Debes saber que la pobreza espiritual (faqr)13, es un
estado extremadamente exaltado en el camino hacia Dios el Todopoderoso. Por eso
los derviches son hombres de alto rango espiritual. Dice Dios, el Exaltado:
“La caridad es para aquellos que toman con el fin de satisfacer a
Dios y no pueden obtenerlo del mundo porque están muy ocupados en el recuerdo de
Dios pero, aquellos que no están pendientes de su culto, se imaginan que son
ricos” 2:273.
En el Corán también se dice: “Allah menciona el ejemplo de dos
personas, una de las cuales es el esclavo de alguien y no es libre para actuar,
y el otro es un siervo de Dios que no trabaja, pero obtiene su sustento de
Él” (Cor. 16:75). De nuevo Dios dice: “Ellos son los
que mantienen sus cuerpos durante la noche separados de sus lechos mientras
permanecen absorbidos en la adoración y en soledad piden a Dios por Su ayuda y
sustento” (Cor. 32:16). El santo Profeta (s) ha dicho:
“Oh Señor, haznos vivir desprendidos, morir desprendidos y
levantarnos el día del Juicio entre los desprendidos”.
Hay muchos
versos como estos que se podrían mencionar, pero que son bien conocidos. El
desprendimiento aquí indica la independencia de todo aquello que no sea Dios
mismo. Durante los tiempos del Profeta (s), los fuqara (los pobres)
eran los muhayirin (emigrantes que huyeron de Meca) que se sentaban en
la mezquita en Medina y se dedicaban al servicio (ubudiya) del
Todopoderoso, y a disfrutar de la compañía del Profeta (s), sin hacer nada para
ganarse la vida, porque confiaban plenamente en Dios. Esta es la razón por la
cual el Profeta (s) fue amonestado por el Todopoderoso con las siguientes
palabras: “No te alejes de aquellos que permanecen ocupados en el
Recuerdo de Dios día tras día, y no codician nada excepto Su
Bondad” (Cor. 6:52). De nuevo dijo: “No les retires la
mirada. ¿Acaso buscas la grandeza del mundo?” (Cor. 18:28). Esta
es la razón por la cual el Profeta (s), solía decirles: “¡Por mi
padre y mi madre! Fue gracias a ellos que mi Señor me amonestó”.
Esto demuestra que el faquir es tenido en gran estima por el
Todopoderoso. El camino del renunciamiento es un gran honor, el honor de dejar
todos los medios externos e internos de provisión y disponer toda la confianza
en el Proveedor (ar-Razzaq). Así, el faqr se transforma en
fajr (orgullo), y los ascetas se sienten afligidos cuando lo pierden y
felices cuando lo recuperan. Lo aman fervientemente y bajan los ojos ante todo
lo demás con profundo desprecio.
Autor: Ali b. Uzman al-Huywiri
Traducción al español: Nuruddin Margarit.
Se trata de uno de los tratados sobre sufismo en persa más antiguos que se
conservan.
La pobreza espiritual tiene dos signos
(alama): externo e interno. El externo es la pobreza y la privación; el
interno es el control y el honor. Aquel que está en la región exterior se
encuentra en un estado de penuria, y tan pronto como se convierte en rico pierde
la Realidad (haqiqa). Pero quien la realiza da la espalda a todo lo que
no sea el Señor, y después de llegar al fana (extinción) en el Ser
Divino, llega al estado de baqa (subsistencia) en el Ser Eterno.
Un maestro ha dicho: “Aquel que sólo conoce la pobreza espiritual en su forma
(rasm) no conoce nada excepto el nombre. Por eso un asceta es el que no
posee nada y no pierde nada. Ni es rico en la abundancia ni pobre en la pobreza.
