sábado, 17 de noviembre de 2018

GERÓNIMO EL ÚLTIMO GUERRERO APACHE


Jerónimo y sus palabras que plasmó en un libro titulado la historia de mi vida.
Nací en el Cañón No-doyohn, Arizona, en junio de 1829.
  Me criaron en ese territorio situado en las cabeceras del río Gila. Este territorio fue nuestra patria; entre esas montañas estuvieron ocultas nuestras viviendas; los valles desparramados contuvieron nuestros campos; en las praderas ilimitadas, extendiéndose lejos en cada lado, estuvieron nuestras pasturas; las cavernas rocosas eran nuestros lugares
para sepultar.
Fui el cuarto de una familia de ocho hijos —cuatro muchachos y cuatro muchachas—. De mi familia, solamente quedamos mi hermano, Porico (caballo blanco) y mi hermana, Nah-da-ste y yo. Estamos detenidos como prisioneros de guerra en esta Reservación Militar (Fort Sill).
Los indios apaches se dividen en seis sub tribus. Una es la de los Be-don-ko-he, a la que yo pertenezco.
Nuestra tribu habitó la región montañosa que colinda al oeste con la línea este de
Arizona, y al sur desde las cabeceras del río de Gila.
Al este de nosotros vivieron los Apaches Chi-hen-ne (Ojo Caliente), (Hot Springs).
Nuestra tribu nunca tuvo ninguna dificultad con ellos. Victoria, su jefe, fue siempre un amigo mío. Siempre ayudó a nuestra tribu cuando le pedimos ayuda. Él perdió su vida defendiendo los derechos de su gente. Él fue un buen hombre y un guerrero valiente. Su hijo Charlie ahora vive aquí en esta reservación con nosotros.
Al norte de nosotros vivieron los apaches de la Montaña Blanca. No siempre
estaban en los mejores términos con nuestra tribu, raramente tuvimos guerra con ellos.
Conocí personalmente a su jefe, Hash-ka-ai-la, y lo consideraba un buen guerrero. Su territorio estaba al lado de la tierra de los indios Navajo, quienes no tienen la misma sangre que los apaches. Hicimos consejos con todas las tribus apaches, pero nunca con los Navajos. Sin embargo, negociamos con ellos y algunas veces los visitamos.
Al oeste de nuestra tierra se extendía la de los apaches Chi-e-a-hen. Ellos tenían dos jefes al mismo tiempo, Co-si-to y Co-da-hoo-yah. Esta tribu era amistosa pero no intimaba con la nuestra.
Al sur de nosotros vivieron los apaches Cho-kon-en (Chiricahua), cuyo jefe en los
viejos tiempos era Co-chise, y más adelante su hijo, Naiche. Esta tribu fue la más amistosa con nosotros. A menudo andábamos juntos en el campo y rastreando. Naiche, fue mi compañero de armas y ahora es mi compañero en la esclavitud.
Al sur y al oeste de nosotros vivieron los apaches Ned-ni. Su jefe era Whoa,
llamado por los mexicanos “Capitán Ju”.
Eran nuestros amigos firmes. La tierra de esta tribu se localiza una parte en Viejo México viejo y otra en Arizona.
Whoa y yo acampamos y luchamos a menudo de lado a lado como hermanos. Mis enemigos eran sus enemigos, mis amigos sus amigos. Ahora, él está muerto, pero su hijo Asa está traduciendo esta historia para mí.
Las cuatro tribus (Bedonkohe, Chokonen, Chihenne, y Nedni), que eran amigas
cercanas en los días de libertad, permanecen juntas mientras que disminuyen en gran número. Solamente la destrucción de toda nuestra gente disolverá nuestros vínculos de
amistad.
Estamos desapareciendo de la tierra, no obstante, no puedo pensar que seamos
inútiles o Usen no nos hubiera creado. Él creó todas las tribus de hombres y tenía
ciertamente un propósito honrado para crear a cada una.
Para cada tribu de hombres que Usen creó, también hizo un hogar. En la tierra
creada para cada tribu particular colocó lo mejor para el bienestar de esa tribu.
Cuando Usen creó los apaches, también creó sus hogares en el oeste. Les dio el
grano, las frutas y animales de caza, como lo que necesitaban comer. Para restaurar su salud cuando la enfermedad los atacara, Usen hizo crecer diversas hierbas. Les enseñó donde encontrarlas y cómo prepararlas para medicina. Les dio un clima agradable y todo lo que necesitaban para vestirse y abrigarse estaba al alcance de la mano.
Así fue en el principio: los apaches y sus hogares, cada uno creado para el otro,
fueron hechos por Usen. Cuando son sacados de estos hogares se enferman y mueren ¿Cuánto tiempo faltará para que se diga, ya no hay ningún apache? .
Fuentes; La historia de la vida de Gerónimo. Gerónimo 1829-1909.
Stephen Melvil Barrett,1865-?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Temas sugeridos

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Sic transit gloria mundi

trucos blogger