miércoles, 20 de junio de 2018

HEHAKA SAPA UN FAMOSO WICHASHA WAKAN (Hombre Medicina)


Black Elk.jpg
Hay amigos que desaparecen para siempre y otros que vuelven, inesperadamente. Al hombre santo sioux Alce Negro (1863-1950), primo segundo de Caballo Loco y que estuvo en fregados como Little Bighorn y Wounded Knee (y luego en el show de Búfalo Bill), le conocí cuando estudiaba primero de Ciencias de la Información –yo: en las praderas no se cursaban estudios superiores reglados-. Lo hice a través de uno de esos libros inolvidables (como Enterrad mi corazón en Wounded Knee, La pipa sagrada y la novela Hanta-Yo) que en los setentas cambiaron definitivamente nuestra mirada sobre los mal llamados indios y pieles rojas, los nativos norteamericanos, que pasaron de ser los malos del Fuerte Comansi a una gente fascinante, aunque no dejaran de arrancarte la cabellera si se terciaba. Los últimos sioux, publicado por Noguer en 1974 en su colección Testimonio vivo, eran las memorias de ese respetadísimo miembro de los oglala, una de las siete sub tribus de los lakota, que prefieren este nombre que el de sioux, lo cual se entiende pues “sioux” era el término despreciativo que usaban con ellos los ojibwa o chippewa y significa “serpientes”.

El apasionante relato de la vida de Alce Negro, incluidos cantos y con la intervención, para contextualizar algunos episodios, de otros veteranos de las guerras indias como Trueno de Fuego y el notable Oso Erecto (referido a su posición: la traducción literal de los nombres nativos da lugar a confusiones semánticas), lo recogió esforzadamente, pues los oglala son de conversación lenta y con rodeos, John G. Neihardt (1881-1973), un apasionado de las culturas indígenas y etnógrafo amateur que vivió él mismo en las praderas.
Neihardt, que fue el primer poeta laureado de Nebraska, tenía un ramalazo místico y se hizo luego llamar Arco Iris Llameante (por una visión de su entrevistado), se fue a ver a Alce Negro en 1930 a la reserva de Pine Ridge y consiguió intimar con él, que estaba ya muy mayor y casi ciego, al interesarse por la sabiduría espiritual que atesoraba. Publicó el resultado de las conversaciones, realizadas mediante el intérprete Halcón Volador, en 1932 como Black Elk speaks, Alce Negro habla, que es el título original que ahora recupera en una cuidadísima edición Capitán Swing con nueva traducción (Héctor Arnau), bastante material añadido en forma de prefacios y distintos apéndices, multitud de notas (revólver en lakota es mazawakha, “hierro sagrado”), así como numeroso material gráfico, incluidas fotos poco conocidas . A destacar una en la que se ve al propio Neihardt, con un aire a lo Gustav Mahler, junto a Alce Negro, con lo cual ya le podemos poner cara al biógrafo.El propio Alce Negro aparece ahora en la portada en full regalia, con taparrabos y plumas.