Ni la riqueza ni la necesidad hacen ningún impacto sobre él. De hecho, es feliz
en la necesidad. Los maestros, por eso, han dicho: ‘Cuanto más sufre el
derviche, más alto vuela’. La abundancia es una maldición para él, pues cuanto
más posee más es poseído. Los amigos de Dios florecen en la riqueza espiritual y
los Secretos Divinos mejor que en este mundo, infestado de corruptos, porque la
riqueza evita que atiendan al Amado".
Una vez un rey le dijo a un derviche: “Pídeme lo que quieras y se te dará”.
“Yo no pido nada a nadie que es esclavo de mis esclavos”, le contestó, a lo que
el rey le preguntó: “¿Cómo puede ser eso?” Le dijo: “Mis esclavos son la
avaricia y la lujuria, y tú eres el esclavo de ambos”. El Profeta (s) dijo:
“La pobreza es un honor solo para los honorables”. Que
quiere decir que aquello que es un honor para los honorables es una desgracia
para aquellos que no lo son. El honor del faquir está justificado
cuando sus miembros está alejados de cometer faltas y su corazón lejos de ser
turbado. Ni el ser físico se inmuta ante la desgracia, ni su alma se afectada
por el infortunio y las preocupaciones. Externamente está absorto en la gratitud
tanto como internamente está inmerso en las bendiciones divinas, así que su alma
concupiscente finalmente se transforma en el alma angelical y se somete a la
Divinidad. En esta excelsa posición, nada en el universo puede igualar su
grandeza ni ningún ser humano se puede comparar con él. Porque ni la pobreza
mundana lo vuelve pobre, ni las riquezas del mundo rico. Todo el universo no
pesa para él ni el peso de un ala de mosquito en su pobreza; ¡deviene en tal
grandeza que ni tan siquiera el universo entero puede contenerlo!
Controversia sobre el faqr y gina
Las opiniones de los mashaij del Islam están divididas en la
cuestión del faqr (pobreza) y el gina (posesión) y cual es
superior. Como el único Autosuficiente (Gani) real es Dios Mismo y
todos los atributos de perfección son suyos, Shaij Yahia bin Muadh Razi, Ahmad
bin Hawari, Arit. Al-Muhashibi, Abu Abbas bin AtaRu waym y Abdul Hasan bin
Shamaun de los mutaqaddimin (los antiguos) y Shaij al-Masaij Abu Said
Abul Jair Menhi de los mutaajirin (actuales) son de la opinión que la
posesión es mejor que la no posesión. Argumentan que siendo el gina un
Atributo Divino está por encima del faqr, y si esta cualidad es poseída
por el hombre debe ser necesariamente superior. Mi respuesta a esto que el
atributo humano de posesión es solo común con el Atributo Divino de posesión en
nombre y no en su realidad, en tanto los atributos humanos son mortales y los
Divinos eternos, no se puede plantear que ambos sean comunes o iguales.
Yo, Ali
bin Uzman al-Yallabi afirmo que, como el gina es un Atributo Divino no
puede ser aplicado al hombre y como el faqr es una cualidad humana no
puede ser aplicada a Dios, quien es denominado poseedor (gani)
metafóricamente (mayaz) no lo es en realidad (haqiqa). Otra
prueba de esto es que como el hombre está sometido a las causas en sus
posesiones y solo Dios es el productor de las causas, Su gina no está
sujeta a ninguna causa. Así es que es inútil pensar que los atributos divinos
son comunes al hombre. Es así que no habiendo ningún sharik (asociado)
a la Esencia Divina, no puede haber asociado en Sus Atributos.
Si la asociación no es válida en los atributos, tampoco lo es en los nombres.
