No siempre soy igual en lo que digo y escribo.
Cambio, pero no cambio mucho.
El color de las flores no es el mismo al sol
que cuando pasa una nube
o cuando entra la noche
Mas quien mira bien ve que son las mismas flores.
Por eso cuando parezco no estar de acuerdo conmigo,
fíjense bien en mí:
si estaba vuelto a la derecha,
me he vuelto ahora a la izquierda,
pero siempre soy yo, teniéndome en los mismos pies.
El mismo siempre, gracias al cielo y a la tierra
y a mis ojos y a mis oídos atentos
y a mi clara simplicidad de alma...
Pessoa
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