Las memorias de Alce Negro, muy sustanciosas, arrancan con sus recuerdos de niñez y acaban poco después de la masacre de Wounded Knee cuando la lucha contra los blancos, tras aquel desastre, se revela ya imposible y absurda. “Algo más pereció en el barro ensangrentado y quedó enterrado durante la ventisca”, dice el viejo oglala de la matanza, en la que cayeron el jefe Pie Grande y buena parte de su banda de minneconjous, incluidos muchos ancianos, mujeres y niños. ”Allí murió el sueño de un pueblo. Era un sueño bello (...) Ya no hay centro alguno y el árbol sagrado ha muerto”.
Buena parte del libro está consagrado –esa es la palabra- a las revelaciones espirituales de Alce Negro, sus espectaculares visiones y su íntimo conocimiento de Wakan Tanka, el Gran Misterio. Pero también explica las costumbres de los lakota y sigue pormenorizadamente la historia del pueblo y de sus enfrentamientos con otras tribus y con los blancos. Es sensacional el retrato de primera mano que se ofrece de Caballo Loco, un guerrero único, pequeño, esbelto y ascético, que, cuenta Alce Negro, parecía flotar entre el mundo real y el de sus propios sueños y al cuál le duraban poco los corceles, pues se derrumbaban bajo el peso del poder de su magia.
Un capítulo está dedicado a la muerte de Pahuska, Pelo Largo, Custer, y la batalla del río Hierba Grasa ( Little Bighorn). Alce Negro era jovencito, 14 años, pero remató a un soldado de un disparo de su seis tiros entre los ojos después de sufrir (y no digamos el soldado) para arrancarle la cabellera, pues “llevaba el pelo corto” y “el cuchillo no estaba afilado”. Eran tiempos duros. A otro soldado, moribundo, lo despachó de un flechazo en la frente. El entusiasmo por la victoria no le impidió reconocer que el campo de batalla “no olía más que a sangre, y sentí náuseas”. La muerte luego a traición de Caballo Loco y su entierro, a cargo de sus padres, en paraje desconocido, la huida a Canadá con la banda de Toro Sentado, y la conversión del joven en un respetado hombre sabio y sanador, son otros episodios del libro.
A los 23 años, Alce Negro, que quería ver mundo y observar cómo vivían los blancos, se enroló en la troupe de Búfalo Bill y viajó a Nueva York y Londres, donde conoció a la Reina Victoria. Tras una larga gira regresó a casa y se involucró en el movimiento místico de Wovoka, el religioso paiute que creó la milenarista Danza de los Espíritus y sus inútiles (contra las balas) camisas mágicas. Luego nuestro hombre fue él mismo decisivo en la recuperación de las tradiciones de su pueblo y de la Danza del Sol, con cierto sentido práctico que no excluía a los turistas. Murió en 1950 en un mundo radicalmente distinto de aquel en el que había nacido. Pero ahora vuelve a hablar, y es emocionante y hermoso volver a escucharlo. ¡Hetchetu aloh!, que así sea.


Jacinto Antón

domingo, 10 de junio de 2018

FRASES PARA LA TRANQUILIDAD

A veces solo necesitamos un poco de inspiración para recordar de qué estamos hecho y quizás una simple frase es capaz de colocarnos en la frecuencia en la que necesitamos ubicarnos para asimilar, entender, aceptar o impulsarnos ante determinadas circunstancias. He aquí algunas de ellas:
  1. Cada mañana tiene dos asas, podemos tomar el día por el asa de la ansiedad o por el asa de la fe. Henry Ward Beecher.
  2. La paz viene del interior. No la busques fuera. Siddhārtha Gautama
  3. Si tu corazón está roto, haz arte con los fragmentos. Shane L. Koyczan
  4. Ése es el simple secreto de la felicidad. Hagas lo que hagas, no dejes que el pasado se interponga, no dejes que el futuro te moleste. Oshodiente-de-león
  5. Los malos tiempos tienen un valor científico. Son ocasiones que un buen alumno no se perdería. Ralph Waldo Emerson.
  6. Ten paciencia. Espera hasta que el barro se asiente y el agua esté clara. Permanece inmóvil hasta que la acción correcta surja por sí misma. Lao Tzu
  7. El mundo rompe a todos, y después, algunos son fuertes en los lugares rotos. – Ernest Hemingway.
  8. Cuando estás presente, puedes permitir que la mente sea como es sin enredarte en ella. Eckhart Tolle
  9. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser, será, y sucederá naturalmente. Facundo Cabral.
  10. Solo aquellos que se atreven a fracasar a lo grande pueden conseguir grandes cosas. Robert F. Kennedy
  11. La vida es muy corta para ser algo más aparte de feliz. Caerse es parte de la vida, levantarse es parte de vivir. José N. Harrismujer-con-hojas-alrededor
  12. La vida es una sucesión de lecciones que deben ser vividas para ser entendida. Ralph Waldo Emerson.
  13. Reduce tu ritmo cardíaco, mantén la calma. Tienes que disparar en medio de tus latidos. Chris Kyle
  14. En tres palabras puedo resumir todo lo que he aprendido acerca de la vida. Continúa hacia adelante. Robert Frost
  15. Allí donde el agua alcanza su mayor profundidad, se mantiene más en calma. William Shakespeare
  16. Tal vez la ansiedad sea en cierto sentido un lujo: una emoción que solo podemos permitirnos cuando ya no estamos preocupados por el miedo “real”. William James.chica-con-imagen-de-bosques-superpuesta-1
  17. Dulces son los pensamientos con agradables contenidos, la mente tranquila es más rica que una coron. Robert Greene
  18. Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior. Frida Khalo
  19. Una mente en calma trae fuerza interior y confianza en uno mismo, por eso es muy importante para la buena salud. Dalai Lama
  20. La prosperidad no existe sin muchos miedos y desastres; y la adversidad no existe sin comodidades y esperanzas. Francis Bacon
  21. La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la fuerza del hoy. Corrie ten Boom.
  22. Medito, así que sé cómo encontrar un lugar tranquilo para estar en calma y en paz. Roseanne Barr
  23. Vaya al corazón del peligro, pues allí encontrará la salvación. Proverbio chino.
Esperamos que al menos una haya despertado algo positivo en ti y que las hayas disfrutado. Puedes tomar alguna, escribirla y colocarla en un lugar que te permita leerla con frecuencia.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