Cuando dices que alguien es gani, es solo formalmente. Dios es
gani en el sentido de que Él es Autosuficiente y no depende de nada
más. Él hace lo que es Su Voluntad. No hay nadie que se puede oponer a Él o
disputar Su Autoridad. Todos los poderes de expansión y contracción Le
pertenecen y puede hacer que dos opuestos se encuentren. Él siempre ha sido así
y siempre lo será. Pero, comparado con Él, el gina del hombre
(independencia) está basado en algún éxito de la vida, como la seguridad ante el
daño o la felicidad de la contemplación (mushahada) de la Belleza
Divina, todo lo cual es relativo y están sujetos al deterioro, regresión y
perdida, dando lugar a la humillación y degradación. Es pues así que el
gina es real respecto de Dios y relativo respecto del hombre, como
Allah ha dicho en el Corán: “El hombre es pobre y depende de Allah,
que es gani y alabado”35:15. Y también: “Allah es rico
(gani) y vosotros necesitados (fuqara)”47:37.
Algunos incultos dan preferencia a los ricos sobre los pobres a causa de su
riqueza y poder. Por gina entienden abundancia, fortuna y lujo, y lo
argumentan con el verso que dice “Si sois agradecidos os daré
más” 14:17. Dios ha ordenado que seamos agradecidos con Él por la
abundancia en el verso “Allah está con aquellos que son
pacientes” 2:153. Allah ha aconsejado la paciencia en la
adversidad, de lo que sigue que la abundancia es mejor que la adversidad y, por
ello, los ricos son superiores a los pobres. Olvidan que la abundancia trae
consigo la despreocupación (gafla) y la adversidad deviene en
proximidad a Dios; Allah dice “Acercaros a los pacientes”. Cuando, de acuerdo a
la promesa de Dios, la gratitud trae más riqueza, lo que trae realmente es la
despreocupación, que es duplicada. No saben que la gina que los
mashaij prefieren al faqr, no es el gina que los
hombres comunes llaman gina, que es la consecución de riqueza, sino que
el gina de los santos es por efecto del Dador de Riqueza. Y dista entre
los dos un mundo; entre la consecución de la unión (wasla) y la de la
despreocupación (gafla). Shaij Abu Said (ra) ha dicho “El faqir es rico
por Allah (Al faqiru huwal gani biLlah)”. La riqueza con Allah
significa la beatitud perpetua y la perplejidad de la Visión Divina
(mushahada).
Otro asunto es que la mushahada depende del velo (hiyab).
Así que, cuando un hombre de mushahada está velado por la abundancia,
la pregunta es, “¿Está en necesidad del velo o no?” Si contestas que no,
entonces es pobre y no rico. Si contestas afirmativamente, es un absurdo porque
a nadie le gusta estar velado. Más aún, uno no puede decir que es rico con Dios
a no ser que uno se asimile en los Atributos Divinos alcance el fana
fi-Llah y encuentre una nueva vida en el baqa bi-Llah. Así tenemos
que mientras retenga actitudes humanas, el verdadero gina no es
posible. El gina real es incompatible con los seres mortales, asentados
en la mutabilidad y el deseo. El gani es aquel que descansa en el
baqa bi-Llah, y ni siquiera entonces puede ser llamado gani, porque se
ha dicho: “El gani es aquel que Allah ha hecho gani”. En esta
sentencia el sujeto (fa’al) es Allah y el hombre el objeto
(maf’ul). El sujeto es siempre autosuficiente y autosubsistente y el
objeto está sometido al sujeto para su existencia. En otras palabras, la
subsistencia en el alma humana es mortal y la subsistencia en Dios es la
negación del ego y la propia extinción que es la perfección.
Yo, Ali bin Suman al-Huywiri, afirmo que ambos atributos, el gina y
la ausencia de gina son inaplicables al hombre mientras retenga su
individualidad, y no puede ser llamado gani. Cuando niega su propio ser
y resurge su individualidad en el Ser Divino en el momento del fana, no
queda ya nadie al que se le pueda llamar gani o carente de
gani. Esto demuestra que el atributo de gina es Divino y el
faqr es un atributo humano. Todos los mashaij y la mayoría de
los ulemas mantienen que el faqr es superior al gina, porque
tanto Dios como el Profeta (s) han establecido su superioridad, y el consenso de
la umma apoya también este punto de vista.
