignorancia, y el otro ignoraba su sabiduría. Lo que trataba de designar con el término inexistente (adam) es realmente la ausencia de cualidades negativas, que es ocupada por cualidades positivas. Es a través de estas cualidades por la cual uno alcanza la presencia Divina.
El faqr, en el derviche, es espiritual y no físico. Creen en la teoría de las causas y los efectos, y por lo tanto adoptan los medios (kasb) para llegar a su objetivo. Pero estiman su propio poder como nulo, y consideran que el Todopoderoso es el origen de este poder. En este estado no es él el hacedor y el deshacedor, es Dios quien hace y deshace, y por lo tanto no desea para sí mismo nada nuevo ni desea que desaparezca.
He visto un grupo de eruditos que creían en el faqr en teoría, pero lo negaban en la práctica, lo cual es ridículo. Lo que ellos negaban eran los atributos del faqr y no el faqr en sí mismo. De igual manera, cuando hablan del sufismo reconocen su realidad pero niegan sus atributos. No se daban cuenta de que aquello que seguían no era nada excepto sus excesivos deseos por el mundo, como son la envidia, el orgullo, la lujuria, la avaricia, y se atrevían a darles los nombres de las perfecciones.
Así que aquellos que buscan la verdad no pueden hacer otra cosa que ignorarlos y abandonarlos a su suerte. Al mismo tiempo el buscador debe tener cuidado de no acostumbrarse a sus técnicas desviadas, para no caer en enrevesados arguementos. El que forma parte de la élite es el que es capaz de distinguir los principios (usul) de los detalles (furu'a), y sin este conocimiento no conoce donde está.
Esto que he dicho busca inducir en ti el anhelo de seguir el camino del Sufismo y merecerlo justamente. Ahora voy a elaborar brevemente los principios y secretos de los maestros sufís y mostrar algunas de estas distinguidas personalidades con sus escuelas, sus estaciones, sus verdades y realidades, sus caminos y sus formas de reunión y demás, tanto como sea posible, para facilitarte el camino.
 
Autor: Ali b. Uzman al-Huywiri
Basado en la traducción del persa al inglés de R. Nicholson y Wahid Baksh Rabbani
Traducción al español: Nuruddin Margarit.
Se trata de uno de los tratados sobre sufismo en persa más antiguos que se conservan.

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