PARA SER FELIZ

La vida es un regalo, que muchas veces apreciamos tarde, pero si prestamos atención a ciertas recomendaciones es posible que podamos tomar la decisión de vivir desde la felicidad más temprano que tarde.
Muchos de nosotros a lo largo de su vida ha creado hábitos que se traducen en una disminución del disfrute y de la calidad de vida y que sencillamente no se dan cuenta de que los llevan consigo. Puede ser hoy el día de que nos percatemos de algo que hemos venido haciendo y sencillamente no nos hace bien.
Ciertamente hay múltiples maneras de dejar de disfrutar la vida, pero en esta oportunidad, queremos resaltar estos 7 puntos, que recomendamos mantener al margen de tu vida:

Deja de pensar que tu felicidad es responsabilidad de alguien más

mujer-con-estrella (1)

Solo tú eres el dueño de tu felicidad, de hecho radica en tu interior, solo que parece estar escondida como para que no podamos hallarla. Solo debes pausar tu mente y encontrarte allí, en ese estado en el que todo es perfecto tal y como es y desde allí apreciar la vida con los ojos del corazón.

Que no te interese la vida de los demás si no es para algo más que ayudarle

Cada quien debe vivir su vida sin ser foco de juicios o críticas. Si vamos a mencionar el nombre de alguien más o sencillamente pensarle, que sea para cosas positivas, que aporten y contribuyan a una buena imagen, a un soporte o sencillamente a desearle cosas positivas que nos gustaría ver en su vida.

Deja de intentar controlarlo todo

personas-conflictivas-
Mientras más fácilmente aceptemos la vida como es, con sus subidas y bajadas, mientras más tolerantes y empáticos seamos con quienes tenemos alrededor, será más sencillo fluir con cada experiencia, sin llenarnos de frustración, sin esperar un resultado específico, sino abiertos a infinitas posibilidades.

Deja de prestarle atención a lo que otros opinen de ti

No importa si es tu madre o tu esposa, a la persona a la que deben satisfacer tus decisiones, eres tú mismo. Así como no debes inmiscuirte en la vida de los demás, así debes establecer límites para que no saboteen tu vida, comenzando por ti mismo. Habrá quien esté de acuerdo con la manera en la cual haces las cosas, mientras que otros te criticarán, pero qué más da, eso será solo asunto de ellos si así tú lo decides.

No pierdas tiempo en nada que no te guste hacer

mariposa

Si no te gusta hacer algo, encuentra la manera de no hacerlo, no malgastes tu tiempo ni tus energías en algo que no disfrutas. Ojo si no disfrutas de nada, debes revisar tu motivación antes de hacer cualquier cosa. No te alarmes si es el caso, a veces pasamos por etapas en las cuales no le vemos lado positivo a nada, no queremos nada, pero todo eso es mental, si revisamos a dónde queremos ir o bien comenzamos haciendo las cosas con amor y entusiasmo, veremos como todo comienza a cambiar y las cosas van tomando sentido.

Deja de creer que debes seguir un camino determinado

La sociedad, la crianza, las expectativas de los demás, nos pueden hacer creer que solo existe un camino adecuado para nosotros y quizás esto sea cierto, pero de seguro no coincide con el que creemos que es. El camino adecuado es el que nos enseña, el que disfrutamos y en el que somos felices. Recuerda prestar atención a tu camino, ahí está la vida, no al final de él.