Cuentan que una vez Yunaid e ibn Ata estaban discutiendo este asunto. Ibn Ata
argumentaba a favor del gina diciendo que el día de mañana en el día
del juicio, los ricos serían llamados directamente sin la mediación de nadie,
para dar cuentas de su riqueza; y esto es un gran honor aunque las cuentas se
pidiesen con reproches. Yunaid contestó que si los ricos son castigados los
fuqara perdonados. ¿Y no es mejor el perdón que la responsabilidad?
Pero soy de la opinión de que en una relación de amor (con Dios) tanto el perdón
como el reproche son objetables. Uno no es un amigo para ser perdonado por las
faltas de omisión o para ser castigado por las faltas cometidas. Ambos están
sujetos a un interrogatorio, los ricos por no ser agradecidos y los pobres por
no haber sido pacientes. Pero, en el amor, el amigo ni quiere nada ni es
preguntado. Como dice el proverbio: “Aquel que dice que el hombre es emir
(amir) se equivoca, porque es funesto llamar a un hombre amir
cuando el Todopoderoso lo llama faqir, aunque sea un rey”. Los ricos
son conocidos por la caridad (sadaqa) y los pobres por la sinceridad
(sidq). El hombre de sadaaq nunca podrá superar al hombre de
sidq, aunque en realidad, tanto el faqr de Hadrat Sulaiman
al-Farsi y la riqueza del Profeta Salomón son iguales antes los ojos de Dios.
Dios dice tanto de Salomón, que era conocido por riqueza, como del Profeta Ayub,
que era conocido por su pobreza, que eran excelentes siervos (niam
al-‘abd). Y es gracias a la Gracia Divina que el faqr del Sulaiman
al-Farsi equivalía a la riqueza del Profeta Salomón.
Abul Hassan al-Qushairi y el faqr y el
gina
El maestro Abul Hassan al-Qushairi (ra) me dijo una vez, “Las opiniones en el
asunto del faqr y el gina están divididas, pero el hecho real
es que los que apoyan tanto una posición como la otra, abandonan la opción de
elegir; sea como sea, dejo todo a Dios. Creo que Él elige para mí mejor que lo
que yo puedo elegir para mí mismo. Si Él me hace gani, hago que no sea
motivo para ser velado (gafil). Si me hace faqir, trato de no
mostrarme codicioso y descontento”. Esto muestra que tanto el gina como
el faqr son dones Divinos (ni´mat) pero ambos pueden
pervertirse; el gani por la despreocupación, y el faqr por la
codicia. El verdadero faqr es el desprendimiento de todo aquello que no
sea Dios y gina es la ligación a algo distinto de Dios. Pero cuando el
faqir se desliga de todo otro que Dios, el es superior al gani
(rico). El verdadero gina (posesión) no es la riqueza, ni el
faqr la ausencia de riqueza. Pero, en tanto en cuanto, Dios es el dueño
de todo, tan pronto como el buscador renuncia a su dominio y recoge el
faqr, se libra tanto del faqr y como del gina es
emancipado.
Los secretos del Faqr y el Gina
Los mashaij del Islam han expuesto los secretos del faqr y
gina en sus dichos, como voy a tratar de mostrar aquí. Uno de los
santos de los tiempos actuales (mutajirin) ha dicho: “El faqr no es la
renuncia de las posesiones, es la renuncia de la aspiración”. Así el
faqir no es aquel cuyas manos están vacías de posesión, pero sí el que
su corazón está vacío de aspiraciones. Si Dios te da una propiedad y la guardas,
eres gani. Si renuncias a ello, entonces eres gani
interiormente. Pero el faqr real, ni es conservar la riqueza ni dejarla
ir, porque ambos acciones interfieren con el decreto (taqdir) de Dios.
Y el faqr es no abstenerse de ambos, ni guardar (hifz) ni
renunciar (taik).
