La fuerza e influencia de la cultura samurái en la sociedad japonesa
se basa en conceptos adoptados de una serie de creencias filosóficas y
religiosas. Uno de los mayores legados de esta filosofía fue el concepto
de la fragilidad y la brevedad de la vida, ya que se dice que el camino
del samurái se encontraba en la muerte y, una vez que el guerrero
estaba preparado para morir, vivía su vida sin preocupaciones eligiendo
sus acciones basadas en sus principios y no en sus miedos, por lo que
seguían lo que se conoce como el Sichi Toku o “Las Siete Virtudes”:
- Kennin: Espíritu indomable, fortaleza y perseverancia. Quizá la virtud más importante de un emprendedor, ya que deben de enfrentarse a innumerables retos al iniciar un nuevo proyecto. La formación samurái se centra en las artes marciales, así como en el desarrollo de la mente y el cuerpo, igualmente importante para un empresario que debe desarrollar concentración, juicio y una actitud positiva para salir victorioso de cualquier gran desafío.
- Shinnen: Convicción y fe. Los samuráis poseen una creencia firme en sí mismos, tanto que creían que podían lograr cualquier cosa. Esta creencia les ayudó a reparar un Japón devastado por la guerra y permitió que el país sea la segunda mayor economía del mundo. El emprendedor también debe poseer confianza en sí mismo, sobre todo cuando se enfrenta a los retos y obstáculos que son parte del arranque de cualquier proyecto.
- Shincho: Cuidado y discreción. Un samurái era muy cuidadoso en la forma en que se comportaban con los demás a causa de su etiqueta formal, ritual e impecable. Para un emprendedor, es muy importante demostrar respeto hacia los demás y tener un sentido de etiqueta también en cualquier situación, ya que de alguna forma es ejemplo y referencia para todos los que lo rodean.
- Seigi: Rectitud y justicia. A pesar del aspecto cruel y bárbaro de la cultura samurái, había un tema de rectitud y justicia en su código moral y ético. Hay muchos ejemplos de demostraciones de buena voluntad y honestidad que van más allá de lo normal. El emprendedor debe mostrar dicha moral en su conducta y es importante mantener la integridad y lealtad en todas sus relaciones comerciales y personales.
- Sessei: Moderación y templanza. Este comportamiento cubría todos los aspectos de las actividades diarias de un samurái que incluía el estilo de vestir, la forma de llevar sus espadas, de sentarse, de hablar, de saludar, de comer, de beber, etc. Asimismo, un empresario requiere un equilibrio entre el trabajo y estilo de vida, ya que el exceso de trabajo versus calidad de vida puede ser perjudicial para la salud y las relaciones personales.
- Jizen: Benevolencia y caridad. Unos de los principios fundamentales en el adoctrinamiento de la clase samurái eran la benevolencia y caridad con sus adversarios. Esta es una parte indispensable del carácter de un emprendedor, ya que los consumidores son más selectivos en sus selecciones de marca. Las empresas deben de poner énfasis en calidad, seguridad, productos más saludables y, a su vez, los emprendedores que manejan estas empresas deben llevar una vida más plena.
- Kibo: Esperanza. La esperanza se basa en la apreciación de la vida y de la celebración de sus elementos más básicos. El sentido del humor era una parte importante de la cultura japonesa, como lo son las celebraciones durante todo el año. No importa lo complicado que las cosas puedan llegar a ser para el emprendedor, él o ella deben recordar reír, dar un paseo y buscar la felicidad en el aquí y ahora.