Evita cargar con remordimientos y rencores

0C1 (1)

El resentimiento y la culpa paralizan, no nos permite avanzar, gastamos tantas energías en revisar un pasado doloroso, que nos perdemos de vivir el presente y trabajar el futuro que nos gustaría. Debemos aprender a perdonar a los que sentimos que nos han lastimado y a nosotros mismos, en especial a nosotros mismos, debemos aceptar nuestros errores y entender que en los momentos en los cuales tomamos algunas decisiones, nuestras capacidades solo daban para ello, pero que de seguro podemos aprender de las experiencias y seguir adelante creando la mejor versión que podamos de nosotros mismos.
Esperamos puedas dejar atrás lo que no te permite avanzar, que le dediques tu tiempo a lo que te hace feliz y aprendas a apreciar lo que realmente tiene valor.
Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet

LA HISTORIA DE CABALLO LOCO


 Resultado de imagen de CABALLO LOCO


Un genio militar que logró vencer a Custer en Little Big Horn (una batalla acaecida el 25 de junio); un líder carismático que dirigió a sus hombres contra los «wasichus» (hombres blancos) que querían conquistar las tierras de los pieles rojas y, además, un bravo guerrero que se lanzaba contra sus contrarios al grito de «¡Hoka Hey!» («¡Hoy es un buen día para morir!»).
Caballo Loco fue un jefe indio que cambió la historia de los Estados Unidos al infligir al país una de las mayores derrotas del Siglo XIX. Sin embargo, no murió como un bravo guerrero debe y como él hubiera querido: combatiendo hasta desfallecer contra sus enemigos. Por el contrario, dejó este mundo un 5 de septiembre de 1877 después de que un soldado del ejército norteamericano le clavara una bayoneta a traición, y por la espalda. 

El potro se hace caballo

Caballo Loco vino al mundo en los territorios que hoy ocupa Dakota del Sur (al norte de los Estados Unidos) en 1842. Su infancia fue controvertida pues, como explica el divulgador histórico Gregorio Doval en su obra «Breve historia de los indios norteamericanos», su madre falleció cuando él no era más que un niño. Fue entonces cuando su padre (un «hombre medicina» llamado también Caballo Loco) decidió tomar en matrimonio a su hermana para que el pequeño no creciese solo. Con todo, a nuestro protagonista no le afectó el destino de su progenitora y creció sano y fuerte. «Antes de cumplir los doce años ya había matado su primer búfalo y montaba su primer caballo», explica Doval.

Durante aquellos años fue testigo de algunas de las matanzas más cruentas que el ejército norteamericano perpetró contra los indios con el objetivo de que abandonaran los territorios en los que habían vivido desde siempre y se encerraran en reservas. «Con dieciséis años adoptó el nombre de su padre y participó por primera vez como guerrero en una incursión exitosa, pero en la que fue herido en una pierna», completa el experto. A partir de ese punto Caballo Loco se fue ganado la lealtad de su tribu a base de arco y hacha, pues demostró su valor y su valía como guerrero primero, y general después, en todo tipo de combates contra los norteamericanos.
Sin embargo, su gran victoria se sucedió en Little Big Horn (batalla cuyo aniversario se celebrará mañana). Aquel día, un Caballo Loco convertido ya en jefe de los siouxs oglala acabó, junto a Toro Sentado, con el Séptimo de Caballería del mal llamado general Custer (pues era teniente coronel). Un hombre enviado por los EE.UU. para obligar al jefe indio a pasar el resto de su vida lejos de territorios que, desde siempre, habían sido de su tribu. Con todo, lo cierto es que Cabellos Largos (como le conocían los nativos) no solo no consiguió vencer a aquellos pieles rojas, sino que murió con sus hombres tras lanzarse como un verdadero cafre con poco más de 200 jinetes contra 1.200 nativos.

La derrota tras la victoria

Sangre y balas para los indios que asesinaron a Custer. Tras la derrota de Little Big Horn Estados Unidos comenzó una campaña de venganza contra los nativos que habían acabado con la vida de Cabellos Largos. Una tormenta de muerte apoyada por la población, ávida de sangre, y realizada con la excusa de confinar a los nativos en reservas. Como ya había sucedido meses atrás, las persecuciones y matanzas de pieles rojas se generalizaron.