Shaij Yahya Muadh Razi (ra) dijo, “El signo del faqr es el miedo de su ausencia”. Esto significa que el verdadero faqir es el que se encuentra en las penumbras del estado de wilayat (proximidad), en la visión y unidad (con Dios) y está siempre aprensivo y nervioso por miedo a perderlo, pues la expropiación o deprivación es la cosa que los Amigos de Dios más temen.
Shaij Yahya Muadh Razi (ra) dijo, “El signo del faqr es el miedo de su ausencia”. Esto significa que el verdadero faqir es el que se encuentra en las penumbras del estado de wilayat (proximidad), en la visión y unidad (con Dios) y está siempre aprensivo y nervioso por miedo a perderlo, pues la expropiación o deprivación es la cosa que los Amigos de Dios más temen.
Jawaya Ruwayn dijo: “El ascetismo es la preservación del corazón de los
deseos y el alma de la privación, para realizar las acciones con firmeza”. No
divulga los Secretos Divinos que le son revelados y esconde lo que le desciende
de los dones Divinos externamente, y ningún estado de sobrecogimiento lo puede
desviar de la sharia. El signo de su elevación por encima de su humanidad
(bashriya) es que llega a los páramos de la inmortalidad y todas sus
acciones devienen en acciones Divinas. Este estado es también un don de
Dios.
Bishr al-Hafi dijo: “La estación más elevada (maqam) es ejercitar la
paciencia (sabr) desde el faqr hasta la tumba
(qabr)”. Cuando el asentamiento en el faqr llega, es erróneo
dar mucha importancia a las propias obras piadosas. Lo que Bishr al-Hafi quiere
no es menospreciar las acciones piadosas, sino poner el énfasis en el hecho de
que el faqr es superior a todo y que por eso se debe sujetar a ello por
todos los medios.
Shaij al-Shibli dijo: “El faqir es aquel que no es rico con nada
excepto con Dios”. Esto es así porque un asceta no puede descansar en ninguna
estación excepto en la unión con Dios. No tiene otra ambición que unirse con
Dios. Esta es la interpretación evidente. El verdadero significado es que Dios
es tu riqueza y cuando no estás con Él, eres, por lo tanto, pobre. Pero hay otra
interpretación que es también más profunda que esta; es que cuanto te des cuenta
de la presencia de Dios, te perderás en el Ser Divino, perderás tu existencia
humana y te transformarás en rico (tawangar) en el verdadero sentido.
En otras palabras, tu ser terrenal es un velo entre tu y la riqueza de Dios.
Shaij al-Shibli (ra) indica algo más profundo todavía, “El faqir es
aquel que no está complacido nunca con nada”. Esto es parecido a lo que ha dicho
Shaij AbduLlah al-Ansari (ra): “Nuestra agonía no tiene fin. Ni podemos ganar el
objeto de nuestro deseo, ni nuestra humanidad puede llegar a ser completamente
aniquilada en el fana, tanto en este mundo como en el otro, porque la
igualdad es necesaria para la completa aniquilación en Dios y su unión, cuando
Dios y el hombre son diferentes, lo que no puede llegar a ignorarlo, porque el
derviche nunca puede ignorarLo. El viaje por delante es arduo y el destino es
imposible de alcanzar”. Él es el Amado, el Inalcanzable mediante el esfuerzo
humano y el Inabarcable por su trascendencia. Es la trascendencia la que de
nuevo bloquea el camino al absoluto fana y absoluto baqa, por
lo que es imposible tanto para el fani ser lo suficiente baqi
para disfrutar de la unión con Dios, ni para el baqi ser lo
suficientemente fani para rechazar la proximidad (qurb) con el
Amado. Los amantes se enfrentan a inimaginables dificultades, pero encuentran la
satisfacción en embarcarse en la vía de Dios por su propia voluntad, paso a
paso, estación a estación, recorriendo los diferentes estados de proximidad,
aunque el Todopoderoso es el Trascendente y está más allá de cualquier atributo
humano e idea.
