La vida de Jason
se está empezando a revelar. Sus notas han empeorado, está de mal humor, no
habla con sus amigos y ha dejado de ir a los entrenamientos. Los amigos de
Jason saben que ha estado experimentando con drogas y temen que se haya vuelto
adicto.
Definir una
adicción es complicado, y saber cómo hacerle frente es aún más difícil.
¿Qué son el abuso de sustancias y la adicción?
La diferencia
entre el abuso de sustancias y la adicción es muy leve. Abuso de sustancias
significa consumir una sustancia ilegal o utilizar una sustancia legal de
manera incorrecta. La adicción empieza como abuso, o consumiendo sustancias
como la marihuana o la cocaína. Puedes consumir una droga (o alcohol) sin tener
una adicción. Por ejemplo, sólo porque Sara haya fumado marihuana unas cuantas
veces no significa que tenga una adicción, pero sí que ha consumido una droga,
y esto puede conducir a una adicción.
Las personas
pueden volverse adictas a todo tipo de sustancias. Cuando pensamos en una
adicción, normalmente pensamos en alcohol o en drogas ilegales. Pero las
personas pueden volverse adictas a medicamentos, al tabaco, incluso al
pegamento. Y algunas sustancias son más adictivas que otras: drogas como el
crack o la heroína son tan adictivas, que probarlas una o dos veces puede ser
suficiente para que la persona que las consuma pierda el control.
Adicción significa que una
persona no puede controlar su deseo de consumir una droga o de beber. Alguien
que es adicto a la cocaína, se ha habituado tanto a la droga que no puede dejar
de consumirla. La adicción puede ser física, psicológica o de ambos tipos.
Adicción física
Ser físicamente
adicto significa que el cuerpo de una persona se vuelve dependiente de una
sustancia particular (incluso fumar puede ser adictivo). También aumenta la tolerancia de la persona a
esa sustancia, de modo que la persona necesita una dosis cada vez mayor para
obtener el mismo efecto. Alguien que es físicamente adicto y deja de consumir
una sustancia, como drogas, alcohol o tabaco, experimenta un síndrome de abstinencia. Algunos síntomas
del síndrome de abstinencia son diarrea, temblores y sentirse pésimo en
general.
Adicción psicológica
La adicción
psicológica ocurre cuando el anhelo de consumir una droga es psicológico o
emocional. Las personas que son psicológicamente adictas sienten que el deseo de consumir una
droga les supera. Pueden mentir e incluso robar para conseguirla.
Una persona cruza
la línea que separa el consumo de la dependencia cuando ya no utiliza la droga
para divertirse o para "colocarse", sino que se ha vuelto dependiente
de ella. Su vida se centra en su necesidad de la droga. Una persona adicta
—tanto si tiene una adicción física como psicológica o ambas— siente que no
puede dejar de consumir la droga.
Signos de adicción
El signo de
adicción más obvio es la necesidad de consumir una determinada droga o
sustancia. Sin embargo, hay muchos otros signos que pueden indicar una posible
adicción, como los cambios de humor o la perdida o el incremento de peso.
(Aunque estos signos pueden también indicar otros problemas, como depresión o
trastornos de la alimentación.)
Los signos de que
tú o alguien que conozcas puede tener una adicción a una droga o al alcohol
incluyen:
Signos
psicológicos:
Signos físicos:
Por desgracia, superar una adicción no es fácil. Dejar
las drogas o el alcohol probablemente será una de las cosas más difíciles que
hayas hecho en tu vida. No es un signo de debilidad que necesites ayuda
profesional de un consejero o psicoterapeuta especialista en adicciones. La
mayoría de las personas que logran dejar las drogas o el alcohol necesitan
ayuda profesional o un tratamiento para lConsejos para la recuperación
Una vez empieces
un tratamiento, sigue estos consejos para que el camino de la recuperación sea
menos intrincado:
Si estás
preocupado por un amigo que tiene una adicción, utiliza también estos consejos
para ayudarle. Por ejemplo, dile a tu amigo que puede hablar contigo si lo
necesita u ofrécele tu apoyo. Si te das cuenta de que un amigo está recayendo,
habla de ello abiertamente y pregúntale qué puedes hacer para ayudarle. Si tu
amigo vuelve a caer en las drogas o a beber y no acepta tu ayuda, no tengas
miedo de hablar con algún adulto comprensivo que no te parezca amenazante, como
uno de tus padres o un consejero escolar. Quizá te parezca que estás delatando
a tu amigo, pero es la mejor ayuda que puedes ofrecerle.
Sobre todo, anima
y elogia tanto como puedas a un amigo que esté luchando para superar una
adicción. Puede parecer algo sentimental, pero la motivación que justamente
necesitan tus amigos es escuchar que son importantes para ti.
Mantenerse limpio
La recuperación de
una adicción a las drogas o el alcohol no termina con un programa de
tratamiento de 6 semanas. Es un proceso para toda la vida. Para muchas personas
encontrar un grupo de apoyo puede ayudarles a mantenerse limpias de drogas. Hay
grupos de apoyo específicos para adolescentes y jóvenes. Encontrarás personas
que han pasado por las mismas experiencias que tú, y tendrás la oportunidad de
escuchar debates sobre la experiencia real con las drogas que no escucharías en
tus clases de educación para la salud de tu escuela.
Muchas personas
descubren que ayudar a otros es también la mejor manera de ayudarse a sí
mismos. Tu comprensión de lo difícil que resulta el proceso de recuperación
puede ser de gran ayuda para apoyar a otros —tanto adolescentes como adultos—
que estén luchando para superar una adicción.
Si tienes una
recaída, reconocer el problema lo antes posible es esencial. Busca ayuda
enseguida para no echar a perder todo el esfuerzo que pusiste en tu
recuperación inicial. Y, si tienes una recaída, ¡nunca tengas miedo de pedir
ayuda!
Revisado por: Michele Van Vranken,
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