El frío, el hambre y las balas estadounidenses acosaban a los indios
No importó demasiado a la ciudadanía -poco ducha en táctica militar- que el oficial se hubiese lanzado de bruces y sin ninguna posibilidad contra un poblado que superaba ampliamente a su Séptimo de Caballería. Los norteamericanos, el ejército. y el gobierno de las barras y estrellas querían derramar sangre para desquitarse. Por eso fue por lo que el gobierno ordenó a oficiales como el general George R. Crook o el Coronel Miles (más conocido como Chaqueta de Oso Miles) que se dedicasen a hostigar durante meses a todo aquel con penacho de plumas que se cruzara frente a sus fusiles.
Perseguidas y apaleadas, a muchas tribus indias no les quedó más remedio que marcharse de sus casas y convertirse en nómadas. Casi se podría decir que el remedio fue peor que la enfermedad pues, con la llegada del frío, se hizo imposible para jefes como Caballo Loco dar de comer a sus hombres, mujeres y niños. Gregorio Doval señala en su obra lo difícil que fue durante ese tiempo para los indios conseguir alimentos. El historiador estadounidense Dee Brown es de la misma opinión, la cual hace patente en «Enterrad mi corazón en Wounded Knee» al señalar que el «frío y el hambre se habían hecho insoportables».

La primera traición

Al final, la falta de un trozo de carne que llevarse a la boca, el insoportable viento gélido que en aquellas fechas les helaba los huesos, la escasez de municiones con las que enfrentarse a los contrarios, y las promesas de sus enemigos de que solo querían parlamentar, hicieron que Caballo Loco se dejase convencer por sus consejeros y aceptase reunirse con los casacones para pactar una solución a aquella persecución malsana que iba a acabar con su tribu. Para entonces, de hecho, no le parecía tan mala la idea de que les cediesen una reserva.
Lo cierto es que Caballo Loco no estaba del todo conforme con la decisión de parlamentar la posible retirada de su pueblo, pero no le quedó más remedio que hacerlo, por lo que se preparó para llamar a la puerta -bandera blanca en mano- del mismísimo campamento del coronel Miles. «Ocho fueron, entre jefes y guerreros, los que se prestaron voluntarios para acudir al fuerte con bandera de parlamento», explica Brown.
Expuesto y sabiendo que podía ser aniquilado, Caballo Loco se personó junto a sus hombres frente a las puertas de la plaza. Y todo parecía ir bien... hasta que unos mercenarios (indios como ellos, por cierto, pero a las órdenes de los «hombres blancos») les vieron llegar y les tirotearon como si se trataran de conejos. Cinco de los hombres del séquito se fueron con el Gran Espíritu (murieron baleados, vaya), pero nuestro protagonista tuvo suerte y logró salir ileso. A partir de ese momento, la poca fe que le quedaba a este jefe indio se esfumó. Aquellos bigotones no eran gente de fiar, por lo que decidió que lo que le tocaba era volver al campamento, hacer el petate, y poner pies en polvorosa.

 

domingo, 29 de abril de 2018

MANTRAS PARA LA SERENIDAD

La vida supone pasar por buenas y por malas rachas. Pero, los malos momentos a veces parecen eternos… Y precisamente en ese sentido es que hoy queremos ayudarte con algunas ideas que te pueden permitir salir del bache en el que te encuentras sea por el motivo que sea.

Si ahora mismo no estás en tu mejor momento, toma nota de estos mantras para recuperar el ánimo y la energía.

1. “El dolor que siento tiene una razón de ser”

Sentir dolor es una de las características humanas. Si no lo hicieses, no podrías apreciar todo lo bueno que tiene la vida, ni tampoco aprenderías lo difícil que son a veces las cosas, y lo fuerte que debes ser. El dolor tiene una razón de ser: descubrirla, o aprender a convivir con ella es algo que te llevará tiempo, pero debes convencerte de que tarde o temprano lo lograrás.

2. “El miedo es una buena razón para empezar a amar”

Sentir miedo es algo habitual: miedo a lo que no conoces. Miedo a ser lastimada. Miedo a equivocarte. Sin embargo, detrás del miedo hay ilusión, hay ganas, y todo esto puede indicarte que aquello por lo que luchas, que te hace sentirte tan asustada, puede ser algo que realmente valga la pena. Así que, ¡adelante! Que el miedo no te siga manteniendo paralizado ni te haga sentir mal.