Abu Hassan Nuri dijo: "El faqir es el que está satisfecho con nada y
desprendido cuando obtiene algo". Otra versión es: "Está satisfecho con la
pérdida y preocupado con la abundancia". Esto significa que se contenta cuando
no tiene y da todo a los desfavorecidos cuando recibe. Es realmente maravilloso
permanecer satisfecho en la necesidad y repartir todo cuando se tiene. Pero esta
afirmación tiene dos significados profundos más; uno es que la aceptación de la
necesidad es rida (satisfacción con la Voluntad Divina), y el
desprendimiento cuando se tiene algo es signo de amor. Aquel que se encuentra
satisfecho (radi) con la gracia de Dios ansía un grado de proximidad
(qurb), pero el amante renuncia al manto de la amistad
(jilat), porque es un signo de separación. El segundo significado es
que esta satisfacción en la necesidad es la espera de la recompensa
subsiguiente. Pero cuando obtiene algo, da todo aquello que no es Dios, porque
no puede desear nada que no sea Dios. Esto se parece a aquello que el maestro de
los maestros Abul Qasim Yunaid bin Muhammad ibn al-Yunaid (ra) dijo: "El
faqr es limpiar el corazón de toda 'otra divinidad que Dios'" Así que
en tanto en cuanto el corazón esté ocupado en quehaceres mundanos, el
faqr no es posible. Dijo Shibli, "El faqr es un océano de
calamidades y todas la calamidades soportadas en la búsqueda de Dios están
llenas de bendiciones y honor". Pero no es el honor de aquellos que no son
derviches. Es un honor cuando el derviche deja de prestar atención a las
aflicciones y busca al origen de estas aflicciones. Date cuenta, de cuál es este
honor. Es la cercanía total (waqt). ¿Qué es la cercanía? Es amor
incondicional (mahabbat). ¿Y qué es amor? Es la visión total
(mushahada) del buscador que está cara a cara con la Belleza Divina.
Pero es una visión sin vista y una escucha sin oídos. Así de honorable es el
verdadero afligido, porque es la desgracia la que le trae cara a cara con Dios,
y es la fortuna quien le aleja de Él. La aflicción causada por el faqr
es el signo de la Presencia Divina y el confort en la prosperidad el signo de
separación de Él. Así que puedes hacerte una idea de lo que es el honor real, si
estar con Él o sin Él. Como la desgracia trae consigo la Visión Divina
emparejada con el Amor Divino, es bienvenida en cualquier forma que venga.
Dijo Yunaid, "Los que preferís el faqr, debéis saber que toda
vuestra estima y honor viene de la gracia del Todopoderoso. Os corresponde a
vosotros ahora comportaros con Él correctamente en privado". Esto significa que
cuando la gente te ame y te respete por la bondad de Dios, te corresponderá a ti
comportarte de igual manera con Él. Si el respeto que la gente tiene por ti no
es el que esperabas, tampoco debes desesperarte, porque tú también te comportas
con Dios muy por debajo de lo que Él merece. El hombre que cae más bajo es aquel
que a los ojos de la gente es un amigo de Dios y realmente no lo es. Los
bienaventurados son aquellos que, siendo para la gente amigos de Dios,
efectivamente lo son. Pero mejores todavía son aquellos que para la gente no son
amigos de Dios y realmente lo son. El primero es como un médico que no conoce su
profesión y hace que la enfermedad vaya a peor. Cuando él mismo cae enfermo no
se puede curar y necesita de otra persona. El segundo es aquel médico que conoce
bien su profesión y se cura tanto a sí mismo como a sus enfermos. La tercera
categoría es la de aquellos que no son distinguidos como amigos de Dios, pero
son Amigos de Dios en realidad. Es como un médico que no es conocido como tal y
vive independientemente de ello, mantiene su propia salud a través de la dieta,
las bebidas sanas y un ambiente propicio y no cae enfermo. Pero nadie conoce lo
que hace.