3. “Cuando limpio mis pensamientos, limpio también mi vida”

A veces es necesario pasar un tiempo a solas, sin nadie más para entender por qué te afecta de ese modo este mal momento. Entenderte a ti mismo es importante para superarlo. Y una vez superes ese dolor y limpies tus pensamientos más tóxicos, estarás también preparado para mejorar tu vida. Deshacerte de lo malo de tu cabeza es enfrentar la vida con una perspectiva más positiva.

monk-and-light-3f69466c-c5a2-4d4a-a686-b0b51d5a60f8

4. “No debo luchar contra el dolor, debo asumirlo”

Luchar contra el dolor es algo realmente peligroso. De hecho, concentrarte en no experimentarlo solo te hará sentir peor. ¿Qué debes hacer entonces en esos malos momentosSimple. Dejar que pase. Has de sentir ese mal trago y has de experimentarlo. Una vez que haya pasado, sin darle mayor importancia, estarás preparado para poder avanzar y estar mejor que ahora.

5. “Soy único, valgo la pena y decido ser feliz”

Cuando pasas por un momento de debilidad, es probable que te sientas realmente pequeño, que no vales nada. Debes convencerte de todo lo bueno que has hecho, de lo que has logrado, y de las características que te hacen especial. Porque no hay duda de que lo eres. Si no te lo crees hoy, repítelo mañana, y así hasta que logres el efecto que estás buscando. ¡Funciona de verdad!

sábado, 7 de abril de 2018

LOS VALORES DEL SAMURÁI

El camino más largo es el camino más corto” Daidoji Yuzan
Hace ya cierto tiempo, cuando tuve el placer de ver por primera vez el clásico Los siete samuráis de Akira Kurosawa, hubo una escena que me dejó especialmente pensativo, qué coño, fue toda una revelación. Tras la discusión entre los campesinos sobre qué hacer ante la amenaza de los bandidos, acuden al anciano de la aldea en busca de consejo y este les dice que deben contratar samuráis para defenderse. Entonces, un campesino advierte con temor: “nuestras muchachas se vuelven locas por los samuráis…”. Y efectivamente más adelante vemos cómo su hija acaba dejando que le mancillen la honra repetidas veces. La conclusión apareció entonces deslumbrante ante mis ojos: si adoptaba las maneras de un samurái conseguiría seducir a alguna incauta. Dado que en Bilbao no había ningún otro, el éxito sería aún mayor.
Solo me faltaba conocer sus costumbres, sus valores y sus hazañas. Así que me enfrasqué en la lectura de grandes maestros como Daidoji Yuzan, Inazo Nitobe, Musashi Mjiyamoto o Hakuin Ekaku entre otros, aun a riesgo que del poco dormir y mucho leer se me secase el celebro¹ de manera que viniera a perder el juicio. Lo que sigue a continuación es lo que saqué en claro.
Los samuráis fueron una casta de guerreros profesionales al servicio de un señor feudal, de hecho  esa palabra significaba originalmente “asistente” —aunque algunos no tenían amo y eran conocidos como ronin— que perduró generación tras generación desde aproximadamente el siglo VIII hasta el XIX. El código de conducta por el que se guiaban se llamaba bushido (bu-shi-do: guerrero-caballero-camino) y tenía elementos de confucianismo, budismo y sintoismo. Como eran guerreros que tenían que cultivar tanto el cuerpo como la mente, a menudo además de ir por ahí cortando cabezas escribían poemas breves (haikus) o tratados más extensos: sobre estrategia militar, buen gobierno o en general el sentido de la vida y los deberes éticos que un samurái debía tener. El bushido no era por tanto un libro canónico o una tabla de mandamientos, sino un disperso conjunto de recomendaciones que los propios samuráis iban elaborando y transmitiendo con el paso de los siglos.
SSus antecedentes los encontramos en los monjes Shaolin de China, quienes aprendieron de un maestro budista procedente de la India, Bodhidharma, quien les enseñó meditación y gimnasia con tal acierto que, dice Nitobe, “los monjes que practicaron estos ejercicios se hicieron fuertes y lograron una gran capacidad de concentración y así pudieron aguantar sin dormirse durante las charlas de  Bodhidharma sobre budismo”. Lo cual sugiere que como orador no debía ser demasiado divertido. Posteriormente, esas enseñanzas fueron adaptadas y ampliadas dando el salto a Japón, cuyas interminables guerras feudales serían el caldo de cultivo del samurái.
                                                                                                                                                                                                                     Autoretrato de Hakuin Ekaku


        Uno de ellos fue Hakuin Ekaku (1686-1769), heredero de un linaje de guerreros que se  convirtió desde muy joven en un monje zen para poder dedicarse a desentrañar koans. Los koans son paradojas irracionales en las que pensar durante largo tiempo ya que encierran el dilema de la vida. Hay cientos de ellos, como por ejemplo “imaginar el palmoteo de una mano”, “¿Quién lleva su propio cadáver?” o “sentir anhelo por la madre antes de ser uno concebido”. Pues bien, tan intensamente se dedicó a estas cavilaciones que con 20 años sufrió una grave crisis mental. Afortunadamente logró sanarse gracias a los consejos de un ermitaño y pudo dejarnos escritas grandes reflexiones. En primer lugar, nos dice, lo que toda persona debe aprender —y más aún si es un samurái— es el desapego hacia la vida, la valentía. Alguien que se asusta hasta del “ruido de una rata defecando”, señala, se alejará del camino de la iluminación y también de la verdad mundana. Concretamente, explica:
Si siempre tienes la esfera del ombligo, el océano de energía, el campo del elixir y el espacio entre la cintura y las piernas lleno de energía mental, y si no permites que mengüe un solo instante, aunque estés ocupado con tu trabajo o recibiendo a invitados, entonces la energía básica te llenará de manera natural el campo de elixir, y tendrás el bajo abdomen un poco redondeado, como una pelota a medio hinchar”.
Llegados a este punto, habrá lectores que dirán “bien, ¿y esto qué cojones significa?”. Una pista para comprenderlo es que el bajo abdomen es para la cultura japonesa el lugar que alberga los sentimientos. Aunque a lo mejor simplemente es que Hakuin nunca llegó a recuperarse del todo de esa crisis mental. Lo dejo a la interpretación de cada uno, como si fuera un koan.
Pero el autor que configuró con más nitidez el bushido sin duda fue Musashi Mjiyamoto (1587-1645) en El libro de los cinco anillos.  De él se dice que mató a su primer hombre a los 13 años y que nunca se peinó, tomó un baño, se casó, construyó una casa ni crió ningún hijo. Participó en más de 60 duelos y nunca perdió hasta que a los 29 años se retiró a una cueva, donde continuó perfeccionando su estilo durante las tres décadas siguientes y dejó escritos sus pensamientos. Sus principios fundamentales eran estos:
1. Gi: honradez y justicia en la acción.
2. Yu: valor heroico y bravura en la acción.
3. Jin: compasión o amor universal.
4. Rei: cortesía.
5. Melyo: honor.
6. Makoto: sinceridad absoluta.
7. Chugi: deber y lealtad.

martes, 27 de marzo de 2018

PASOS PARA LA FELICIDAD

En la práctica la felicidad es un concepto engañoso. Algunas personas lo asocian a la idea del cuerpo perfecto y la sonrisa 'happy' siempre en la cara. La tristeza, el enfado o el miedo parecen impedirnos ser felices y hay que evitarlos. 

Es el perfeccionismo tóxico que promueven redes sociales, donde todos parecen ser perfectos y realizar actividades muy emocionantes, menos tú, que estás de bajón en un momento pantufla donde lo máximo que consigues es moverte de un sofá a otro. Las redes para estas emociones son asociales. Sin embargo, son positivas y necesarias porque nos indican un camino de cambio y nos recuerdan que somos seres humanos y no dioses del Olimpo. 

Es normal equivocarse y volver a intentarlo o rectificar que es de sabios

En las antípodas están todos aquellos que tienen dificultades para conseguir sentirse felices o, al menos, disfrutar de lo que ya tienen, y se enganchan al sufrimiento. Como Tania que tuvo una infancia difícil debido a la prematura muerte de sus padres, pero ahora su vida con 33 años está estabilizada. Es como si se hubiera puesto una máscara de gas para sobrevivir a la guerra de su infancia y no sabe quitársela para vivir en tiempos de paz. Puede llegar a tener lo que quiere, pero desde luego no puede disfrutarlo. No se me ocurre un boicot peor a uno mismo que no poder gozar de los placeres del presente porque se vive en el dolor del pasado o el temor del futuro.
ENTRENAMIENTO
Mahatma Gandhi dijo: "Sé el cambio que quieras ver en el mundo". Por eso, te invito a practicar un programa para el desarrollo de la felicidad en 12 pasos que es la versión adaptada del de Psicoterapia Positiva del propio Seligman y Rashid, del 2011. Los científicos creen que en el cerebro las emociones negativas y las positivas se encuentran en áreas bien diferenciadas. Las primeras nos protegen y se relacionan con el hemisferio derecho, asociadas al cerebro límbico, mientras que las segundas animan a avanzar y están en el hemisferio izquierdo e implican a las zonas relacionadas con la corteza cerebral, el cerebro que piensa. Hay que entrenar para ello las dos partes del cerebro. Con el tiempo y la práctica, las vías neuronales asociadas con la satisfacción con la vida se fortalecerán y se sentirá más feliz sin tener que buscar la felicidad.