Algunos sufís actuales mantienen que "el faqr no existe o no tiene existencia". Esto es difícil de explicar, porque algo que no posee existencia, no existe, lo que equivale a decir que el faqr, del cual tantos maestros han discutido, no tiene realidad. Lo que realmente significa es que no es el faqr lo que no existente, sino que el faqr es el nombre de la ausencia de posesión. He tenido la oportunidad de estar entre aquellos que no se tomaban este dicho en serio y otros que creían en él, pero no lo llegaban a comprender.
Algunos sufís actuales mantienen que "el faqr no existe o no tiene existencia". Esto es difícil de explicar, porque algo que no posee existencia, no existe, lo que equivale a decir que el faqr, del cual tantos maestros han discutido, no tiene realidad. Lo que realmente significa es que no es el faqr lo que no existente, sino que el faqr es el nombre de la ausencia de posesión. He tenido la oportunidad de estar entre aquellos que no se tomaban este dicho en serio y otros que creían en él, pero no lo llegaban a comprender.
De hecho, ambos grupos estaban confundidos. Uno lo tomaba como cierto en su
ignorancia, y el otro ignoraba su sabiduría. Lo que trataba de designar con el
término inexistente (adam) es realmente la ausencia de cualidades
negativas, que es ocupada por cualidades positivas. Es a través de estas
cualidades por la cual uno alcanza la presencia Divina.
El faqr, en el derviche, es espiritual y no físico. Creen en la
teoría de las causas y los efectos, y por lo tanto adoptan los medios
(kasb) para llegar a su objetivo. Pero estiman su propio poder como
nulo, y consideran que el Todopoderoso es el origen de este poder. En este
estado no es él el hacedor y el deshacedor, es Dios quien hace y deshace, y por
lo tanto no desea para sí mismo nada nuevo ni desea que desaparezca.
He visto un grupo de eruditos que creían en el faqr en teoría, pero lo negaban en la práctica, lo cual es ridículo. Lo que ellos negaban eran los atributos del faqr y no el faqr en sí mismo. De igual manera, cuando hablan del sufismo reconocen su realidad pero niegan sus atributos. No se daban cuenta de que aquello que seguían no era nada excepto sus excesivos deseos por el mundo, como son la envidia, el orgullo, la lujuria, la avaricia, y se atrevían a darles los nombres de las perfecciones.
He visto un grupo de eruditos que creían en el faqr en teoría, pero lo negaban en la práctica, lo cual es ridículo. Lo que ellos negaban eran los atributos del faqr y no el faqr en sí mismo. De igual manera, cuando hablan del sufismo reconocen su realidad pero niegan sus atributos. No se daban cuenta de que aquello que seguían no era nada excepto sus excesivos deseos por el mundo, como son la envidia, el orgullo, la lujuria, la avaricia, y se atrevían a darles los nombres de las perfecciones.
Así que aquellos que buscan la verdad no pueden hacer otra cosa que
ignorarlos y abandonarlos a su suerte. Al mismo tiempo el buscador debe tener
cuidado de no acostumbrarse a sus técnicas desviadas, para no caer en
enrevesados arguementos. El que forma parte de la élite es el que es capaz de
distinguir los principios (usul) de los detalles (furu'a), y
sin este conocimiento no conoce donde está.
Esto que he dicho busca inducir en ti el anhelo de seguir el camino del
Sufismo y merecerlo justamente. Ahora voy a elaborar brevemente los principios y
secretos de los maestros sufís y mostrar algunas de estas distinguidas
personalidades con sus escuelas, sus estaciones, sus verdades y realidades, sus
caminos y sus formas de reunión y demás, tanto como sea posible, para
facilitarte el camino.
Basado en la traducción del persa
al inglés de R. Nicholson y Wahid Baksh
Rabbani
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