Paso 1. Tu presentación positiva. Escribe en una página una presentación que muestre lo mejor de ti mismo, lo que has conseguido, cómo utilizas tus mejores fortalezas y léela cada día.

Paso 2. Identifica tus fortalezas. Cumplimenta el cuestionario VIA. Una vez halladas tus cinco mejores cualidades, escribe situaciones en las que éstas te han ayudado.

Paso 3. Tres cosas positivas. A partir de hoy recuerda cada noche tres cosas buenas que has conseguido o que te han sucedido.

Paso 4. Emociones negativas. No es necesario estar siempre feliz. Descubre lo que te enfada, te pone triste o te asusta. Sólo reconoce esos sentimientos sin juzgarlos y escríbelos en tu cuaderno.

Paso 5. Carta de perdón. El perdón es una herramienta capaz de transformar los sentimientos de ira y amargura en positivos. Escribe una carta de perdón en la que describas una afrenta y promete perdonar a quien la cometió, aunque la llegues a enviar.

Paso 6. Carta de agradecimiento. Escribe una misiva de gratitud a alguien a quien no tuvo ocasión de mostrar tu agradecimiento personalmente, ésta si puedes entregarla a la persona.

Paso 7. Satisfacción personal. Aquellos que saben disfrutar cuando las cosas son "lo bastante buenas" son más felices que aquellos que buscan siempre la perfección. Dí hoy: "Me acepto a mí mismo y a los demás, tal y como son". Valora lo que ya funciona y no aquello que te falta para la perfección.

Paso 8. Puertas que se abren, puertas que se cierran. Piensa en tres asuntos de tu vida que no funcionaron y en otras tres puertas que se abrieron. Fracasar es un paso previo al éxito.

Paso 9. Las fortalezas de tu pareja. Escribe los puntos fuertes de tu pareja y concierta una cita para compartir su valoración.

Paso 10. Las fortalezas de tu familia. Piensa en tus padres, tus hijos, hermanos o mejores amigos. Haz un árbol genealógico de los puntos fuertes de cada uno, es tu herencia positiva.

Paso 11. Saboreo. Significa apreciar con sus cinco sentidos y con atención plena alguna actividad placentera. Si paseas, por ejemplo, siente la intensidad de la luz, la temperatura, los olores, las sensaciones. Es una técnica que aumenta la intensidad y duración de la emoción positiva.

Paso 12. Regalar tiempo. El altruismo ayuda a la felicidad. Hoy puedes donar su tiempo a otra persona haciendo algo que ayude y ponga en funcionamiento alguna de sus fortalezas.
Isabel Serrano-Rosa es psicóloga de www.enpositivosi.com

sábado, 17 de marzo de 2018

sábado, 24 de febrero de 2018

LAS SIETE VIRITUDES DEL BUSHIDO

El bushido y las 7 virtudes del guerrero

1. Gi (justicia)

Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.

2. Rei (respeto, cortesía)

Los samuráis no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurái recibe respeto no sólo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.

3. Yu (coraje)

Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.

Bushido: las 7 virtudes del guerrero (infografía)

4. Meiyo (honor)

El auténtico samurái solo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que tomas y cómo las llevas a cabo son un reflejo de quien eres en realidad. No puedes ocultarte de ti mismo.

5. Jin (benevolencia)

Mediante el entrenamiento intenso el samurái se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos. Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.

6. Makoto (honestidad)

Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de “dar su palabra.” No ha de “prometer.” El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción.

7. Chuugi (lealtad)

Para el samurái, haber hecho o dicho “algo”, significa que ese “algo” le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya. Cuidado con el camino que sigues.

Temas sugeridos

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Sic transit gloria mundi

trucos blogger